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299 votos en contra, 47 a favor, 1 abstención

El Congreso dice 'no' a la propuesta de consulta soberanista de Cataluña

Rajoy 'ahoga' el referendum y sugiere ir a la reforma constitucional: "Una Cataluña independiente sería la isla de Robinson Crusoe" // El presidente insiste en que la ley impide convocar un referendum // En el debate ha reprochado a quienes la plantean que no expongan la realidad de lo que ocurriría // Defiende que el Congreso escucha hoy "a todo el mundo" salvo "a quien no ha querido venir", en clara crítica a Artur Mas // El presidente llama a dialogar sobre "problemas reales" de Cataluña, sin salirse de la Constitución

    El pleno del Congreso de los Diputados ha rechazado este martes por 299 votos en contra, 47 votos a favor y una abstención, la proposición del Parlamento de Cataluña que pedía delegar en la Generalitat la competencia para convocar la consulta soberanista prevista para el próximo 9 de noviembre.

    El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha avisado este martes de que quienes pretenden la independencia de Cataluña lo que están ofreciendo en realidad es "lo más parecido que se puede imaginar a la isla de Robinson Crusoe.

    En el debate que se celebra en el pleno del Congreso sobre el referéndum de independencia de Cataluña, Rajoy ha reprochado a quienes lo plantean que no expongan la realidad de lo que ocurriría.

    A su juicio, es una "evidencia" que una Cataluña independiente sería "más pobre" y saldría "sine die" de Europa, del euro, de la ONU y de los tratados internacionales.

    El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha cerrado en el Congreso cualquier puerta a la consulta sobre una Cataluña independiente que, a su juicio, sería como "la isla de Robinson Crusoe" y ha enseñado el único camino legal hacia esa meta: presentar una propuesta para intentar reformar la Constitución.

    Rajoy ha tomado la palabra en nombre del Gobierno para rechazar ante el pleno del Congreso la proposición del Parlament que reclama para la Generalitat la competencia de celebrar una consulta sobre la independencia de Cataluña.

    Tras escuchar a los tres representantes del Parlamento catalán que han defendido en el hemiciclo esa solicitud, Rajoy ha dicho que no se puede acceder a ella porque no lo permite la Constitución ya que se trata de una competencia indelegable del Estado.

    "Si este Parlamento tuviera la potestad de transferir la titularidad de todas las competencias exclusivas, estas Cortes tendrían la potestad de liquidar la Constitución y el Estado mismo sin el concurso ni la aprobación del conjunto de los españoles", ha advertido.

    Para Rajoy, el propósito de la consulta es inconstitucional, y de nada sirve vestir esa reclamación de "calor popular" porque, ha advertido, "algunas cosas no cambian con manifestaciones ni con plebiscitos".

    "No es algo que podamos resolver el señor Mas, aunque hubiera venido hoy, y yo con un café. Aunque tomáramos quinientos -ha precisado-, seguiría faltándonos lo que no tenemos: la potestad que la Constitución nos niega".

    El presidente del Gobierno ha hecho gala de su aprecio a la comunidad catalana ("Amo a Cataluña", ha dicho precisando después que lo mismo que al resto de comunidades) y, dirigiéndose a los defensores de la consulta, se ha vanagloriado de una "vanidad": "Tal vez yo creo en Cataluña más que ustedes. Es uno de los puntales de nuestra patria y valoro su inmensa aportación a nuestro pasado, presente y futuro".

    Rajoy ha explicado que los habitantes de cada comunidad tienen derecho a escoger quién les gobierna en ella, pero no a decidir qué se ha de hacer con España, porque "cada catalán, como cada gallego o cada andaluz, es copropietario de toda España, que es un bien indiviso".

    Para él, el derecho a decidir que se plantea desde Cataluña lo que pretende es privar al resto de españoles de su derecho a decidir o qué quieren que sea su país.

    El jefe del Ejecutivo ha negado que Cataluña sufra una presión insoportable o que se persiga a la lengua y a la cultura catalanas.

    También ha rechazado el argumento del derecho a separarse como algunas colonias porque Cataluña no lo ha sido nunca ni se incorporó a la Corona española como resultado de una conquista.

    "No puedo compartir una hipotética historia de agravios, no puedo asumir su relato de opresión porque no es verdad", ha añadido el jefe del Gobierno.

    De igual forma, ha criticado la "argucia" de decir que la consulta es un ejercicio al que ningún demócrata se puede negar.

    "La democracia no se entiende sin las urnas, sí. Pero no bastan para que un acto sea democrático. Falta el respeto a la ley", ha explicado el presidente del Gobierno.

    Rajoy ha aprovechado para criticar que los defensores de la independencia no expliquen sus consecuencias, que ha resumido simbólicamente: Una Cataluña independiente sería "lo más parecido que se pueda imaginar a la isla de Robinson Crusoe".

    En su discurso, ha recordado que la Constitución fue respaldada por el 90,4 por ciento de los votantes catalanes, muy por encima de la media del conjunto de españa, y lo hicieron por su propio interés, sin pensar que aquello fuera "una mordaza" o un "grillete", sino una garantía y una salvaguarda.

    "Esa fue la más genuina, la más libre, la más auténtica determinación de Cataluña", ha opinado Rajoy, quien ha considerado el inicio de los trámites para la reforma de la Constitución como "una puerta abierta de par en par para los que no estén de acuerdo con el actual estado de las cosas.

    En esa línea, ha incidido: "Quienquiera que desee modificar la Constitución, quienquiera que pretenda que España se disuelva, se fragmente, cambie de nombre, lo que sea, en vez de solicitar a esta Cámara lo que no está en sus manos, ha de emprender el camino de la reforma constitucional".

    "Se les escucha y se les entiende muy bien, pero no se les puede reconocer lo que no tienen: no tienen razón", ha añadido Rajoy ante las voces en Cataluña que se quejan por no ser escuchadas y con una precisión final en alusión a Mas: "A quien no escucho es a quien no quiere venir".

    Ha reiterado su absoluta disposición al diálogo dentro de los límites de la Constitución, ha recordado los elogios al consenso en la etapa de la Transición y ha apelado a ese espíritu que unió a todos en el texto constitucional de 1978.

    "A todo esto, a todo lo que nos unió en 1978 y que nos une todavía hoy, a todo esto, vagamente, sentimentalmente, sin ningún afán trascendental, lo llamamos patria. Pero si a ustedes no les gusta, podemos llamarle futuro", ha cerrado su intervención Rajoy en medio de una larga ovación de los diputados del PP. EFE

    "CREO EN CATALUÑA MÁS QUE USTEDES"

    El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha insistido esta tarde en el Congreso en que la Constitución no permite que Cataluña tenga competencia para organizar una consulta soberanista y ha rechazado "el relato de opresión" sobre el que el independentismo ha construido el argumento a favor de un referéndum. "No puedo aceptarlo porque no es verdad".

    Mariano Rajoy ha optado por defender en persona desde la tribuna de oradores del Pleno del Congreso los argumentos del Gobierno en contra de que se traspase a Cataluña la competencia de celebrar referendos y que ha defendido ante el Pleno una delegación del Parlamento catalán.

    El presidente ha dedicado la primera parte de su intervención a esgrimir argumentos jurídicos contra esta iniciativa: la imposibilidad legal de traspasar la competencia y la imposibilidad de que una parte de España decida sobre toda ella. Y ha dedicado una segunda parte a responder las afirmaciones de los que "sólo quieren la fractura".

    Rajoy ha agradecido a los portavoces catalanes su exposición ante el Congreso y ha alabado que la Cámara Baja "escucha a todo el mundo". "Y a quien no escucha es porque no ha querido venir", ha agregado en referencia clara a Artur Mas, a cuya ausencia esta tarde en Madrid ha aludido en varias ocasiones.

    En una de ellas, para dejar claro que es la Constitución la que no permite que Cataluña decida unilateralmente sobre su pertenencia a España. "No es algo que podamos resolver el señor Mas, aunque hubiera venido hoy, y yo con un café. Aunque tomáramos 500, seguiría faltándonos lo que no tenemos: la potestad que la Constitución nos niega".

    Tras dejar sentado que el Congreso no puede aceptar la iniciativa porque la Constitución se lo impide, que no cierra ninguna puerta porque esa puerta no estaba abierta, Mariano Rajoy ha asegurado que cabe el camino de la reforma constitucional.

    "Hay una puerta abierta de par en par a aquellos que no estén conformes con el actual estado de las cosas: iniciar los trámites para una reforma de la Constitución", ha sentenciado, animando a ello incluso a "quienquiera que España se disuelva, se fragmente, cambie de nombre o lo que sea".

    "UNA HIPOTÉTICA HISTORIA DE AGRAVIOS"

    El presidente ha dedicado parte de su discurso a refutar "una hipotética historia de agravios" construida por el independentismo. "No puedo asumir su relato de opresión. Sinceramente no puedo aceptarlo porque no es verdad", ha proclamado.

    Mariano Rajoy ha añadido que "no es verdad" la "opresión insoportable" como no lo es, ha dicho, ni la persecución del catalán o la "asfixia" a esta cultura, ni las trabas al desarrollo económico o que "se torpedee el bienestar".

    Ha añadido que su punto de vista es otro, el de "siglos de historia en común" y progreso en democracia que llevó a Cataluña en 2007 a tener una renta per cápita del 120 por ciento de la media de la UE.

    "CREO EN CATALUÑA MAS QUE USTEDES"

    "Perdónenme la vanidad, pero tal vez yo creo en Cataluña más que ustedes. Al menos yo no me siento en la necesidad de demostrar a cada paso que Cataluña existe. Me consta que existe, que es uno de los puntales de nuestra patria, que no se entiende España sin ella del mismo modo que resultaría incomprensible Cataluña sin el resto de España", ha dicho.

    En esta defensa de la Cataluña que él considera como la real, el presidente ha lanzado su oferta de diálogo dentro de la ley, que viene reiterando hace semanas.

    "Hay muchas cosas sobre las que dialogar, muchos problemas reales que se están viendo pospuestos por atender a los insolubles. Esto sí que me preocupa y me inquieta, además, que esto se haga en el momento en que España y dentro de ella Cataluña, comienzan a ver claramente los primeros signos de recuperación del crecimiento", ha dicho, sin entrar en más concreciones.

    OCULTAR LOS RIESGOS DE LA INDEPENDENCIA

    El jefe del Ejecutivo también ha censurado que el relato independentista no cuente las consecuencias de salir de España, centrado en defender que la solución al problema es que Cataluña vote en referéndum.

    "Diseñan un futuro idílico en el que todo sale bien", les ha dicho a los representantes del Parlament. "Perdónenme, no sé si de dan cuenta, puesto están ustedes ofreciendo lo más parecido a la isla de Robinson Crusoe", ha añadido.

    Mariano Rajoy ha advertido en este punto de que el resultado de la independencia sería una Cataluña "más pobre", fuera del euro, de Europa, de la ONU, de los tratados internacionales; los ciudadanos perderían sus derechos como españoles y europeos, incluidos los fondos comunitarios, y los bancos catalanes saldrían del BCE, con todas sus consecuencias. "¿Se lo han explicado ustedes?", ha inquirido.

    ARGUMENTOS JURÍDICOS

    Previamente, el jefe del Ejecutivo había hecho un prolijo discurso para desmantelar jurídicamente la proposición del Parlamento catalán.
    "Ni la transferencia que demandan es transferible ni el propósito para el que la solicitan es acorde con la ley". Así ha resumido Rajoy sus dos principales argumentos, subrayando que es además lo que establecen todas las constituciones del mundo.

    El presidente se ha extendido en explicar que la Constitución no permite delegar la competencia para celebrar un referéndum, porque es una competencia exclusiva del Estado y, como tal, intransferible. No es cuestión de voluntad política, sino de imposibilidad legal.

    También ha subrayado que la pretensión del referéndum "al margen de eufemismos" es proclamar "una soberanía que no existe porque la Constitución no la reconoce". La soberanía reside en el pueblo español y una parte de él no puede decidir por el conjunto, ha explicado.

    Asimismo, ha defendido que la Constitución protege a los españoles incluso de sí mismos: no pueden renunciar a sus derechos. La Constitución, ha puntualizado, que apoyó además el 90,4 por ciento de los catalanes que la votaron en 1978.

    "Y lo hicieron por su propio interés. Y no consideraron que fuera una mordaza, sino una garantía. No pensaron que era un grillete, sino una salvaguarda", ha dicho.

    "Y QUIEN NO ESCUCHA ES PORQUE NO HA QUERIDO VENIR"

    El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha emplazado a las formaciones políticas catalanas a dialogar sobre "los problemas reales" de sus ciudadanos, que a su juicio se están viendo pospuestos por atender a los "insolubles", como la prometida consulta soberanista.

    En su intervención ante el Pleno del Congreso, Rajoy ha insistido en que la competencia que reclama el Parlament para celebrar su prometida consulta el 9 de noviembre es "indelegable" pues la Constitución determina que es "exclusiva" del Estado.

    El Estado puede autorizar o no un referéndum pero lo que no puede hacer es delegar en otros para que lo autoricen, máxime cuando cuyo propósito es "radicalmente contrario a la Constitución". "Lo que pretende ese referéndum, independientemente de los eufemismos con que se camufle, es proclamar una soberanía que no existe porque nuestra Constitución no la reconoce", ha indicado el jefe del Ejecutivo, antes de proclamar una vez más que la soberanía española corresponde "a todos los españoles".

    LA ISLA DE ROBINSON CRUSOE

    Pese a que lo que ofrece el Parlament es "lo más parecido que se puede imaginar a la isla de Robinson Crusoe", Rajoy ha mostrado su "absoluta" disposición al "diálogo", "siempre" dentro de la Carta Magna, sobre los "problemas reales", unos problemas que, en su opinión, se están viendo pospuestos por atender a los "insolubles".

    "Y me inquieta, además, que esto se haga en el momento en que España, y dentro de ella Cataluña, comienza a ver claramente los primeros signos de recuperación del crecimiento", ha manifestado el presidente.

    Rajoy ha querido dejar claro a los dirigentes políticos catalanes que apuestan por la consulta que "les escucha y les entiende muy bien". "Les escucha todo el mundo y quien no escucha es porque no ha querido venir", ha dicho en velada alusión al presidente catalán, Artur Mas, ausente en esta cita parlamentaria. Ahora bien, ha recalcado que no puede reconocerles "lo que no tienen: no tienen razón", ha dicho.

    08 abr 2014 / 18:35
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