Microplásticos, marea contaminante en Galicia
Desde mediados del siglo pasado el aumento de la producción mundial de plásticos se ha visto acompañado por una importante acumulación de basura plástica en el medio marino. Es un grave problema que afecta a la práctica totalidad de los océanos del mundo, del que Galicia no se libra. Y los llamados microplásticos se están convirtiendo en un contaminante emergente en las rías gallegas que preocupa a científicos y también al sector pesquero.
Una de las líneas de investigación del Instituto Español Oceanográfico (IEO), con sede en Vigo, está centrada en el control y estudio de la contaminación marina, con el objetivo de obtener datos sobre contaminantes inorgánicos y orgánicos (metales pesados, organoclorados e hidrocarburos) en sedimentos y biota a lo largo de las costas de Galicia y del Cantábrico, a fin de conocer sus niveles y su distribución espacio-temporal.
Según apuntan estudios realizados en este centro, la contaminación por microplásticos de los mares gallegos es una realidad, aunque de momento no la califican como “alarmante”. Indican que la cuestión a dilucidar no es su presencia sino el impacto real que tiene en el medio marino. Los científicos gallegos han descubierto que las partículas plásticas se están incorporando al ecosistema marino como un ser vivo, como una especie de microalga. Este hecho es un importante problema más, ya que están absorviendo la contaminación orgánica e inorgánica de los mares.
En los trabajos del IEO se ha descubierto que determinados metales y contaminantes hidrófobos, que son poco solubres en el agua, tienen tendencia a adherirse al plástico y conforman un binomio que se ha comprobado que está pasando a los organismos vivos.
EN ESTÓMAGOS DE PECES. De acuerdo con esas investigaciones, las briznas de plástico se están convirtiendo en un nuevo vector de contaminación que ya forma parte del medio marino y es preciso vigilar esta negativa realidad para evitar que empeore de cara al futuro.
Los científicos del centro vigués que investigan las aguas marinas gálicas ya han descubierto en sus análisis que peces, cuyos hábitats son aguas profundas, a unos 400 metros y a unas cuatro millas de la costa, tienen microplásticos en sus estómagos, algo que en principio no esperaban y que es una mala señal.
CLAVE: EL MEJILLÓN. Aunque cada vez están surgiendo más evidencias de los riesgos de los microplásticos para el medioambiente, el impacto de estas partículas en los ecosistemas acuáticos está lejos de ser comprendido. Un problema fundamental a la hora de evaluar los impactos derivados de ellos es la falta de protocolos de operación estándar para el muestreo y su detección.
El mejillón puede ser la clave que ayude a solucionar este problema y descubrir el daño que las particulas plásticas pueden ocasionar en los seres vivos, entre ellos los humanos.
Este lamelibranquio funciona como modelo en todo el mundo para estudiar el impacto del plástico. Es un organismo que permanece siempre en el mismo lugar lo que posibilita determinar el aumento o no de la contaminación y además es un gran filtrador de agua y los contaminantes químicos acaban pasando por su aparato digestivo.