La plantilla de Alcoa buscará espabilar a Maroto y los ‘yankis’
La falta de avances, pese a haber inversores que aceptan las condiciones, reactiva las protestas
En Alcoa regresan a la “batalla” por sus empleos. Ante la falta de avances sustanciales en el proceso para la venta de la fábrica de aluminio de Cervo (Lugo) indicaron que sólo conseguirán el éxito “de una forma: el día 19 tenemos que volver a ser los leones que éramos, y tenemos que volver a luchar”. Así lo detalló el presidente del comité de empresa, José Antonio Zan, al término de la mesa multilateral de este jueves, una más de las múltiples celebradas en los últimos meses que culminan con muchas palabras... pero sin la solución final a la vista.
Zan afirmaba que se sienten “abandonados” como lo estaban el pasado 4 de agosto, hace ya un año. Por ello será a comienzo de la semana que viene cuando tienen previsto protagonizar una acción de protesta y reivindicativa “para que le llegue el mensaje a Alcoa y gobiernos”.
Coincide también con el viaje de la ministra de Industria, Reyes Maroto, con el fin de impulsar el proceso de venta. El caso es que, según lo trasladado hasta ahora, uno de los potenciales compradores de la planta “estaría ya para firmar, otro muy próximo, y otros dos tendrían que negociar”. Sin embargo, avisa Zan, “todo esto lo debería decidir la SEPI –la sociedad estatal de participaciones industriales, clave en todo el proceso– y qué dice? Nada”.
Se quejó por que “el Gobierno no ha mandado borrador” de lo que pretende para el futuro de la factoría, a una semana de la reunión con responsables de la multinacional en Pittsburgh. “La SEPI no nos ha comunicado nada, ni ha dicho a Alcoa si sigue negociando o no”, criticó Zan, antes de censurar que “nadie viene a las reuniones, nadie da la cara por los trabajadores ni nadie lucha” por ellos.
El comité apela a los pronunciamientos unánimes en el Congreso y en el Parlamento gallego pidiendo una intervención temporal. “No vamos a permitir que ningún gobierno nos deje tirados”, avisan.
Los trabajadores de la industria auxiliar de la central de As Pontes, que desde el pasado día 5 protagonizan una acampada frente al consistorio, recibieron el apoyo del tejido asociativo y de los representantes políticos del municipio, decididos a participar activamente en la acción de protesta con la que reclaman a las administraciones y a Endesa soluciones a su situación tras haber finalizado el periodo de garantía de empleo el pasado 30 de junio.
El Comité de Crise, que agrupa, además de a sindicatos y fuerzas políticas, a organizaciones empresariales, autónomos, transportistas, comerciantes y entidades culturales o deportivas, tomó la decisión, según explica en un comunicado, de “sumarse desde ya a la lucha de sus vecinos, trabajadores de las empresas auxiliares que se quedan sin actividad ante el cierre inminente de la térmica”.
La plataforma denuncia que, transcurridos ya diez días desde el inicio de la protesta y más de cinco semanas desde que los sindicatos solicitaron una reunión con administraciones y eléctrica, no haya habido una respuesta.
La coordinadora de auxiliares, donde coinciden CCOO, CIG y UGT, critica “la pasividad irresponsable de los gobiernos gallego y central, en lo que respecta al Ministerio para la Transición Ecológica, en el conflicto que deriva del cierre de la térmica y “que deja sin alternativa de empleo y sin visos de futuro a más de 200 personas, entre autónomos y subcontratas”.
“Centenares de ponteses y pontesas”, señala el Comité de Crise, “ven peligrar su motor económico sin que se concreten las alternativas comprometidas”, abunda el comunicado, recogido por Europa Press. Los sindicatos, por su parte, inciden en la responsabilidad de Endesa en este conflicto. Así, le afean “tomar una decisión unilateral sustentada en un criterio puramente económico sin alternativas sobre la mesa con una total ausencia de sensibilidad con esta comarca”. Y, en lo que respecta a las administraciones, lamentan que les “dan la callada por respuesta desde el 7 de junio mientras Endesa no da ninguna concreción porque nadie le obliga a comprometerse con los trabajadores”.