Sólo uno de los tres proyectos tractores de la Xunta tiene financiación Next Generation

La irrupción del coronavirus provocó una crisis mundial sin precedentes que requiere una respuesta a la altura del desafío. Para salir del bache, la Unión Europea apostó por articular un importante paquete de ayudas destinadas a la modernización de la economía, la recuperación del crecimiento y la creación de empleo. Sin embargo, ese teórico esfuerzo no se traslada a la práctica en España con la eficacia esperada.

Prueba de ello es que sólo uno de los tres proyectos tractores seleccionados en su día por el comité de expertos económicos y estimulados por la sociedad Impulsa Galicia a fin de contribuir a la reactivación postpandemia y caminar hacia una industria del siglo XXI sostenible, digitalizada y descarbonizada cuenta con financiación concreta de fondos Next Generation.

Se trata de la iniciativa liderada por Reganosa y EDP para la generación de hidrógeno verde a partir de energía renovable en As Pontes (A Coruña) que incluye una inversión de 156 millones y la generación de 60 empleos directos y 200 indirectos. Por ahora recibió 13,9 millones en una de las convocatorias del Perte de energías renovables, hidrógeno renovable y almacenamiento (Ehra) y 10 en otra, aunque es una adjudicación provisional a falta de confirmación definitiva.

Otro de esos proyectos destinados a ser un motor económico de la comunidad en la era post covid es el orientado a la transformación de la madera en fibra textil en Palas de Rei (Lugo). Para su puesta en marcha se contempla una inversión superior a los 800 millones, con una previsión de 2.500 puestos de trabajo directos e indirectos. Será un potente generador de sinergias con otros sectores clave como el forestal y el textil y es el único de estas características previsto en Europa.

La papelera portuguesa Altri costeará el diseño y desarrollo de esta iniciativa hasta llevarla al momento de la inversión, previsto para el primer semestre de este año. Tras anunciarse la localidad lucense como el emplazamiento elegido para implantar la factoría, la compañía sigue avanzando en el estudio de impacto ambiental, el proyecto de ingeniería, la viabilidad económica, la financiación y el acceso a fondos de la UE. El pasado 29 de diciembre, el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, anunció la declaración del proyecto como estratégico para Galicia de cara a facilitar su tramitación administrativa.

A mayores, Impulsa Galicia colabora con Reganosa, Repsol y Naturgy para desarrollar la economía circular con una iniciativa que transformará a gran escala los residuos generados por las explotaciones ganaderas en biometano, fertilizantes orgánicos y CO2 neutro de origen biológico.

Con una inversión aproximada de 146 millones, en su primera fase prevé tratar anualmente 1.240.000 toneladas de purines excedentarios y se producirían unos 300 gigavatios hora (GWh) de biometano que se inyectarían a la red de gas natural. Este gas renovable se utilizaría para descarbonizar distintos sectores, como el del transporte, el residencial y el industrial, pudiéndose emplear en los procesos de la refinería de Repsol en A Coruña.

Una vez desplegado el proyecto global, se evitaría la emisión a la atmósfera de unas 500.000 toneladas anuales de CO2 y se crearía empleo de calidad en el marco de la transición ecológica y en lugares poco poblados. En suma, algo más de 600 puestos de trabajo directos y 1.900 indirectos, considerando tanto la explotación de las plantas como la logística de transporte.

galicia hizo los deberes. En Galicia, tanto desde la parte pública, como desde la empresa privada “se ha hecho lo que pedía Europa para optar a los fondos de recuperación: la elaboración de proyectos transformadores de la economía bajo las premisas de primar la sostenibilidad y la digitalización”, indican desde la sociedad público-privada. “La comunidad ha hecho los deberes”.

Sin embargo, añaden, los Perte “no están cumpliendo las expectativas creadas”. Su diseño actual obliga a los promotores a tener que presentar los grandes proyectos a pequeñas convocatorias que no responden a las necesidades de este tipo de iniciativas, optando a cantidades mucho más pequeñas de financiación de las previstas, o de las que realmente necesitan.

Desde la Xunta llevan meses recelando de la gestión del Ejecutivo central y advirtiendo sobre el riesgo de que la inyección de los Next Generation termine en fracaso. Reclaman, entre otros puntos, una mayor cogobernanza. Preocupan sectores como la automoción, donde Stellantis, con planta en Vigo, quedó fuera del primer Perte del vehículo eléctrico y conectado , que ahora La Moncloa pretende reformar . Sobre Altri, el presidente Alfonso Rueda espera que el Gobierno concrete en estos meses la financiación. “Llevan un año mareando la perdiz”, reprochó.

Creada en 2021 por la Xunta, Abanca, Reganosa y Sogama, Impulsa-Galicia tiene encomendado el desarrollo de iniciativas tractoras que incidan en la dinamización, progreso y transformación de la economía gallega a través de un modelo verde y digital. Conceptualiza, busca socios industriales y agiliza los proyectos, aunque no invierte en la ejecución.