Lugo y Santiago, a por 100.000 habitantes

Aunque es la provincia española que más población perdió en los últimos 125 años, casi 130.000 personas entre 1987 y 2019, la capital de la provincia de Lugo, la bimilenaria Lucus Augusti, quiere saltar de los 97.220 vecinos censados a primero de enero del año pasado a la cifra mágica de los 100.000 moradores. El covid ha frenado las expectativas, pero el objetivo se mantiene.

Sus aspiraciones demográficas son las mismas que las de Santiago que, con 97.982 habitantes registrados en 2019, sueña con convertirse, al igual que Lugo, en la cuarta urbe más poblada de Galicia, tras Vigo, A Coruña y Ourense, capital esta que ha descendido de los 103.188 habitantes de 2018 a 103.156 el pasado año.

La meta a conseguir no es fácil, más en una provincia que, como Ourense, se despuebla de año en año. Pese a ello, desde el gobierno local lucense se esfuerzan para que el padrón municipal alcance ese listón que implicaría, sobre todo, una mayor aportación financiera del Estado, que redundaría, en teoría, en beneficio de los ciudadanos.

La alcaldesa Lara Méndez pedía allá por el mes septiembre a los jóvenes que llegan a estudiar al campus universitario lugués que se empadronasen en la ciudad. Hacía esta demanda pensando en esos 3.000 vecinos que le faltan al padrón para alcanzar el escalón dorado de las cien mil personas.

A la hora de comparar los datos poblacionales de la capital lucense, las cifras oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE), a primero de enero de 2019, indican que el ayuntamiento de Lugo sumó los 97.220 moradores apuntados. Sin embargo, según el organismo local, a 31 de marzo del mismo año, el padrón había subido a los 99.348 avecinados. Según los números del organismo municipal, tan solo le faltarían 652 inscritos para alcanzar ese hito demográfico de manera oficial y convertirse en la cuarta urbe gallega con mayor población.

Desde el concello creen que, en la práctica, la capital lucense ya supera los 100.000 moradores, puesto que hay un alto porcentaje de vecinos en la sombra que viven y disfrutan de los servicios de la ciudad, pero no están empadronados. En ese grupo estarían los estudiantes universitarios, trabajadores temporales y otras personas de la comarca que trabajan en la capital, pero siguen empadronadas en sus municipios dormitorio de origen.

SANTIAGO CRECIÓ MÁS. La capital de Galicia, Santiago, en lo que respecta a las cifras oficiales está mejor situada que Lugo para alcanzar la marca de los 100.000 empadronados y alzarse con el título honorífco de la cuarta ciudad de Galicia que, de hecho ya ostenta por número de vecinos.

La capital compostelana, según los datos del INE, saltó de los 97.088 habitantes de 2018 a 97.982 a primero de enero del año pasado. Ganó 894 inscritos, frente a los 107 de Lugo.

A Santiago le ocurre lo mismo que a Lugo en lo que se refiere a población flotante. Del numeroso colectivo de estudiantes universitarios y de los vecinos del área comarcal que trabajan en Compostela, la mayoría no están empadronados. Según cálculos efectuados hace una década por el alcalde Sánchez Bugallo, la población real de la urbe rondaría los 130.000 habitantes. Apoyaba su estimación en las tarjetas sanitarias expedidas por el Sergas, 107.000, y en el censo de viviendas, además de en el contingente de universitarios -20.000-, de los que solo 3.000 son de la ciudad.