Vuelve a caer el ourensano ‘Matador’ con 2.600 kilos de coca y un arsenal de armas

El ourensano Carlos García Morales, alias el Matador, lleva tres décadas siendo intermediaron entre los cárteles colombianos y algunas de las organizaciones criminales más importantes de Europa como la Camorra italiana, las mafias rusas o las bandas del Este de Europa (albanokosovares, serbios, croatas...) a los que surtía de cocaína, la mayor parte de las veces utilizando a Galicia, o el resto de España y Portugal, como lanzadera en sus operaciones.

Era uno de los hombres más buscados por la policía en nuestro país y en Colombia y la DEA norteamericana siempre lo tuvo en el punto de mira. Carlos García Morales no era un tipo cualquiera; muy al contrario, fue detenido en Medellín en febrero de 2011 en una operación en la que participaron unidades de elite de la Policía colombiana y la propia DEA en una operación contra los cárteles de Los Rastrojos y los Urabeños.

Tras haberse acreditado su participación en varios transportes de cocaína fue extraditado a España y tras cumplir condena no tardó en volver a las andadas. En Colombia estuvo protegido por Ángel de Jesús Pacheco Chancí, alias Sebastián, el cabecilla de los Rastrojos, que le ayudó a permanecer escondido durante una buena temporada aunque no tardó en reintegrarse a la actividad criminal.

Ayer se conocía que en un operativo contra el tráfico de drogas desarrollado el pasado mes de noviembre entre Madrid, Ourense y Siero (Asturias) había saltado una sorpresa importante, muy por encima de los seiscientos kilos de cocaína incautados en una nave industrial. Un movimiento que afectaba a unos de los peces gordos actuales que, pese a estar en busca y captura, pasaba desapercibido.

Esta actuación anterior formaba parte de una operación de la Policía Nacional contra una “narcoglobalizada organización criminal” dedicada al narcotráfico a gran escala se ha saldado con la intervención en Asturias de un arsenal de guerra con fusiles de asalto y lanzacohetes. Además se ha aprehendido 2.600 kilos de cocaína y arrestado a 19 personas, entre ellas el histórico narco gallego conocido como Matador, objetivo de las autoridades españolas y colombianas desde hace más de diez años. Es decir Carlos García Morales figuraba en la lista de los apresados con lo que se ponía fin, al menos momentáneamente, a las andanzas del intermediario entre los cárteles colombianes y bandas mafiosas asentadas en toda Europa.

Unos 2.000 kilos de la droga fue interceptada en aguas internacionales del Caribe cuando era transportada en barco desde Sudamérica para su distribución en territorio español y el resto -600 kilogramos-- se encontraba oculta, como queda dicho, en una nave industrial en Siero.

Se trata de una operación que ha contado con la colaboración de la DIRAN de la Policía Nacional de Colombia y la agencia estadounidense HSI -Homeland Security Investigations-. Los investigadores constataron que los integrantes de la organización se habían desplazado hasta Madrid para reunirse con un conocido narcotraficante gallego, que resultó este vecino de Xinzo de Limia aunque acostumbrado a moverse por la comarcas de Arousa-Salnés y O Barbanza.

Manuel García Morales la Policía le sitúa como responsable de la distribución de la droga en nuestro país. Tras este encuentro los investigados planifican el envío de dos toneladas de cocaína para finales de julio de 2022.

Tras frustrar el envío de la droga por mar, los investigadores se centraron en la nave industrial en Siero (Asturias) donde se encontraban ocultos otros 600 kilogramos de cocaína. Hasta este lugar se había desplazado en una caravana para dar apariencia de estar de vacaciones, Matador en compañía de su actual pareja, una joven brasileña, con el objetivo de eludir la atención policial simulando un viaje familiar. Junto a ellos también se desplazó otro individuo mexicano como fedatario de la organización que, por un lado se encargaba de atestiguar que todo se realizaba según lo pactado y, por otro, realizaba labores de avanzadilla con una furgoneta para advertir de la posible presencia policial durante el camino. Lo que no sabían era que los agentes estaban siguiendo pasos y tenían monitorizado todo el trayecto.

VIAJE BAJO CONTROL Y SORPRESA MAYÚSCULA. La pieza a cazar era lo suficientemente importante para no dejarla escapar. Estas tres personas fueron arrestadas junto al resto de integrantes de la red, encargados de la logística para la introducción de la cocaína en España y el resto de Europa.

Lo que más sorprendió a los agentes fue que en la nave industrial también fue localizado un arsenal de armas de guerra compuesto por fusiles de asalto, granadas de mano, explosivos, lanzacohetes, silenciadores, armas cortas y cartuchería de multitud de calibres, entre otros objetos. Otro lote de armas fue intervenido en el domicilio de Galicia del narcotraficante español.

Las armas fueron remitidas a los laboratorios de Policía Científica para proceder a su análisis pericial mientras que el lanzacohetes, el explosivo plástico, la granada y el detonador fueron analizados por los especialistas de TEDAX-NRBQ. Tras una inspección inicial del lanzacohetes, los agentes consideraron que, debido a su inestabilidad, era necesario proceder a su inutilización y destrucción controlada, trasladando el lanzacohetes a un bunker seguro donde se realizó su explosión controlada.

Hace años y a medida que los agentes del Greco Galicia avanzaban en sus investigaciones fueron apareciendo datos que situaban a García Morales en lugar preferente de una organización que intermediaba entre los cárteles colombianos y la Camorra italiana (con contactos también con las mafias rusas) para el tráfico de drogas.

Matador logró escapar y cuando los agentes entraron en su vivienda en Xinzo de Limia descubrieron atónitos que, entre otros coches de alta gama, había un Jaguar y seis Mercedes deportivos. Ahora fue un arsenal de armas.