Situación crítica en la ganadería gallega por contagio del golpe a la hostelería

Ganaderos y ganaderas gallegas pertenecientes al Sindicato Labrego Galego se concentraron cumpliendo los protocolos de seguridad por la covid-19 ante la sede de la Consellería de Medio Rural en Santiago para denunciar la falta de medidas ante la brutal crisis de precios en el sector.

La debacle comenzó en marzo, cuando se decretó el estado de alarma. Las cerca de 20.000 granjas censadas en Galicia, para el SLG uno de los pilares que “Vertebra o noso medio rural”, están entre las actividades que más sufrieron el impacto del confinamiento y el cierre y restricciones a la hostelería, “encaixando unha caída nos prezos dende aquela da que aínda non se recuperou”. Denuncian además que “a pesares de que xa denunciamos esta problemática no último Consello Agrario Galego, o pasado 16 de xuño, tres meses despois a Consellaría de Medio Rural segue sen adoptar ningunha medida de apoio para o sector”.

Indican en un comunicado desde el SLG que “temos denunciado que o prezo medio das liquidacións entre abril e xuño foi de 4,17 € por quilo/canle en tenreira de calidade suprema e de 3,50 € quilo/canle en tenreira normal”. Así, mientras que en marzo se mantuvieron estables las cotizaciones, “ enabril, maio e xuño apréciase un descenso ao redor dos 50 céntimos por quilo”. La depreciación es aún más brutal en la carne de desvieje que, en algunos casos, “chegou a encaixar caídas no prezo do 50 %”.

Entienden que el cierre y posteriores limitaciones en el canal Horeca (hoteles, restaurantes y cafeterías) influyese en la caída de la demanda y, por tanto, precio de la carne, que COAG cifró en un 33 % y no pudo ser conpensado por el alza de consumo de los hogares. Sin embargo, denuncian que la crisis se utilice por industrias y distribución “para impoñer unha baixada xeneralizada dos prezos”.

Demandas a la Consellería

El Sindicato Labrego Galego aprovechó para registrar un escrito en la Xunta solicitando una reunión urgente con el conselleiro de Medio Rural, José González, para buscar soluciones a este problema y paliar las pérdas provocadas por la crisis en el vacuno de carne.

El SLG defiende medidas específicas en su apoyo, que van de las ayudas directas urgentes a corto plazo para paliar las pérdidas provocadas por la covid-19 y garantizar la continuidad de las granjas, muchas de ellas en zonas desfavorecidas y de alta montaña. “A mellor maneira de activar estas axudas sería autorizar un pago adicional por becerro sacrificado vinculado a vaca nutriz que permita equilibrar os prezos; ou facer un pagamento directo por vaca nutriz ou por granxa, xa que se estaría a pagar directamente a quen produce os xatos”, sostienen.

Más a largo plazo, recetan ordenar la cadena alimentaria para evitar abusos de la industria que es quien está imponiendo los precios en detrimento de la IXP Tenreira Galega; y apoyar otras vías de comercialización alternativas, como la venta directa. Alegan que Medio Rural aún no gastó ni un céntimo de los 4,5 millóns de euros que recoge el Plan de Desenvolvemento Rural PDR 2014-2020 para esta última finalidad.

Inyectores de purín

Otra cuestións que quiere tratar el SLG con González es el Real Decreto de normas para a nutrición sostenible de los suelos agrarios, cuyo período de alegaciones está abierto, y sobre o que se debe pronunciar la Consellaría para evitar que el texto final sea lesivo para los intereses de los sectores ganaderos en Galicia. Éste podría obligar a comprar inyectores de purines, “maquinaria carísima e innecesaria que non serviría para solucionar o problema das emisións de gases con efecto invernadoiro e que é absurdo impoñer a granxas que traballan con base territorial e pastos, como as que predominan na Galiza”.