Alcoa no puede esperar ya más

DEBATE Álvaro Dorado, presidente de Alcoa España, fue ayer claro aunque con talante diplomático en su expresión: "No quisiera alarmar, pero sí constatar la urgencia con la que requerimos medidas adicionales". Así se pronunció en su visita a la factoría de alúmina y aluminio que Alcoa tiene en San Cibrao, en el municipio lucense de O Cervo y que con sus 2.000 trabajadores directos supone el 32 % del Producto Interior Bruto de la provincia de Lugo. Lo dijo delante de la ministra de Industria en funciones, Reyes Maroto, y del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo. Con una plantilla inquieta y una sociedad en alerta a la espera del estatuto electrointensivo que pueda aportarle competitividad a la planta, Maroto recordó que el Gobierno puso en la agenda la necesidad de contar con un marco estable, pero con el gabinete bloqueado el margen de maniobra es limitado. Queda la voluntad explicitada de abordar el asunto tras los comicios. Por Feijóo también, que afirmó que la Xunta apoyará al Ejecutivo que salga de las urnas en el asunto energético. Con los comicios dentro de 32 días, la espera de medidas firmes que repercutan en el coste de la energía podrían, de materializarse esa voluntad en los nuevos gobernantes, en un plazo razonable. Dorado fue claro: urge. Y es cierto, no puede haber más espera.