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El bosque autóctono perdió el 20% de territorio en 50 años

En las Fragas do Eume han desaparecido 48 kilómetros de árboles de ribera, según un estudio

Robles, castaños, avellanos o alisos van camino de la extinción. En los últimos 50 años el bosque autóctono gallego se ha recortado en un 20% perdiéndose con él buena parte de la biodiversidad que alberga. Un equipo de investigadores de la Universidad Rey Juan Carlos I ha analizado minuciosamente el caso de las Fragas do Eume, uno de los bosques mejor conservados de toda la franja costera europea. Los científicos creen que la reducción de bosque autóctono en las fragas es extrapolable para todo el territorio gallego, aunque en la comunidad la cifra del 20% aún podría ser más elevada. Su trabajo acaba de ser publicado en la revista científica internacional Journal of Environmental Management.

El grupo del departamento de Biología y Geología comparó las fotos aéreas tomadas por los vuelos del Ejército estadounidense en los años 1956 y 1957 con las del Sistema de Información Geográfica de Parcelas Agrícolas (Sigpac) del año 2002. Las imágenes muestran una radical disminución del bosque de ribera de avellanos y alisos que se ha recortado en 48 kilómetros, según los cálculos de los investigadores. "El embalse del Eume, que anegó muchas zonas, es uno de los responsables de la pérdida de mucha superficie", explica Alberto López Teixido, investigador principal del grupo. El bosque autóctono de macizos frondosos también ha sufrido, recortándose en 647 hectáreas. Además, las fragas se ven afectadas por la deforestación que se ha incrementado en un 41,1% en los últimos 50 años. De las casi 9.000 hectáreas que conforman el Parque Natural de las Fragas do Eume, "la zona de bosque no llega a las 3.000", recalca López Teixido. Pese a su deterioro, la zona presenta un gran valor ecológico y alberga varias especies protegidas tanto por la Unión Europea como por la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN). Entre ellas destacan 8 tipos de helechos y dos vertebrados, una salamandra y un roedor, que cada vez encuentran menos espacios para reproducirse.

Además del impacto de la actividad industrial -la construcción del embalse y las zonas mineras- en opinión de los investigadores la gran amenaza de las fragas es el eucalipto. Hace cinco décadas la superficie ocupada por esta especie introducida en Galicia en el siglo XIX suponía solo el 6,9%, pero actualmente ocupa el 20% del parque. "Hay dos problemas fundamentales: la plantación y la extensión del eucalipto", subraya López Teixido. Además de los árboles introducidos directamente por el hombre, el eucalipto tiene gran capacidad para dispersarse e invadir otro tipo de bosques. Sus semillas son pequeñas lo que facilita que el aire las desplace con facilidad y sus grandes raíces logran absorber más agua que las otras especies arbóreas y eliminan a sus competidores. En las fragas, el eucalipto está fragmentando el bosque autóctono que ha logrado resistir. "Esto es muy grave porque los bosques albergan más especies que al tener que vivir en una superficie cada vez más pequeña tienen más dificultades", advierte el biólogo.

nsequeiro@elcorreogallego.es

 

EL PROTAGONISTA

Benito Andrade

Asociación pola Defensa da Ría de Pontevedra "El monte arde porque no da beneficios"

¿Cuándo empieza el eucalipto a introducirse masivamente en Galicia?

Entró a finales del siglo XIX pero se utilizaba de forma ornamental en los bordes de las carreteras o jardines. Pero el momento fundamental fue la instalación de la papelera ENCE en los años 60. Empezó siendo un cultivo de buena rentabilidad y se fueron abandonando otras formas de silvicultura, como la del roble. El eucalipto da beneficios más rápidos. Pero actualmente han bajado los precios y si antes la tonelada se pagaba a 50 euros ahora se paga a 30.

¿Ha beneficiado más a las grandes empresas?

El eucalipto es muy eficaz para ENCE o FINSA, pero como fuente de ingresos para los habitantes de las comunidades rurales ha servido para poco. Da unos beneficios simbólicos. Muchos montes consorciados pagan las fiestas del pueblo o arreglan el campo de fútbol cuando reparten los beneficios. Además, si el monte no da beneficios el monte arde, es un círculo vicioso.

¿Cree que las administraciones están intentando regular su plantación para diversificar los cultivos con otro tipo de especies?

Con la nueva Xunta no se ha detectado un cambio en la política forestal. El Bipartito dejó hecha una ley de montes que no se llegó a aprobar en el Parlamento y el PP ha dicho que van a hacer una nueva ley. De todos modos los síntomas no evidencia una apuesta por la diversificación. El borrador del Plan del Litoral deja sin protección las zonas de costa dedicadas al cultivo del eucalipto, que podrían intentar recuperarse para otras especies, por lo que no se aprecia voluntad de mejorar la gestión. Detrás del eucalipto hay un sistema económico potente que ejerce como lobby de presión a la Administración.

20 abr 2010 / 23:09
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