Los huracanes, cada vez más cerca de Galicia por el cambio climático

Con el cambio estacional –este sábado, a las 23.44 horas, entra el verano–, la Agencia Estatal de Meteorología ofrece su conferencia informativa, en este caso con el resumen de la primavera que finaliza de la que se destacan sus anomalías, la probabilidad de como vendrá el verano, pero sobre todo advirtiendo como el clima está cambiando, lo que propicia que no será extraño que los huracanes nos alcancen.

Por ello, y en el caso de Galicia en la estación que vamos a estrenar, se debe tener en cuenta para prevenir los incendios forestales, los vientos que los avivan. Y de ahí el apunte de que cada vez haya más posibilidades que un huracán llegue rebotado del Caribe a nuestras costas, como ya sucedió con los restos de Ofelia en octubre de 2017, pueda ser un potencial riesgo que ayude a la propagación del fuego por el bosque.

Por ello la conferencia de prensa del físico Francisco Infante, delegado de la Aemet en Galicia, celebrada en las últimas horas en la Delegación del Gobierno, haya tenido más transcendencia de lo habitual por los conceptos expresados. La comenzó con el repaso a una primavera que fue la cuarta más cálida en cuanto a registros de temperaturas en el último medio siglo, solo superada por las de 1997, 2011, y 2017. Curioso este detalle de que entre hito e hito se vaya acortando cada vez a la mitad el tiempo (14, 6 y 3 años) para que se repita la situación de ser muy cálida.

Recordó, al respecto, que ya la primavera de 2019 fuera muy cálida y seca, salvo junio más frío y húmedo de lo habitual. A ello siguió que el verano fuera normal así como el siguiente invierno. Así desde hace un año tan solo el mes de noviembre no fue más cálido de lo normal en esa media histórica desde 1971. Y por ello, advirtió que, por este ascenso de temperatura, que también afecta al mar, los centros especializados en predicción de huracanes del Caribe, que tienen su temporada del 1 de junio al 30 de noviembre, avisan que este año se espera una mayor actividad de lo normal.

En este punto, Infante recordó que ya desde hace años nos rozaron, bien como de categoría 1 (la más baja) o tormenta tropical tras girar en el Atlántico. Ahí está el caso de Ofelia que impactó en Irlanda pero sus vientos ayudaron a propagar algunos incendios forestales cercanos a la costa gallega, y otro más que hubo y se deshizo el año pasado en esta latitud, aunque por suerte, lo último sucedió a bastantes millas en el interior del oceáno Atlántico.

AUMENTAN LAS POSIBILIDADES. “Hay una tendencia cada vez mayor en la trayectoria de los huracanes que los lleva a unas latitudes que no se corresponden con lo habitual, y es un hecho atribuible al cambio climático”, expresó el delegado de la Aemet, quien recordó que estas virulentas tormentas se forman en el trópico (habitualmente en el golfo de Guinea) en aguas con temperatura de 26 ó 27 grados, una cuestión que choca con la frialdad de los 16º en las rías gallegas.

No obstante tranquiliza saber por ahora que “es poco probable que lleguen a nuestras costas”, tras ese recorrido hacia el oeste que suele concluir en el Caribe. Sin embargo ya hace tiempo que alguno rebota en aquellas costas y acaba por las nuestras como en 1984 cuando el Hortensia entró con furor en Galicia y causó destrozos hasta en Santiago de Compostela.

Pero a la vez señaló que es más factible que cada año puntualmente alguno lo haga en comparación “a lo que sucedía hace 10 ó 20 años”, donde las posibilidades eran remotas. Así insistió que hay que estar atentos a la trayectoria de estos fenómenos.

Consideró más preocupante la posibilidad de que un verano más seco de lo normal, por la escasez de precipitaciones, aporte un mayor riesgo de que se produzcan incendios forestales.

“Estos dependen, además de la mano humana, de circunstancias como la humedad del suelo o el tipo de vegetación, pero en el ámbito meteorológico hay que extremar la vigilancia cuando coinciden tres, la temperatura alta, la humedad baja y el viento fuerte”, manifestó Infante, quien apuntó que esos tres condicionantes se siguen constantemente mediante unos índices para avisar de forma preventiva,

“Tal y como se espera el verano, el riesgo de que se produzcan fuegos forestales va a subir”, declaró el experto, quien englobó esta situación en el cambio climático, por lo que, una vez pase o se contenga la prioridad de la actual crisis sanitaria, “deben retomarse las acciones para minimizarlo porque es preocupante”, manifestó Infante.

Apuntó que sin unos remedios necesarios “seguirán aumentando los efectos no solo sobre la biodiversidad, sino en el aumento del nivel del mar, aunque ahora sea solo de centímetros, o de la temperatura media”, ya que es conocido que “todo ello nos va a afectar de forma segura con tormentas u oleajes más destructivos”, avisó.

“Hay que tomar medidas de mitigación de los efectos no solo para reducir la emisión de los gases de efecto invernadero a la atmósfera sino también para adaptarnos al oleaje que se producirá en la costa en el futuro”, relató, e insistió “Ésta es una situación muy preocupante”.

ALTO NIVEL DE RADIACIÓN. Otra cuestión que hay que tener en cuenta son los rayos ultravioleta, que llegan al suelo y a la piel de las personas que no la protegen en el verano, en lugares públicos como la playa o el campo. Incluso la presencia de las nubes no la mitiga, y como los farmacéuticos en su campaña anual de fotoprotección advierten, hasta bajo la mascarilla se debe extender crema solar de factor alto.

Al respecto, el delegado de la Aemet en Galicia, expresó que mucho se habla del agujero de ozono sobre el polo sur, pero “en pasados meses hubo otro más pequeño en el polo norte”, y por ello la radiación ultravioleta se encuentra en niveles muy altos, en el rango 8-9 que se considera ya un factor extremo.

Por ello, aunque “es improbable llegar al 10, hay que tener mucha precaución con el sol”. Ya a final de abril, se marcó el nivel 9, y si bien bajó un punto en los últimos días, a partir de ahora será lo más habitual hasta el otoño.