“Trabajar con madera local, ayuda al desarrollo económico sostenible y a la creación de empleo”

España es el país del ladrillo, ¿la construcción en madera es una alternativa viable?

Por supuesto. Además de ser una opción viable y competitiva, contribuye a que las ciudades sean más sostenibles. La madera está ligada a los oficios tradicionales, pero ya no es solo un material artesanal. La industria y la investigación científica han trabajado codo con codo para desarrollar productos de madera tecnológicos, normalizados y más eficientes para satisfacer las necesidades del mercado de la construcción. Un ejemplo de ello es el CLT, el producto estrella de los últimos años. Gracias a estos paneles de madera contralaminada es posible construir edificios de varias plantas con estructura de madera. En Cataluña, Madrid y País Vasco, sin ir más lejos, se pueden encontrar varios ejemplos.

¿Un edificio de madera cumple los mismos requisitos que uno de acero o de hormigón?

Sí. Un edificio de madera cumple las mismas garantías de fiabilidad estructural, durabilidad y servicio que si se construye en hormigón o acero. Desde hace muchos años la madera está incluida junto con el acero o el hormigón en el Código Técnico de la Edificación español y en las directivas europeas como los Eurocódigos.

Dicen que la madera está de moda. ¿Es solo tendencia o hay detrás una voluntad de ser respetuoso con el medioambiente?

Pienso que es algo más profundo que una moda. Cada vez somos más conscientes de los problemas que conlleva el cambio climático y hemos ido cambiando aspectos de nuestra vida que antes pasábamos por alto. Reciclamos, usamos menos plásticos y queremos reducir la huella que dejamos en el planeta. También queremos vivir de una forma más sana y consciente, cuidando el entorno que nos rodea. Pienso que nuestros edificios deben ser también reflejo de este estilo de vida, donde la madera encaja perfectamente porque es atractiva, sostenible y su uso pone en valor nuestro patrimonio natural.

¿Qué ventajas tiene la construcción con madera frente a otros materiales de construcción?

Para empezar, la madera tiene valores de conductividad que se acercan mucho a los de los aislamientos. Con madera reducimos puentes térmicos y podemos diseñar muros de menor espesor, pero con las mismas prestaciones que con otros sistemas constructivos como el ladrillo o la termoarcilla. Esta es la razón por la cual más del 40 % de edificios certificados bajo el exigente estándar de construcción eficiente Passivhaus están construidos con madera.

La madera permite acortar los tiempos de construcción. La obra es más limpia y precisa, el edificio es más ligero y la cimentación es más sencilla y económica. Desde el punto de vista de la conciencia medioambiental, construir con madera implica consumir menos energía y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Me gusta trabajar con madera porque es el único material de construcción renovable, que almacena CO2 y que tiene un coste energético de producción muy inferior al del hormigón o el acero.

El confinamiento de los últimos meses nos ha obligado a pasar en casa mucho más tiempo de lo que estábamos acostumbrados. ¿Piensas que esta situación nos ha hecho plantearnos la necesidad de vivir de una forma diferente?

Sin duda, pasar más tiempo en casa nos ha hecho darnos cuenta de lo importante que son espacios como la terraza, el balcón o el jardín, que nos conectan con la naturaleza y con el exterior que tanto necesitamos. Buscamos espacios versátiles que nos evoquen tranquilidad, calidez y comodidad. Todo ello sin tener que invertir grandes cantidades de dinero en calentarla o refrescarla.

Los clientes que han empezado a trabajar conmigo después del confinamiento comparten esta visión y ven en la madera el material natural perfecto para diseñar una vivienda que cumpla todos estos requisitos.

¿Es posible construir estos edificios con madera de origen gallego?

Sí es posible y es el objetivo a medio plazo de la Fundación Arume de la que formo parte como colaboradora. Los arquitectos necesitamos que existan en el mercado productos de madera estructural fabricados con madera de calidad procedente de una silvicultura cuidada y específica. Esto ya existe. El reto ahora es conseguir que esa madera haya crecido y se haya procesado lo más cerca posible de la obra.

Eres colaboradora en Arume, ¿por qué una arquitecta forma parte del proyecto que impulsa la Fundación Arume?

La Fundación Arume surge para cuidar y conservar el pinar gallego y tiene muy claro que solo se pueden lograr resultados si se trabaja en conjunto en tres frentes relacionados entre sí: el monte, la industria y el producto. Por ello, en los proyectos de Arume están presentes propietarios forestales, viveros, empresas de servicios, la industria forestal, universidad y centros tecnológicos, y también nosotros, los arquitectos. Toda la cadena de valor de la industria forestal gallega.

Los arquitectos conocemos las necesidades del cliente final de los productos de madera y nuestra visión es necesaria para perfeccionar los pasos previos. Durante estos últimos meses, junto con otros compañeros arquitectos gallegos, he colaborado en la puesta en marcha de la identidad de marca del proyecto desde una de las cuatro líneas estratégicas de Arume.

¿Cuáles son las ventajas de utilizar madera de origen gallego?

Trabajar con madera local ayuda al desarrollo económico sostenible y a la creación de nuevos empleos en el entorno próximo. Además, la gestión de los recursos es mucho más eficiente.

¿Por qué traer madera de fuera, con el gasto energético que implica, si podemos utilizar la de aquí?

En un futuro próximo la fachada de un edificio en Santiago podrá revestirse con madera de pino termotratada, un material durable al exterior, sin químicos y dimensionalmente muy estable. Esa fachada podrá ser instalada por un equipo de carpinteros de la ciudad y fabricada por una industria local a base de madera procedente de montes gallegos.

Cuando hablamos de madera hay una pregunta que siempre se hace todo el mundo, ¿cortar árboles para construir es malo? ¿estamos deforestando nuestros bosques?

No. Aunque vaya en contra de lo que nos han enseñado siempre, construir con madera en realidad es fomentar la conservación de los montes. En Europa cada vez se utiliza más madera y cada vez tenemos más superficie de bosques. Según datos de la FAO, entre 2005 y 2020 los bosques europeos crecieron 58 390 km², casi el doble de la superficie de Galicia. Equivale a dos veces la superficie de la Plaza del Obradoiro cada día.

¿De dónde procede la madera que se utiliza en este tipo de edificios?

La madera con la que trabajamos habitualmente en Europa procede de bosques gestionados de forma responsable, con certificaciones que garantizan una explotación sensata y cuidada de nuestro patrimonio forestal. Por eso, construir con madera es cuidar y valorar nuestro monte.

Actualmente la mayor parte de la madera para construcción se está importando de países del centro y norte de Europa. Esperamos que con el trabajo de la Fundación Arume pronto podamos ver cómo la madera gallega se incorpora con fuerza al sector de la construcción en nuestro país y, por qué no, fuera de nuestras fronteras.