"El accidente ha afianzado la relación con el público"

Los coruñeses Silvia Rábade y Carlos Tajes, alias Escuchando Elefantes, sufrieron en 2017 un accidente de coche que les apartó de los escenarios. Camino de su gira a Reino Unido por el norte de Francia, su vehículo volcó y tuvieron que ser rescatados y trasladados al hospital. Dos años después vuelven con We are fine, thank you, un tour que, según explica Silvia Rábade a EL CORREO, suena más eléctrico y enérgico que nunca. Hoy (22.00 h) tocarán en la sala Sónar de Santiago.

Es su primera gira después del a­ccidente. ¿Han generado mucha expectación entre los fans?

Yo creo que sí. Al final han sido casi dos años de paréntesis. La verdad es que durante este tiempo nuestros seguidores nos preguntaban todo el rato qué tal estábamos y se interesaban por nosotros, aunque no nos conocieran en persona. Todos mostraban mucha humanidad, sin distinguir entre el músico y la persona.

¿Cuesta recuperarse tras una sacudida como la que sufrieron?

La verdad es que, mirándolo con perspectiva, el accidente nos ha venido bien. Hemos crecido como personas, hemos visto el gran cariño de nuestro público, que se ha multiplicado por un billón. Los fans se dirigían a nosotros como le hablarían a un familiar, lo que nos sirvió para confirmar la conexión tan especial que tenemos con ellos.

Tocar en la calle ha impreso a su música de un carácter especial.

Sí, tocar en la calle siempre influye bastante en la forma de componer y de expresarte. Nosotros siempre lo hemos mezclado todo: hemos hecho giras en teatros, en salas, y hemos seguido tocando en la calle. Nunca nos hemos cerrado a nada porque creemos que la música tiene que estar en todas partes. La calle te da una conexión extra, es un sitio donde no hay tantos músicos. Aunque yo creo que cualquier experiencia que vives siempre te configura y se ve reflejado en la música, porque el arte es un reflejo de tu vida.

Abrise paso como artista no es precisamente un camino de rosas.

Es un camino difícil pero a la vez es fácil. Hemos tenido que esforzarnos un montón porque no tenemos sello discográfico ni management. En ese sentido es muy satisfactorio, porque cada pequeño logro te hace más ilusion de lo normal. En general ha sido un camino de ir improvisando, porque nadie te enseña cómo va el mundo de la música. Vas aprendiendo, equivocándote y acertando...

¿Qué factor dirían que ha sido clave en su éxito?

Aunque sea una respuesta muy manida, diría que es un poco de todo. La suerte desde luego no es. Creo que somos gente muy optimista y eso nos ha ayudado mucho. Siempre hemos sabido que esto iba a salir bien, porque al final es nuestra vida y cuando le pones corazón todo acaba saliendo.

Han compartido escenario con Bono (U2), Lisa Hannigan, Hozier y Kodaline, entre otros. ¿Cómo fue la experiencia?

Hemos coincidido varias veces en un festival benéfico en Dublín en el que tocábamos en la calle para la gente sin hogar. Es bonito porque ellos no son gente que suela tocar fuera de las salas y les ves fuera de su ámbito. Para nosotros es una situación muy familiar, lo que hizo que la conexión se formara enseguida entre todos.

¿Se sienten más cómodos tocando en casa o fuera?

Tocar es una meditación y cuando empiezas a tocar y a cantar te abstraes y deja de importarte el idioma o la cultura de la gente que te escucha. Para nosotros lo importante es crear una conexión especial con el público.