La USC se reunirá con el sector farmacéutico para ponerlo al día sobre la situación de la facultad

El decano de la Facultade de Farmacia de la Universidade de Santiago (USC), Francisco Otero Espinar, está preparando a instancias del rector, Antonio López, una reunión con el sector farmacéutico para dar a conocer a todos los implicados la situación en la que se encuentra el proyecto de construcción del nuevo edificio, previsto para la futura Cidade da Saúde, en el Campus Sur. El encuentro no tiene fijado un día concreto porque hay que cuadrar fechas, pero será antes de 15 días, previsiblemente la semana que viene.

A la cita están convocados los colegios de farmacéuticos, la Academia gallega del sector, distribuidoras farmacéuticas, representantes de hospital y empresas que trabajan en este ámbito. La intención del rector de la USC es que todo el sector tenga información directa de en qué punto está la construcción del edificio y ver si de alguna manera pueden contribuir a que el proyecto vaya más rápido. Se trata de formar un lobby, un grupo de influencia, para hacer ver la necesidad perentoria de un nuevo edificio.

Por parte de la USC, está previsto que acudan el rector y su equipo de gobierno, la gerencia, el equipo decanal de Farmacia y una representación de los alumnos, que también se están moviendo en este sentido. No es esta la primera vez que se organiza un acto de este tipo. De hecho, en diciembre de 2019, cuando surgió el proyecto de la Cidade da Saúde, se dio el primero de lo que iba a ser una serie de encuentros, truncados a raíz de la emergencia sanitaria provocada por el covid.

La reunión que está próxima a celebrarse servirá, según fuentes de la institución cinco veces centenaria, “más que para obtener apoyo financiero, que nos vendría bien, para conseguir apoyo institucional”. En palabras de Antonio López, la idea es que “el sector apueste por un proyecto fundamental, ya que tanto la docencia como la investigación en el ámbito farmacéutico es muy relevante en la USC”.

NEGOCIACIÓN PARALELA Antonio López explicó este lunes que, una vez rematada la negociación que mantienen las tres universidades con la Consellería de Cultura, Educación e Universidade, comenzará “de inmediato” otra para negociar un plan especial de infraestructuras con el fin de atender las necesidades de las tres instituciones académicas, ya que a lo largo de estos años de crisis fueron los edificios los que más la padecieron.

En el Plan presentado ayer también se concreta un apartado para infraestructuras, pero se trata del gasto ordinario de mantenimiento, mejora y reparación de edificios. En la actualidad las tres universidades tienen necesidades de inversión inminente que se materializarán en esa negociación que se llevará a cabo una vez cerrados todos los flecos del plan presentado este lunes, que tiene que ejecutarse antes de que remate el próximo diciembre.

El ejemplo más relevante en la USC es la Facultade de Farmacia, abandonada prácticamente en su totalidad debido a la contaminación por hidrocarburos. Sus estudiantes llevan ya seis años peregrinando por otros edificios como si de refugiados se tratasen. La idea en origen era derribar el viejo edificio y construir uno en el mismo solar aunque finalmente se desechó porque los informes aseguraban que necesitaría mucha más inversión que construir uno nuevo en otro lugar.

La futura construcción está prevista en el Plan de Infraestruturas de la propia Universidade de Santiago y tendrá lugar en una parcela reservada para la Cidade da Saúde, un gran edificio de carácter modular que también acogerá la Facultade de Enfermería y centros de investigación como el IDIS o la Fundación Genómica, entre otros.

CALENDARIO PARA LA CONSTRUCCIÓN De cualquier manera, aunque poco a poco, las actuaciones están en marcha y en estos momentos se están abriendo los viales que limitan la parcela y acondicionando la misma. “Los datos están encima de la mesa”, aseguró López, que insistió en que “las cosas hay que hacerlas por su orden. No podemos empezar por el tejado”. Así, antes de que acabe diciembre, estarán rematados los viales. “Es un proyecto de futuro para la Universidade, no es un apaño para una solución”.

En esta línea, el rector ofreció más fechas. En 2022 se licitará el concurso de ideas y el proyecto básico; y ya en 2023, Antonio López espera que ya se estén haciendo obras.

Esas primeras obras deberían ser el módulo dedicado a aulario, la necesidad más urgente para el equipo decanal de Farmacia, para que el alumnado pueda estar agrupado. El resto, despachos, laboratorios y otros, también es urgente pero podría abordarse una vez resuelto el problema de los alumnos, en una segunda fase. Y es que ya hay al menos una promoción de graduados que no tuvo edificio propio.