Mano tendida de la Sanidad privada para combatir las secuelas virales
Santiago. Con la mano tendida, Carlos Rus, presidente de la Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE) ha llamado este miércoles a la colaboración para atender las secuelas sanitarias que ha dejado la pandemia. Su efecto ha desembocado en “inquietantes listas de esperas quirúrgicas y de diagnóstico en un sistema público exhausto”, afirmó.
En este sentido, dicha agrupación, que aglutina a más de 1.300 entidades sanitarias y representa más del 80% de los centros hospitalarios privados, presentó su Radiografía del impacto de la COVID-19 en el sector hospitalario privado en 2020. Según dicho informe, la sanidad privada no dejó de mostrar su apoyo al Ministerio que custodia Carolina Darias, así como a las demás consejerías autonómicas que han gestionado la crisis del coronavirus.
Así las cosas, el sector ha sufrido “dificultades extremas” con un descenso significativo de su actividad ordinaria (en torno al 15%) y unos sobrecostes a mayores, por lo cual en estos momentos mantienen distintas reclamaciones en comunidades como Galicia, Andalucía, Castilla y León, Murcia y País Vasco.
Señalando que los centros privados atendieron en 2020 al 30% de los pacientes COVID ingresados, Carlos Rus evidenció que, pese a ser un sector “sólido, estratégico y que aporta equilibrio como recurso complementario al conjunto”, se optó por la infrautilización de sus recursos aun siendo parte del Sistema Nacional de Salud: algo que lamentó y achacó a las decisiones de gobernanza. ecg