Santiago
+15° C
Actualizado
sábado, 10 febrero 2024
18:07
h

Ourense es la única provincia donde los bajos comerciales en alquiler aumentaron desde enero

Las grandes ciudades gallegas siguen subiendo precios del metro cuadrado mientras la Galicia interior pierde interés // En total hay 6.350 locales en arrendamiento en la comunidad // La desaparición de entidades bancarias en muchos ayuntamientos de menos de 3.000 habitantes acrecienta la baja demanda

En la sociedad actual, en un país como el nuestro, en el que muchas personas deciden emprender por su propia cuenta y riesgo, poner a funcionar un negocio implica una inversión inicial en muchos aspectos, pero, sin duda, si se trata de un servicio al público, el principal gasto suele ser el arriendo de un local. Elegir bien la zona es fundamental para garantizar el éxito, pues no es lo mismo que se ubique en una calle desierta por la que apenas pasan personas a que esté en una plaza céntrica. Este es uno de los factores que influyen en el precio. El estado de conservación y reforma, los metros de la fachada o la cristalera, son otras de las variables que pueden disparar el precio del alquiler.

También es importante comprobar que hay suficientes establecimientos a disposición de los demandantes, pues la ley básica de la economía dice que a mayor demanda y baja oferta, mayor precio. En el caso de Galicia, actualmente la oferta existente en el canal de comercialización, en el conjunto de las cuatro provincias, es más que suficiente para atender la demanda. Pero, desde la Federación Galega de Empresas Inmobialiarias (Fegein), aprecian una atomización de la demanda en las áreas de influencia de las siete principales ciudades de Galicia, siendo mucho más reducida o marginal en el resto de ayuntamientos gallegos. Esto significa que, si buscas un local en un municipio pequeño, te será mucho más complicado de encontrar que en la ciudad.

Así, y según los datos emitidos por Fegein este lunes, sobre la comercialización de locales comerciales, existe una Galicia de dos velocidades. Unas áreas que avanzan y aglutinan el 80 % de la oferta y la demanda, y que prácticamente se desarrollan en cuarenta ayuntamientos de los 313 con los que cuenta la comunidad. Y otros 270 ayuntamientos gallegos con una demanda más reducida y que se deriva en la práctica al núcleo más céntrico de los municipios poblados, que representan únicamente el 20 % de la demanda actual, lo cual, es una anacrónica a tener muy en cuenta y que evidencia el despoblamiento y envejecimiento de los municipios de menos de 5.000 habitantes y su falta de poder de atracción para nuevas actividades económicas y de fijación de población.

En concreto, el precio medio del metro cuadrado de los locales comerciales ha crecido desde comienzos de 2022 en todas las ciudades gallegas a excepción de Ferrol y Ourense, donde se ha reducido hasta en 40 céntimos. La mayor subida se ha dado en la ciudad de A Coruña, donde se ha encarecido el metro cuadrado en 1,55 euros, pasando de los 7,20 euros que costaba en el mes de enero a los 8,75 de este julio. También en Vigo, Lugo y Santiago se produjeron subidas considerables, hasta 50 céntimos: de 6,90 a 7,40; de 5 a 5,50; y de 7,50 a 8, respectivamente. Así, Santiago se consolida como la segunda ciudad más cara de Galicia, con sus 8 euros por metro en los locales, solo por detrás de A Coruña, que alcanzó esos 8,75. La más barata, por contra, sería Ferrol, con 4,20 euros, menos de la mitad que A Coruña.

Traduciendo estos datos al alquiler real de un local, en la ciudad de A Coruña un local de cien metros cuadrados costaría unos 875 euros al mes, mientras en Ferrol estaría por 420. En Santiago, 800; en Pontevedra, 710; en Vigo, 740; en Ourense, 610; y en Lugo, 550.

La pregunta que surge a continuación del precio es: ¿Cuántos locales hay disponibles para arrendar? Por provincias es la de Ourense la que tiene un mayor número de bajos en oferta: 2.200. A comienzos de año era la de A Coruña, con 2.500. Sin embargo, en los seis primeros meses de 2022 todas las provincias a excepción de Ourense han disminuido el número de establecimientos en alquiler: A Coruña pasó de 2.500 a 2.100; Pontevedra, de 1.950 a 1.700; y Lugo, de 475 a 350. Mientras Ourense subió en cien, de 2.100 a 2.200. En el conjunto, a día de hoy hay 675 establecimientos menos en alquiler en la comunidad gallega que al inicio del año.

Por ciudades, nuevamente es la de Ourense la que dispone de mayor número de locales, con 1.350, y la única que incrementó su número desde enero. Le seguiría Vigo, con 975 (en enero eran 1.075); A Coruña, con 775 (900 en enero); y ya muy de lejos Santiago, con 325 (440 al comienzo del año); Ferrol, con 240 (265 al arranque de este 2022); y Pontevedra y Lugo, cada uno con 200 (frente a 270 y 240, respectivamente, en enero).

Por áreas, en la provincia de A Coruña, las que disponen de más bajos para arrendar con más de 3.000 habitantes serían Bergantiños (130), Arteixo (100) y Narón (90). En la provincia de Pontevedra: Morrazo (190), Salnés (150) y Porriño (110). En Lugo: A Mariña (110), Lemos-Chantada (70) y Sarria (45). Y en Ourense: Limia y Baixa Limia (90), Valdeorras (70) y Verín y Barbadás (ambos con 65).

HOSTELERÍA, RESTAURACIÓN Y TEXTIL COPAN LA DEMANDA. La hostelería, restauración, textil y actividades de alimentación son las que aglutinan la mayoría de las operaciones de locales comerciales en el conjunto de la comunidad. Siendo las calles más céntricas conjuntamente con los centros comerciales los predilectos para los demandantes de actividades económicas de ropa, bisutería, calzados y complementos.

También es más que significativo que aquellas calles más céntricas de las principales ciudades estén prácticamente tomadas por las grandes marcas y franquicias, con lo que el comercio local de toda la vida queda desplazado a las callas semicéntricas o periferia, al ser inasumibles los precios de arrendamientos de los locales en los núcleos céntricos de las principales ciudades.

La propiedad de un local comercial representa unos gastos medios anuales de tres mil euros, al tener que hacer frente a gastos como comunidad, IBI, mantenimiento de los servicios de agua o luz... Con lo cual, desde Fegein aconsejan a los propietarios que es mejor el tener un arrendamiento acorde al precio de mercado, que tener un local vacío que solo origina gastos y deterioro.

Asimismo, desde la federación plantean a las administraciones líneas de apoyo fiscales a arrendadores y arrendatarios en ayuntamientos de interior de menos de 5.000 habitantes al constatar la gran dificultad de dinamizar una oferta estática y una pérdida de valor patrimonial considerable.

Por último, al igual que en el mercado de la vivienda, constatan y así lo dicen, un alto porcentaje de municipios gallegos que están quedando anclados en áreas cada vez más deshabitadas y carentes de ningún atractivo a la hora de invertir por nuevos emprendedores y donde el relevo generacional es mínimo al finalizar la actividad económica en curso con la jubilación o cierre de sus propietarios. Quedando así cada vez más bajos vacíos que no se vuelven a alquilar y que son cada vez más en nuestros municipios del rural, lo que se ve agravado por el cierre masivo de oficinas bancarias que eran en muchos casos sostenes de actividades económicas.

Y es que desde la federación destacan que, en las entidades bancarias fusionadas y en la pérdida de oficinas sobre todo en los ayuntamientos demográficamente más débiles, donde existen menos clientes, demanda y rentabilidad, la afectación al dinamismo económico da de lleno en los municipios más pequeños, sobre todo del interior. Es decir, en la mayoría de los ayuntamientos gallegos, y, en concreto, los de menos de tres mil habitantes o, lo que para Fegein es lo mismo, en la siempre penalizada, mancillada, obviada y despreciada Galicia rural, con la provincia de Ourense a la cabeza de este nuevo despropósito.

En definitiva, una Galicia urbana que se desarrolla de una forma positiva en Vigo, A Coruña y Santiago. Una segunda línea de desarrollo que se da en las áreas de influencia de las ciudades de Ferrol, Lugo y Pontevedra. Un área de Ourense estancada y en declive, y decenas de ayuntamientos gallegos de interior de menos de 3.000 habitantes que quedan con un mínimo básico de actividades económicas y una demanda de locales prácticamente inexistentes a pesar de reducir sus precios.

04 jul 2022 / 10:38
  • Ver comentarios
Noticia marcada para leer más tarde en Tu Correo Gallego
TEMAS
Tema marcado como favorito
Selecciona los que más te interesen y verás todas las noticias relacionadas con ellos en Mi Correo Gallego.