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Obras. Después de 15 años, los barrios de Caranza, San Xoan-O Bertón, Recimil, Ultramar y el Ensanche A van a ver cumplido el proyecto de humanización para su unificación TEXTO Iago Couce

Un proyecto pionero en nuestro país pondrá fin al ‘aislamiento’ de Ferrol

Alegría. Necesario. Un antes y un después. Así es como definen algunos de los presidentes de las asociaciones de vecinos, la puesta en marcha, más de quince años después, de un plan de humanización y urbanización de cinco barrios de la ciudad de Ferrol.

El pasado mes de mayo, saltó la bomba oficial. El Mitma (Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana) hizo oficial la ejecución del proyecto de humanización de la Avenida de As Pías, la puerta de entrada a la ciudad departamental.

Estas obras forman parte de una actuación que, en su conjunto, tiene como objetivo convertir 1,1 kilómetros de la FE-14 –entre los km 0,000 al 1,100– en una vía urbana para incrementar la seguridad vial, impulsar la movilidad sostenible y romper las barreras entre los barrios, lo que supondrá una notable mejora en la calidad de vida de los vecinos pertenecientes a los barrios de Caranza, San Xoan- O Bertón, Recimil, Ultramar y el Ensanche A.

Cifras de récord. La humanización de estas zonas se dividirán e dos tramos, el primero –que empezará en la Trinchera y desembocará en el monumento de Porta Nova– transcurrirá entre el kilómetro 0 hasta el 0,6, mientras que el segundo tramo, y el primero en iniciarse, será desde el 0,6 hasta el 1,1, hasta la calle Marqués de Santa Cruz, por la que transcurre el viaducto que desemboca en A Gándara, en la ciudad de Narón.

En total, se estima que la obra durará 27 meses y supondrá un desembolso de 10,6 millones de euros, repartidos en 5,4 para el tramo que afecta a Caranza y al Bertón.

Con ese montante, según el Ministerio, se moverán un total de 167.000 metros cúbicos de tierras y se crearán 40.700 metros cuadrado de zonas verdes, 14.900 m2 de aceras y 1.530 m2 de carril bici. Todo esto estará financiado con el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la Unión Europea, que prevé dejar varios millones de euros en la ciudad.

A simple vista, parece que el proyecto de humanización es muy ilusionante, y realmente, lo es. En palabras del delegado de gobierno, José Miñones, durante la inauguración y ‘comienzo oficial’ de la obras, el pasado 1 de junio, señaló que “Ferrol va a ser el espejo en el que se van a mirar las ciudades de toda España”. El mandatario justificó esta decisión en base a la inversión que se va a realizar puesto que “es la mayor en materia de Agenda Urbana”, subrayó.

Asimismo, Miñones indicó que “en cuestión de dos años y medio, el vecindario de Ferrol podrá disfrutar de un nuevo espacio de entrada a la ciudad, más habitable y cohesionado”.

A su vez, el delegado del gobierno en Galicia apuntó que su principal objetivo será “hacer ciudad. En poco veremos cómo ganan espacio los peatones y las bicicletas, cómo el vecindario disfruta de nuevas áreas de ocio y cómo esta carretera se convierte en una vía urbana más amable y segura”.

Tras estas declaraciones, está claro que todos los ferrolanos están muy emocionados por este proyecto que, aunque llega tarde, puede suponer una gran innovación en una ciudad muy afectada por la crisis económica y por la dejadez para arreglar sus monumentos y localizaciones más emblemáticas.

Además, en esta ocasión, esta reforma, presentada hace más de quince años, se puede llevar a cabo por una serie de coincidencias con los gobiernos nacional, autonómico y local. En este sentido, el alcalde de Ferrol, Ángel Mato, afirmó que, para llevar a cabo este enorme proyecto de humanización, se necesitaron “muchos meses de trabajo, de negociación, siendo muy pesado”, añadiendo que cree que “el proyecto va a merecer la pena”.

¿Qué se va a hacer? La respuesta a esta pregunta es sencilla. Se eliminarán dos pasos elevados y uno subterráneo. Se creará una gran rotonda para mejorar el flujo del tráfico. También se dispondrán, en cinco puntos de los tramos a mejorar, de pasos de cebra y semáforos con pulsador para que los peatones puedan cruzar de manera segura. Además, de los dos carriles existentes a cada lado, el derecho a ambos sentidos, será exclusivo para los servicios. A su vez, los márgenes se convertirán en parques lineales, es decir, contarán con árboles y césped sobre un trazado con carril bici, áreas de juego y zonas de estancia.

Todas estas reformas, se pretenden llevar a cabo en 27 meses, y, por qué no, exportarlo a otros barrios de otras ciudades.

Desde los barrios afectados –Caranza, San Xoan-O Bertón, Ultramar, Recimil y Ensanche A– esta reforma está muy bien valorada por todo lo que les puede aportar. “Para el barrio va a ser un antes y un después. La eliminación de la barrera, tanto con Recimil como con Caranza, nos va a dar mucho”, afirmaba el presidente de la Asociación de Vecinos del Bertón, Andrés Medín.

Asimismo, añade que “la movilidad y las conexiones con otros lugares va a mejorar muchísimo y puede que, con suerte, nos ayude a que inviertan más en el Bertón, con la construcción de edificios”. Con estas afirmaciones el mandatario de la agrupación vecinal quiere hacer un llamamiento para que no se abandone su barrio, pues “viven 9.000 personas y estamos incomunicados. Nos dejaron sin transporte público y es complicado acercarse al centro si no dispones de coche o de alguien que te lleve”, apostilló.

Por eso, Andrés Medín espera que este reforma traiga cosas positivas y que se acabe con el abandono de uno de los sitios más emblemáticos y conocidos de todo Ferrol.

Para su colega de cargo en la asociación de Caranza, María del Pilar ‘Mapi’ Rodríguez, asevera que “para nosotros es una obra importantísima. Después de la conclusión del polígono, casi la más importante”. Justifica esta afirmación afirmando que “a pesar de que Caranza es un barrio que se hizo a si mismo y cuenta con todos los servicios para atender a los vecinos –tiene un hospital, un centro de salud propio, una oficina de Correos y colegios tanto públicos como privados–, esta obra nos va a venir bien porque nos va a permitir unificar los barrios, dejar de ser esa península que siempre fuimos y formar parte de la ciudad”.

Natalia Ares, la presidenta de la agrupación vecinal de Ultramar, coincide con su dos homólogos y señala que “estamos muy contentos por todo el tiempo que llevamos esperando por este proyecto”. “Nos va a permitir abrir los barrios y, en nuestro caso, nos va a dar más la luz y eliminar los accesos tan peligrosos donde no hay mucha seguridad”, cuenta la mandataria. Con esta afirmación, se refiere a los túneles, estrechos y poco iluminados, donde apenas caben los coches. Además, el pasadizo peatonal tampoco está mucho mejor y, en los últimos años, se volvió un punto conflictivo.

Muchas ventajas y pocas desventajas. Cómo se observa, los tres presidentes coinciden en todos lo bueno que tiene este proyectos. Ellos esperan que se cumpla todo lo prometido y que sus barrios puedan resurgir y alimentar, aún más, a Ferrol. Algunas de estas ventajas va a ser la eliminación de los tapones de tráfico, las barreras arquitectónicas para cruzar, principalmente los túneles y los puentes que están muy desgastados, o la creación del carril bici.

Sin embargo, ‘Mapi’ Rodriguez si que encuentra una par de desventajas, pero que son minucias. Para ella, los dos problemas son “el coste económico y la duración en el tiempo, porque sabemos que no se suelen cumplir los plazos”. Con todo, no le da mucha importancia, sino que señala que es por todos los años esperando a que se lleve a cabo. Por eso, rápidamente se apresuró a señalar que “realmente no hay nada malo, más bien al contrario, porque esto va a cambiar, para bien, la vida de todos los barrios afectados porque es una obra pensada en el beneficio de los vecinos y de los ciudadanos”. Afirma esto por la preferencia que va a tener el peatón respecto a la situación actual de la Avenida de As Pías, donde no hay muchos lugares por donde la pueda atravesar de manera segura.

En este sentido, coincide con Andrés Medín que indica que “todo lo que sea bueno para un barrio los será para los otros”. Además, Natalia Ares recoge estas declaraciones y apunta que “a pesar del miedo que tienen los ferrolanos por los resultados de las obras anteriores, no creo que haya nada malo porque, al fin y al cabo, es una forma de abrir y unir los barrios, lo más rápido que se pueda hacer”.

Por lo tanto, los tres presidentes de las asociaciones de vecinos de Caranza, San Xoan- O Bertón y Ultramar, están muy emocionados por este proyecto de humanización que se va llevar en el barrio de As Pías. Pero, a pesar de coincidir con la mayoría de lo que les expusieron, durante la presentación el pasado 1 de junio, José Miñones, Ángel Mato, Valentín González Formoso –presidente de la Diputación provincial de A Coruña–, María Rivas –subdelegada del Gobierno en A Coruña– y los responsables de la obra, los presidentes tienen alguna pequeña modificación que les gustaría realizar.

Para empezar, la presidenta de la Asociación de Vecinos de Ultramar señala que, a pesar de no haber podido ir a la presentación, “lo que cambiaría sería la duración de la obra pero por el resto nada porque esta obra lleva planeada mucho tiempo por personas que saben y confío en que todo va a salir de la mejor manera posible”.

Siguiendo esta línea, Andrés Medín también señala que “estamos de acuerdo en todo pero todo se puede mejorar, así que si hacen alguna modificación, bienvenida sea”.

Para ‘Mapi’, “el concepto de la obra está bien planteado, porque ya llevan 15 años viendo los proyectos y modificándolos”, asevera y añade que “lo único que no se como lo van a hacer es la supresión del desnivel que hay entre la zona de Caranza y Recimil, para alcanzar el nivel de Ultramar y del Bertón”. No obstante, considera que no hay “ningún problema porque para eso están los ingenieros y los técnicos, entonces no le ponemos ningún problema”.

¿Este proyecto se puede exportar a más barrios de la ciudad? En cuánto a esto, la respuesta puede ser un poco compleja. En principio, por lo que se entiende de las declaraciones que había realizado el delegado del Gobierno, es muy probable, que si sale bien, y los ferrolanos esperan que así sea, este proyecto único en España, se pueda aplicar a más sitios de la zona de Ferrolterra o, incluso, al resto del territorio nacional.

Personalmente, considero que va a depender mucho de los gobiernos, tanto locales como autonómicos, así como el dinero que el Estado esté dispuesto a destinar para realizar unas obras de semejante calibre. Sin embargo, puede ser que, si se dan estos factores, estas reformas en las carreteras y vías públicas se empiecen a ver más a menudo.

Con todo, tengo dudas pero los presidentes de las agrupaciones vecinales entrevistadas están convencidos de que se puede lograr.

“Como va afectar a todos los barrios del entorno, va a atañer directamente a sitios que no están contemplados o que si que lo están pero de manera menos directa”, comenta Natalia Ares. Para explicar esto, la mandataria indica que “aunque afecta a Caranza, Recimil, Esteiro y Ultramar, el Ensache se va a haber afectado, no por la obra, pero si por la cantidad de movimiento que se va a generar por lo que es una forma de replicar sin hacer nada”.

‘Mapi’, sin embargo, es un poco más reticente y comenta que, al ser un proyecto pionero en España, “es importantísimo que salga bien la unión de los barrios que están completamente separados por puentes y túneles, para que pueda ser ejemplo en otras zonas”. Con todo, también se permite soñar y dice que “ojalá salga bien y se pueda llevar a otras zonas, no solo de nuestra ciudad –Ferrol–, sino para unirnos con Narón, con Neda o con Fene”.

Curiosamente, en el extremo contrario al pensamiento más conservador de la presidenta de la Asociación de Vecinos de Caranza, se encuentra su homólogo de San Xoan- O Bertón, Andrés Medín. Para él “lo que se está haciendo en As Pías, se puede hacer en otro barrio, porque, en lugar de hacer barreras para separarlos como ocurre en San Juan –están apartados por As Pías, por las vías del tren, por la autopista y por varios accesos situados al norte del barrio–, pueden unirlos y mejorar todas las comunicaciones”.

Como se ve, aunque tienen ligeras diferencias en algunos aspectos, en los más importantes coinciden. Esto se debe a todo lo que sufren esos barrios, apartados del centro de la ciudad, semimarginados por la poca inversión o por el simple abandono de unos lugares que representan mucho para sus habitantes.

Por suerte, después de mucho tiempo peleando e intentándolo –más de quince años–, parecer ser que estos barrios ferrolanos verán la luz, en algunos casos de manera literal, y van a poder experimentar una mejora para aumentar su calidad de vida, pero no humana, porque allí es imposible ser mejor persona de lo que ya son. Además, si hay suerte, puede que la actividad comercial e industrial de las zonas mejoradas, aumente y proporcione numerosos beneficios a estos lugares tan deprimidos por culpa de la crisis económica.

Entonces, y aunque, supuestamente las obras ya arrancaron oficialmente –todavía no hay levantamiento de tierra–, todos los vecinos de las zonas afectadas desean que esto empiece de una vez y puedan tener lo que alguna vez desearon: la unión entre los distintos barrios de la comarca de Ferrol.

A principios de este año, concretamente el 13 de enero, se cumplieron 24 años de un suceso que marcó la historia de As Pías.

Era un día con mucho viento, rachas de más de 170 kilómetros por hora, cuando, el Discover Enterprise, que se estaba construyendo en Astano –situado en Fene–, se soltó de hasta 16 estachas con las que estaba amarrado al muelle del astillero y se empotró con sus 254 metros de eslora, 38 de manga y 19 de puntal, en el puente de As Pías, seccionándolo por la mitad.

Este poderoso impacto, ocurrido a las 1.27 horas, ocasionó el hundimiento de cien metros de la estructura viaria, que une Ferrol con Fene. La plataforma se incrustó lateralmente en el hueco abierto y la ciudad naval se quedó sin su principal vía de comunicación con el resto de Galicia.

Afortunadamente, no hubo que lamentar bajas personales, porque ningún vehículo circulaba en ese justo instante por As Pías.

De inmediato se accionaron todas las medidas de emergencia, cortando el tráfico en ambos lados del puente, que ofrecía una imagen desoladora, con el asfalto reventado, la carretera seccionada y las farolas sobresaliendo del fondo de la ría.

Con el paso de las horas, la situación se fue controlando y se empezaron a realizar las maniobras para rescatar al Discover Entreprise. Curiosamente, este hecho demostró el poderío de construcción de Astano, pues el buque salió prácticamente intacto de su envite con el puente.

Sin embargo, la desconexión y los atascos formados en el puente, ya reformado y que muchos pescadores utilizan, no se vio frenada hasta la inauguración, en diciembre del año 2003, del último tramo de la AP-9, el único gratuito que hay cuando partes de Ferrol hacia al resto de Galicia.

Actualmente, cuando circulas por As Pías, todavía se notan los ensambles que hicieron para unir las ciudades, que sirven como recuerdo de un curioso suceso.

El accidente del Discover provocó la ampliación del puente de As Pías
04 jul 2022 / 00:00
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