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Las llamas arrasaron más de 250.000 hectáreas en España

Galicia fue la segunda comunidad autónoma que registró más grandes incendios

Fuego, llamas, desolación, calcinación.. esas fueron, son y probablemente todavía serán las palabras más usadas para describir el verano en España. El territorio nacional vio como ardieron más de 250.000 hectáreas, provocado por 45 incendios registrados donde se calcinaron más de 500 has. Todos estos datos son hasta mediados de agosto, justo antes de que se iniciasen los grandes incendios en la comunidad valenciana.

Los factores que propiciaron estas llamas son muy diversos. El calor y la falta de lluvia son los principales motivos por lo que ardieron tan rápido los bosques y montes españoles. Pero a esto, hay que sumarle el factor humano, pues se considera que bastantes de estos incendios fueron provocados y no sucedieron por rayos u otro elemento meteorológico.

Galicia, azotada por los incendios. En cuanto a Galicia, se registraron ocho grandes incendios donde se quemaron más de 500 hectáreas, convirtiéndose en la segunda comunidad que más fuegos reportó de este tipo, aquellos que, a priori, determinarán las zonas con declaración de catastrófica.

Ourense y Lugo vuelven a ser este año las provincias más afectadas por las llamas. En la primera se han registrando 5 grandes incendios forestales que calcinaron más de 23.480 hectáreas, lo que supuso una grave tragedia para uno de los pulmones más importantes de Galicia.

Los incendios que arrasaron más de 500 hectáreas desde mediados de julio fueron los de Carballeda de Valdeorras, Vilariño de Conso, Verín, Oímbra –en Videferre y en Rabal–, en Ourense; Folgoso do Courel, en Lugo; Caldas de Reis, en Pontevedra; y Boiro, en A Coruña.

Para Folgoso y para Valdeorras la pesadilla comenzó el pasado 14 de julio. Sin previo aviso, y en plena ola de calor, las llamas comenzaron a brotar en estas zonas rurales. Desde ese fatídico día, hasta que se consiguieron extinguir, a principios de agosto, las llamas arrasaron 13.566 en la localidad lucense do Courel y 12.846 en la ourensana. Un día más tarde, el 15 de julio, se iniciaba un nuevo fuego en Ourense, concretamente en Vilariño de Conso. Allí, el incendio forestal dejó casi siete mil hectáreas calcinadas –6.999–.

El 16 de julio, en el municipio de Oímbra, dos de sus parroquias, Videferre y Rabal, amanecían con un color anaranjado que se iba tornando en negro. A pesar de la rápida respuesta de los bomberos y de los vecinos, se quemaron 2.850 hectáreas. Con todo, tras estos tres días tan nefastos para la comunidad gallega, parece que hubo una tregua, en lo que a grandes incendios se refiere, puesto que hasta el 3 y el 4 de agosto, Galicia no volvería a registrar estos enormes y terribles acontecimientos.

En esos dos días, mientras se combatían otros fuegos, las localidades de Verín, Boiro y Caldas de Reis vieron como las llamas comenzaban a engullir sus bosques y pradreras, a amenazar casas, a la par que obligaban al corte de caminos y carreteras. En estas localidades, se quemaron 785, 2.200 y 610 hectáreas, respectivamente.

El ‘via crucis’ de Zamora. Tras el repaso por Galicia, si nos centramos en el resto del territorio nacional, es preciso hablar de la situación que vivió Castilla y León, concretamente Zamora.

La región zamorana ya no comenzó el año con buen pie, pues antes de llegar a marzo, ya registraba dos grandes incendios que arrasaron 1.924 hectáreas.

Esto podría considerarse como un aviso, porque tres meses más tarde, el 15 de junio, comenzaría el ‘vía crucis’. Ese día comenzaría el segundo incendio más grande de Zamora y de España, el ocurrido en Riofrío de Aliste. Allí, las llamas arrasaría más de 24.000 hectáreas para dejar todo negro a su paso, ya fuera campo, árbol o casa. Nada podía frenar el fuego.

Tras este suceso, los zamoranos estuvieron mucho más alerta para evitar que se repitiese, sin embargo, no lo lograron, pues un mes después, en Losacio, tendría lugar el incendio más grande de este verano español.

Esa localidad, de apenas noventa habitantes, sería testigo de la cara más terrible del fuego. Allí, aparte de las 26.182 hectáreas arrasadas, se lamentaría la pérdida de tres personas que murieron luchando por salvar lo que más querían, a sus familiares.

23 ago 2022 / 01:00
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