Salen a la luz las entrañas de la mítica villa romana de Proentia

Los secretos escondidos de la mítica villa romana de Proendos (Proentia), en el concello lucense de Sober, están saliendo a la luz poco a poco. Este importante hallazgo arqueológico ha sido incluido en el top ten del pasado año de los descubrimientos más destacados en el terreno de la arqueología en la geografía gallega, que elabora el Parque Arqueolóxico da Cultura Castrexa, dependiente del departamento de Cultura.

La aparición de estos restos romanos en las tierras del vino de Amandi, posiblemente una hacienda rural de un terrateniente, se produjo en una campaña de excavaciones en septiembre del pasado año, a raíz de los indicios hallados en unas prospecciones hechas con georradar en el otoño de 2019, por iniciativa del ayuntamiento de Sober, en especial de su alcalde, Luis Fernández Guitián.

Esas prospecciones revelaron la existencia de un extenso complejo de restos en el subsuelo de viejas construcciones, en el entorno de la iglesia parroquial de Proendos. Desde antiguo, la tradición oral situó en este lugar a la mítica Proentia romana, una suposición que se convirtió en realidad y que facilitó a los arqueólogos el trabajo de sus excavaciones para sacar a la luz, en poco tiempo, los vestigios de varias de esas arquitecturas enterradas.

RESIDENCIA RURAL. En los cinco sondeos del subsuelo practicados en un par de fincas cercanas a la iglesia, encontraron, en una de ellas, restos de una construcción de amplias dimensiones que podrían ser los de una pequeña villa romana, es decir, una residencia rural de un patricio terrateniente, que se correspondería con el núcleo de una explotación agrícola de la época. Esta estructura, que abarca una superficie de unos 3.000 metros cuadrados, había sido detectada en las prospecciones hechas con el georradar.

En otra parte de la misma finca, se dejaron al descubiertos los restos de un hipocausto, sistema de calefacción usado en la Roma imperial en las termas y grandes villas. Aquí aparecieron ladrillos que formaban parte de los pilares en los que se apoyaba el suelo de la casa, que se calentaba por irradiación.

UN HÓRREO ÚNICO. Otra huella romana desenterrada en Sober fue un hórreo con una tipología única en Galicia hasta la fecha, según aseguraron los arqueólogos responsables de la excavación.

Se trata de un granero construido a base de muros paralelos, cuya estructura es inusual en el noroeste ibérico y solo se conocen dos ejemplares en el norte de Portugal. A pocos metros de esta reliquia, datada en la época altoimperial (entre los siglos I y II), aparecieron los restos de muros y un gran recipiente cerámico de la misma época con dibujos geométricos de factura castreña.

Otro vestigio constructivo desenterrado, en este caso fechado como del Bajo Imperio, entre los siglos III y V, fue una gran sala con planta en forma de ábside de más de una decena de metros de longitud, en la que aparecieron restos de mosaicos de colores y que, según todos los indicios, debió pertenecer a un edificio residencia en esta villa rural.

El concello de Sober trabaja ya para presentar a la Dirección Xeral de Patrionio Cultural un plan para dar continuidad en este año a las excavaciones en Proendos, a ser posible en la primavera o verano, para hacer nuevas catas en el subsuelo de las zonas donde las prospecciones del radar revelaron la existencia de más construcciones. El alcalde quiere rescatar para Sober y para la Ribeira Sacra este singular patrimonio y ponerlo en valor lo antes posible, con el apoyo de Cultura.