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H2O de calidade

Benito Oliver-Rodés, el notario del agua

“Puede decirse que el agua no tiene color, pero no es tan seguro que no tenga olor, y, desde luego, no es insípida”. El laboratorio Oliver-Rodés lleva más de 100 años analizando las aguas embotelladas en España. De hecho, en la actualidad, “las doce aguas que se envasan en Galicia son clientes nuestros”, asegura su presidente, Benito Oliver-Rodés, que recuerda que toda botella de H2O debe informar de su composición en la etiqueta

Su nombre le sonará familiar a cualquiera que beba agua embotellada. El ‘Oliver-Rodés’ de las etiquetas de esas botellas existe y no es de extrañar que se le haya bautizado como el notario del agua. De hecho, su trabajo es certificar la calidad de la gran mayoría de las aguas embotelladas de España. Concretamente, las doce aguas envasadas por empresas gallegas pasan por sus manos cada tres meses, antes de salir al mercado.Benito Oliver-Rodés Clapés es el actual presidente del laboratorio que lleva el nombre de su abuelo y que cuenta ya con 104 años de actividad. El porqué de su trabajo lo explica muy bien el propio presidente del laboratorio: "La legislación vigente en España, que recoge lo establecido por una directiva europea, exige unos controles de calidad de las aguas envasadas que son análisis diarios, trimestrales y completos (quinquenales). Así, explica Benito Oliver-Rodés, "los análisis bacteriológicos diarios o de cada jornada laboral los realizan las empresas envasadoras en sus propios laboratorios establecidos en las plantas de embotellado". Los análisis trimestrales, por su parte, continúa, "son bacteriológicos completos y físico-químicos parciales de sus componentes mayoritarios o característicos para comprobar la constancia de las características y composición de cada agua". Finalmente, añade el notario del agua, los análisis completos "deben realizarse, por lo menos, cada cinco años e incluyen análisis completo bacteriológico, físico-químico y de investigación de posibles contaminantes inorgánicos y orgánicos". Estos dos últimos tipos de análisis, trimestrales y completos, son los que "las empresas envasadoras entienden que es más lógico y más rentable encargarlos a un laboratorio externo". Y ahí radica la actividad del laboratorio que Oliver-Rodés Clapés preside.

Así, y puesto que los análisis trimestrales "se deben realizar sobre muestras de agua envasada ya en recipientes comerciales, cerrados y etiquetados, cada tres meses nos en envían las muestras al laboratorio". Sin embargo, continúa, "el quinquenal comprende un gran número de determinaciones, de las que algunas deben llevarse a cabo en el propio manantial, por ejemplo la temperatura, los gases disueltos y otras, por lo que un técnico de nuestro laboratorio se desplaza a cada manantial o punto de captación para realizar las determinaciones in situ y tomar las muestras para la realización del análisis en el laboratorio".

Es capaz de distinguir las aguas por su sabor –que asegura que lo tienen–, bebe agua del grifo y considera "terrorismo alimentario" los casos "aislados" de personas que se han abrasado la garganta al beber agua. Si tiene unha botella a mano, mire su etiqueta. Es muy probable que su nombre aparezca en ella. Es el notario del agua.

Todo queda en familia

El día 2 de mayo del año 1902, D. Benito Oliver Rodés, doctor en Farmacia, decidió iniciar un libro registro de análisis con numeración independiente del libro recetario de su oficina de farmacia sita en la calle Roger de Llúria, en Barcelona. De este modo quedó fundado en laboratorio de análisis, que sigue funcionando sin interrupción. En el año 1928 se incorpora el Dr. Benito Oliver Suñé, quien introduce la microbiología clínica, alimentaria e industrial, y en 1974 Benito Oliver-Rodés Clapés recoge el legado familiar y decide profundizar la inicial dedicación en análisis y todo tipo de aguas y en microbiología alimentaria al primar la especialización no sólo en análisis, sino también en asesoramiento profesional, tecnológico y legal. Ya en la década de los años 90 se incorpora Jorge Oliver-Rodés Sen, continuando con la tradición familiar en la dirección de una empresa que en el año 2000 se traslada a sus actuales instalaciones en El Prat de Llobregat, con un equipo que está conformado por más de 35 técnicos y auxiliares.

De grifo y botella "indistintamente"

-Por sus manos pasa alrededor del 90 por ciento del agua envasada en España, de la cual certifica su calidad. Pero, en concreto, ¿cuántas aguas procedentes de Galicia analiza su laboratorio?

-Curiosamente, en la actualidad las doce aguas que se envasan en Galicia son clientes nuestros.

-¿Qué contiene el agua de calidad?

-Cada una de las aguas minerales naturales envasadas, así como las aguas minero-medicinales que se utilizan en los balnearios para tratamientos de hidroterapia, tienen una composición específica, que se mantiene a lo largo de los años, así como una ausencia total de contaminaciones, y ello le confiere sus cualidades particulares.

-Se suele decir que el agua no tiene ni sabor, ni olor ni color. ¿Es cierto?

-Puede decirse que el agua no tiene color pero no es tan seguro que no tenga olor, y, desde luego, no es insípida, sino que cada una de las aguas tiene un sabor particular que la distingue de las demás.

-De hecho, según he leído en alguna entrevista, incluso es capaz de diferenciar las distintas aguas por su sabor…

-Precisamente es muy difícil hablar del sabor de las aguas debido a que prácticamente no tienen olor. Sin embargo, sí se puede llegar a conocer la composición mayoritaria que caracteriza a un agua y distinguirla de las demás.

-¿El agua embotellada para su consumo tiene que pasar por algún tipo de tratamiento químico?

-Al contrario, un agua mineral natural tiene que captarse de su manantial o emergencia y envasarla sin ningún tipo de tratamiento que altere su composición o sus características.

-¿Nos podemos fiar del agua embotellada cuya composición no se facilita en la etiqueta? Esa composición actualmente es obligada, ¿no?

-Las aguas minerales naturales envasadas están obligadas a indicar en la etiqueta su composición química mayoritaria y la presencia de algún parámetro que, aun sin ser mayoritario, caracterice aquella agua.

-¿Qué ocurre en el caso de que detecten en su laboratorio alguna irregularidad en el agua que analizan?

-Inmediatamente se comunica a la empresa envasadora para que tome las precauciones imprescindibles para mantener su calidad.

-Se ha conocido algún caso de personas que se queman la garganta por beber agua embotellada que contenía algún problema corrosivo… ¿Cómo puede suceder eso? ¿Por un despiste en el proceso de embotellado?

-Se trata de casos absolutamente excepcionales que han sido causados voluntariamente para generar alarma en el consumidor y que podrían calificarse de terrorismo alimentario.

-¿Usted bebe agua del grifo o embotellada?

-Indistintamente.

-El agua que compramos no tiene fecha de caducidad, pero ¿se estropea?

-Un agua correctamente envasada, según unas buenas prácticas de fabricación, es un producto no perecedero. No obstante, se recomienda una fecha de consumo preferente del orden de 2 ó 3 años, puesto que lo que sí puede alterarla son los envases de plástico o unas condiciones inadecuadas de almacenamiento.

-Entre tanta sequía y problemas de reservas… ¿Cómo ve el futuro del agua?

-Ante la creciente escasez de agua potable se está desarrollando la industria del tratamiento de potabilización de agua de mar.

-¿Es mala el agua del grifo?

-Puede afirmarse que en España las aguas suministradas por las redes de abastecimiento público son potables, lo que quiere decir que no pueden causar ningún perjuicio a la salud del consumidor. Otra cosa es que tengan sabores no siempre agradables debido a su obligado tratamiento y a la falta de constancia de su composición, entre otras causas.

-¿Cuáles son los rasgos diferenciales concretos de su laboratorio?

-Pueden concretarse en la independencia profesional y económica, la especialización, un estricto secreto profesional y la capacidad de aportar a nuestros clientes asesoramiento técnico y legal sobre las particularidades de su industria. Esto justifica que empresas de toda España confíen en nuestro laboratorio para sus análisis.

-¿Por qué decidió conservar el nombre de su abuelo para el laboratorio?

-Con el paso de los años en el mundo de las aguas se nos ha conocido siempre como ‘Oliver-Rodés’. Por ello decidí modificar mi primer apellido haciéndolo un nombre compuesto, cosa que han seguido mis hijos y nietos.

-En su nacimiento era una empresa familiar. Después de 104 años de actividad en el sector, ¿se podría decir que sigue siendo familiar?

-Así es. Durante los más de 104 años que han pasado desde su fundación, la empresa se ha mantenido siempre en la familia.

-Para acabar, un poco de historia. ¿Desde cuándo y por qué se embotella el agua?

Se hace desde el siglo XIX, cuando los curistas que pasaban varias semanas en un balneario pedían seguir bebiendo la misma agua una vez de regreso a sus domicilios.

22 sep 2006 / 12:54
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