La Catedral ahorrará 1.700 euros al mes con nuevas luces led
La instalación se ha realizado en las salas que albergan los tapices, con la ayuda de la Xunta
Uno de los grandes tesoros artísticos de la Catedral es su colección de tapices y artes textiles, conformada por algunas de las piezas más importantes del patrimonio cultural catedralicio. Parte de esta colección se expone de forma permanente en las llamadas salas de la balconada, situadas en la última planta del Museo, en la galería del edificio claustral que se asoma a la plaza del Obradoiro ofreciendo una de las mejores vistas de la ciudad de Santiago.
Con el objetivo de que turistas y santiagueses puedan disfrutar en todo su esplendor de esta colección, la Fundación Catedral ha realizado en los últimos meses un proyecto de renovación de la instalación eléctrica y la iluminación de estas salas.
En esta iniciativa se contó con la colaboración de la Xunta, a través del convenio suscrito con la Axencia de Turismo de Galicia y el Inega, organismo dependiente de la Consellería de Economía. El proyecto, que supuso una inversión próxima a los 60.000 euros, fue desarrollado por las empresas Lumiled renovables y Erco. Incluyó la sustitución de 62 luminarias por lámparas led, además de la mejora del equipamiento eléctrico y la instalación de sensores de presencia que garantizan la seguridad de las obras.
El conselleiro de Economía, Francisco Conde, aseguró que la instalación de lámparas led representa una apuesta clara por la sostenibilidad. De hecho, supondrán una rebaja de cerca del 90 % en el coste de iluminación (con un total de 1.700 euros ahorrados cada mes) y una duración de uso cinco veces superior a las luminarias tradicionales.
Asimismo, dada la naturaleza frágil de los elementos exhibidos en el museo (que conforman la segunda colección de tapices más grande de España, además de las salas Goya y Lepanto), el sistema eléctrico instalado ofrece una iluminación acorde a esta sensibilidad, que no resulta perjudicial en ningún momento para las obras.
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Siglos XVI y XVIII
La colección de tapices de la Catedral de Santiago está compuesta por más de cien piezas, comprendidas entre los siglos XVI y XVIII, y organizadas en diferentes series según su época y procedencia. Llegaron a Santiago gracias al gran legado realizado a la basílica, tras su muerte en 1814, del canónigo ilustrado Pedro Acuña y Malvar, quien ocupó importantes cargos políticos en las cortes de los reyes Carlos III y Carlos IV. Los paños más antiguos fueron tejidos en los mejores talleres flamencos de los siglos XVI y XVII, según cartones de artistas tan prestigiosos como Rubens o Jordaens.