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Cannabis y cocaína son las drogas más consumidas por los hombres al volante

El 98,5 % de los casos se confirma en el laboratorio // El margen de error es pequeño, solo el 1,5 % son falsos positivos

Todo el mundo sabe que conducir bajo la influencia de drogas aumenta el riesgo de lesiones graves o muerte en accidentes de tráfico. Por eso, cinco investigadores del Instituto de Ciencias Forenses de la Universidade de Santiago de Compostela -José Ángel Lema-Atán, Ana de Castro, Elena Lendoiro, Manuel López-Rivadulla y Angelines Cruz- analizaron durante 15 meses más de 10.000 controles de saliva que llevó a cabo la Dirección General de Tráfico para detectar el consumo de drogas al volante.

En total, se recogieron 10.064 muestras de líquido oral de conductores españoles que dieron positivo en carretera utilizando el Dräger DrugTest 5000 (DDT5000) entre 2013 y 2015. Eran principalmente hombres jóvenes (85,1% hombres, 29,7 ± 8,1 años). En el 98,5% de los casos, los resultados confirmaron al menos uno de los positivos detectados en carretera. El cannabis (82,4%) y la cocaína (42,1%) fueron las drogas más comúnmente detectadas. En el 42,7% de los conductores se observó el policonsumo, principalmente para todas las drogas ilícitas (>80%), excepto para el cannabis (42,6%). El consumo de drogas ilícitas y de una sola droga fue más frecuente entre los conductores menores de 35 años, y los medicamentos y el policonsumo son más frecuentes entre los conductores mayores de 35 años.

La conclusión que puede ­extraerse es que el resultado de la confirmación fue negativo en solamente el 1,5 % de los ­casos. El ­perfil del conductor que ­consume drogas era un hombre joven que ­consumía cannabis o una ­combinación con ­cocaína.

Me reciben en el laboratorio los investigadores Manuel López-Rivadulla y Angelines Cruz, quienes muestran su desconformidad con "el poco rigor y sensacionalismo" del reportaje que hace unas semanas publicó un diario on-line sobre este tema.

Por eso, comenzamos por el principio, valga la redundancia.

"En aquellos momentos éramos el único laboratorio que hacía esos análisis de drogas en saliva en ­toda España", cuenta López-Rivadulla.

La ley española contempla que una vez que es positivo el test inicial, no sirve para sancionar administrativamente al conductor o para ir por la vía penal. Normalmente, "el 95 % de los casos de controles de drogas en carretera van por la vía administrativa. Entre un 2 y un 5 %, por la vía penal. La ley dice que si una persona ha incorporado una droga a su organismo, está sujeta a una sanción administrativa. Si además está bajo los efectos de la misma", la situación se complica.

La vía administrativa es de tolerancia cero en España. ¿Qué ocurre? "Que la máquina da un resultado positivo cuando en nuestra saliva hay droga por encima de un determinado nivel. Y en ese momento, que da un resultado positivo, la ley dice que tiene que tomarse una segunda muestra de saliva, enviarla a un laboratorio para que confirme que esa ­molécula que apareció en el test indiciario es ­correcto". Por lo tanto, esto les permite hacer una evaluación del test que utiliza la Guardia ­Civil.

"Nosotros hemos hecho ­análisis de confirmación. Nos mandan la segunda muestra de saliva, y ese es el resultado válido de cara a la sanción", aclara Angelines Cruz.

De hecho, "un 1,5 % de los casos que analizamos son falsos positivos", advierte la investigadora. Pero hay que insistir en que "no vamos a alarmar ahora a la población" porque "no tenemos el dato de los controles que hicieron, no sabemos cuántos dieron negativos". De ahí que insistan tanto en la idea de que solo estudiaron los positivos.


¿Y cómo es el método que emplean? Inequívocamente confirma la presencia de la sustancia, asegura López-Rivadulla. "Si el ­primer resultado fue de cannabis, el segundo, también. Estos instrumentos que tenemos son ­mucho más precisos, más sensibles que los que utilizan los agentes de Tráfico, porque son métodos indicativos de que puede ­haber interferencias. Por eso la ley ­contempla la segunda muestra. Sin ella, es imposible sancionar a la persona ni que ­vaya por la vía penal".

Entre un control y el segundo transcurre un período que osccila entre los 10 y 15 minutos. Incluso puede detectarse alguna ­sustancia ilegal más que no se haya visto en el primer test.

"Nosotros hacemos el análisis en unos cinco días y mandamos el resultado a la unidad que nos envió la muestra, que lo remite a la jefatura provincial de Tráfico. Luego se le comunica al conductor. Incluso creo que le manda una copia del análisis de confirmación con la multa ­correspondiente", informa López-Rivadulla.

Asimismo, Angelines Cruz recalca que desconocen la identidad de la persona que ha dado positivo. "Sí sabemos si es hombre o mujer en caso de que el agente haya cubierto esa ­información en la solicitud de análisis".

Estos dos miembros del equipo investigador recuerdan que ya habían participado en otro estudio en donde se averiguó la prevalencia de los conductores que no estaban implicados ni en accidentes ni en infracciones.

"Fueron elegidos aleatoriamente para que reflejaran la realidad de los conductores. Con esto, la DGT tenía el perfil del consumo de drogas y de ­medicamentos de los conductores en España. Era un indicador de prevalencia".

La conclusión era la siguiente: "el cannabis era lo que más abundaba, después la cocaína y benzodiacepinas. Era un reflejo de la vida real y lo que se trataba era de conocer qué porcentaje de personas conducía bajo los efectos de sustancias y cuáles eran".

Normalmente cuando los agentes de Tráfico llevan a cabo este tipo de test, se hace con el objetivo de que el porcentaje de positivos sea alto, ya que el control no es como "el de la ­alcoholemia, que es una boquilla, muy barato". Un test de ­drogas es caro y, ­lógicamente, tienes que ­optimizar esa situación e ir a sitios donde vas a encontrar personas que den positivo, sobre todo, ­persiguiendo un ­efecto ­disuasorio para retirar a estas personas de la carretera".

Mira el coche, mira a la persona, su aspecto, cómo va vestido, cómo son los que van detrás, cómo huele el coche. Los policías tienen muy buena visión, tienen muchas horas de experiencia, enfatiza López-Rivadulla.


¿Qué ocurre con las benzodiacepinas? "Nosotros en el laboratorio vemos el rastro de benzodiacepinas cuando han dado positivo por otras sustancias ilegales en el control, puesto que no llegan muestras que únicamente tuvieran estas ­sustancias. Podemos identificar hasta ­veintiuna".

El test que hace la Policía Local o la Guardia Civil solo detecta drogas ilegales. Sin embargo, en el test indiciario estaban incluidas las benzodiacepinas. Finalmente la Dirección General de Tráfico optó por retirar la ­detección de los fármacos.

"Incluso lo tenían al principio para la metadona, que se daba como tratamiento para la adicción a la heroína. Hubo casos ­positivos de metadona e incluso casos en los que no estando ­tomando metadona caen de nuevo en la heroína e intentan ­justificar que el resultado ­positivo que le da el test de opiáceos es por la metadona, cuando no es verdad".

"Imagínate una persona que ­está tomando un jarabe de ­codeína. Con bastante frecuencia, puede dar positivo a opiáceos. Si en el segundo test, solamente da codeína, no cabría la sanción administrativa porque no procede de la ­heroína.

Pero fíjate, la ley contempla que si estuviera bajo influencia de la codeína y lo acusa de un delito contra la seguridad del tráfico, la persona tendría que presentar un justificante ­médico. Y si también ven que tienes signos pero el resultado es negativo, puede mandar la segunda ­muestra de saliva. Es raro, pero lo puede hacer".

M. López-Rivadulla

"Si presentas signos pero das negativo, es posible exigir la segunda muestra"

Angelines Cruz

"Desconocemos la identidad de la persona, se preserva en todo momento su intimidad"

17 feb 2019 / 22:22
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