Pulverizados todos los récords: ayer fue el día más cálido en Ourense en 50 años
Las temperaturas no bajarán de los 40 grados en la ciudad del Miño o de los 30 en la capital gallega hasta el domingo // Carnota llegaba a 34,7 grados a la mañana y por la tarde Arnoia marcaba 43,7
Más de 20 grados a la sombra, calor insoportable en el interior de las viviendas aún con las persianas bajadas, noches de sudor, días de playa o, en su defecto, río para mitigar los sofocos... Así vive Galicia lo que va camino de convertirse en el verano más cálido de su historia, al menos en algunas zonas, como en Ourense.
Y es que el problema ya no solo son las máximas registradas a diario, sino que no hay ni un momento de tregua en el que las mínimas sean suficientes para aplacar el calor acumulado durante el día. ¿Cómo va a haberlo si ya desde primera hora de la mañana hay zonas que superan los 30 grados?
En concreto, este martes llamaba poderosamente la atención que eran las zonas del litoral gallego las que registraban las temperaturas más altas, no las del interior. Y es que las nieblas matinales que contribuyeron durante la jornada del lunes a mitigar la subida de los termómetros hasta bien entrado el mediodía, no contaron con presencia este martes.
Así, según los registros de valores extremos de MeteoGalicia, el municipio coruñés de Carnota marcaba 34,7 grados a las 11,20 horas; misma hora a la que los ayuntamientos pontevedreses de Redondela y Meis llegaban a 34,5 y 34 grados, respectivamente. También 34 grados tenía el municipio pontevedrés de Cotobade (a las 11,10 horas) y el también pontevedrés Poio alcanzaba los 33,9 (a las 11,20).
Teniendo en cuenta que la máxima del primer día de la semana inmerso en esta gran ola de calor, el lunes, obtenía se daba en el lucense Ribas de Sil, con 31,3 grados a las 11,30 horas, y que este martes estaba más de tres grados por encima de ese registro Carnota a la misma hora... ¿Qué se podía esperar para el resto del día? Pues, precisamente, lo que terminó sucediendo.
la ola de calor de oeste hacia el este. La máxima de toda la jornada, según los datos aportados por MeteoGalicia, llegó a las 16.50 horas en Arnoia, con nada menos que 43,7 grados. Por su parte, la ciudad de Ourense registró 43,3 grados a las 18,10 horas, lo que supone una pulverización de todos los récords desde que hay registros. Nunca había existido una jornada tan cálida como la de ayer en los últimos cincuenta años.
Desde el 2013 cada año fue sumando un poco de incremento en sus temperaturas máximas, como norma general, siendo los más cálidos hasta la fecha los de 2018 y 2020, que han sido ya superados por el 2022 en Ourense. la máxima para la ciudad del Miño en 2018 había sido de 41,7 grados (dos grados menos que este martes) y en 2020 de 40,5 (3,2 menos).
SANTIAGO SEGUIRÁ POR ENCIMA DE LOS 30 OTROS CUATRO DÍAS. Y, más allá, de esa peculiaridad que siempre tiene la provincia de Ourense y el sur de Lugo, cabe destacar que la costa seguirá viviendo días de extrema calor, centradas sobre todo en la zonas de las Rías Baixas. Pontevedra llegaría mañana, por los valores previstos por la Aemet, hasta los 35 grados y a los 34 el jueves. Por su parte, Ribeira también fijaría los 34 el viernes. Y sería el sábado cuando se bajaría de los 30, hasta los 27 en la zona.
Ya en la provincia de A Coruña, digamos que en las zonas del litoral la ola de calor tendrá menos intensidad, pero Santiago sufrirá enormemente, como ya lo ha hecho estos días. No será hasta el domingo cuando los termómetros bajen de los 30 grados: 36 mañana, 37 el jueves –día con más temperatura–, 35 el viernes y 30 el sábado. El domingo se caería hasta los 29.
Eso sí, hay que mostrarse prudentes con estas previsiones, pues todavía podrían sufrir cambios. De hecho, a comienzos de semana la Aemet registraba una temperatura de 40 grados para el jueves en Santiago, y una jornada después la ha reducido a una máxima de 37 (tres grados menos). Aún así serían valores históricos, de alcanzarse, pues únicamente en el 2018 hubo un día con más calor, superando los 37 (37,6).
Lo peor de la situación tanto en la capital como en el interior o en cualquier otra zona de Galicia, incluso en la costa, es la casi total ausencia de viento, lo que hace que la sensación térmica no sea menor a la temperatura.
Ourense era este martes la única zona de todo el país con aviso rojo por calor sofocante, con un riesgo extremo de incendios forestales y con un trabajo preventivo en su área sanitaria por si sube la carga asistencial a causa de las complicaciones asociadas a este fenómeno. Con todo, la Xunta optó también por extender la situación de alerta máxima por ola de calor a toda Galicia.
Así las cosas, la mitad del territorio gallego estaba en riesgo extremo de incendio forestal este martes, jornada en la que solo A Mariña luguesa estaba fuera de los niveles más altos, según el Índice de Riesgo Diario de Incendio Forestal (IRDI), elaborado por Medio Rural.
Y no hubo que esperar mucho para entender por qué. A primera hora de la mañana la Xunta informaba de que un incendio forestal permanecía activo desde las 22,30 horas de la noche anterior en el municipio ourensano de Rivadavia, y en e,que habían ardido ya 35 hectáreas y que obligó a cortar la N-120.
En las tareas de control participaron cuatro agentes, 15 brigadas, once motobombas y una pala. En total, hay unos 7.000 efectivos desplegados por toda Galicia.
Cabe recordar también que fue a las 22,35 horas del lunes cuando el incendio declarado en la parroquia de Ambosores, en el municipio lugués de Ourol, quedaba extinguido. La superficie afectada por las llamas fue de 6,4 hectáreas y, según el alcalde del propio municipio, el fuego habría sido intencionado. E.P.