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SAN FRANCISCO EN GALICIA 800 AÑOS DESPUÉS

El convento de las Clarisas de Allaríz fue una Fundación Real

UNA FUNDACIÓN REAL
Será la reina doña Violante de Aragón (1236-1300), esposa de Alfonso X el sabio, quien funde este monasterio por 1282. Las primeras que aquí vivieron provenían del convento de Santa Clara de Zamora; su llegada se concreta por 1286, momento en que se adquirirán tierras y casas en O Pombar, fuera, por lo tanto, de la cerca que rodeaba el lugar, en la parte alta, en un espacio que pronto sería agrandado al acometerse nuevas adquisiciones.

Se ubica, de este modo, en el hoy denominado Campo da Barreira, antigua propiedad de este convento que fue lugar de feria y mercado, ante un amplio espacio abierto en el que, a un lado, se encuentra el santuario de San Benito, patrono de Allariz, en donde también pueden verse dos buenos cruceros - que han sido trasladados hasta aquí en 1827, procediendo de las inmediaciones de las iglesias de san Pedro y de San Esteban- , así como una buena fuente cuya traza se relaciona con el académico Juan de Villanueva, director de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, y, en su ejecución, con Manuel Touriño Gosende, natural de Terra de Montes.

En el testamento de doña Violante, que se fecha en 1292, se contemplan diferentes deseos suyos: el de tomar el hábito la orden, incorporándose a este convento, “… que yo fago”, y el de ser enterrada allí. Tales pretensiones no llegaron a materializarse al morir volviendo de Roma, en tierras de Roncesvalles.

Así pues, entre 1286 – momento en el que el rey Sancho IV, hijo de la fundadora, lo autoriza, al tiempo que promete su protección - y el año 1300 iba a levantarse una parte de este conjunto en el que, entre otros, recibirán sepultura dos nietos de doña Violante, los infantes Don Felipe y doña Margarita, así como los condes de Monterrey Rodrigo Pérez de Biedma y Juan Rodrigo de Biedma.

Pero aún siendo fundación real su puesta en marcha no estuvo exenta de problemas, concretamente con el obispo de Ourense, don Pedro Yáñez de Nóvoa, que se negó a colocar la primera piedra de su iglesia por lo que tal cuestión iba a retrasarse hasta 1294, haciéndose cargo de ello el obispo de Silves, de la diócesis del Algabe, Fray Domingos Soares (1292-1297), de la orden dominica. Esa consagración, por parte de un prelado diferente al diocesano, fue posible gracias a una bula de Honorio IV, de 1286, que así lo permitía.

EL CONVENTO
Hasta dos conventos hubo con anterioridad al actual y los tres se dispusieron sobre el mismo solar aunque con dimensiones diferentes. Incorporados a la fábrica del que hoy puede verse se han reconocido restos de la primera edificación, en tanto que de la que se entiende como segunda hay, también, testimonios documentales que aluden a obras realizadas en los siglos XVI, en la iglesia, y XVII, en el claustro. Será, por otra parte, en 1567 cuando este convento se redujo a la Observancia. Tras dos importantes incendios se acometerá, ya en el XVIII, una labor reconstructora importante que afecta a su totalidad.
Por lo que concierne a la iglesia actual se inicia su construcción en 1759 y se concluye en 1761, salvo el campanario que ha de ser levantado poco tiempo después; González García lo atribuye con Cayetano Costa, teniendo en cuenta su parecido con el de la Colegiata de Xunqueira de Ambía. Responde a una planta de cruz latina, abovedada y con el coro, como es habitual, repartido en dos alturas a los pies. Su formulación, básicamente en la portada, evoca el estilo de Simón Rodríguez, fallecido ya cuando se lleva a cabo la obra; cabe la posibilidad de que se siga una traza suya o de que quien la haya planteado persevere en los modos de aquel maestro. La imagen de Santa Clara, dispuesta sobre la puerta del templo, no es la original – hoy, en el claustro- ya que se trata de una escultura realizada por 1920.

El retablo mayor se contrata en 1788 con José Torres Sarmiento y Malvar y con Juan de Araujo. Responde al estilo rococó presentando, en la calle central, el Sagrario-expositor, así como las imágenes de Santa Clara y de la Inmaculada. Las calles laterales, en tanto, acogen, sobre peanas, las figuras de San Francisco de Asís y de San Bernardino de Siena. Todo parece responder al mismo momento con la salvedad de la escultura de Santa Clara, documentada en 1800, por el tiempo en que se dora este retablo.

Cuenta el crucero con dos retablos de parecida factura. Dos columnas rematadas con capiteles compuestos encuadran su espacio central y todo se corona al modo clásico, disponiendo en cada caso un evangelista, en esa parte alta, a cada lado, como videntes de un más allá, significado por el símbolo de la Trinidad que lo preside todo, en cada uno de estos dos retablos, a datar a principios del XIX. En este caso estamos ante obras barnizadas. El del lado de la epístola presenta a la Virgen Milagrosa y el que está enfrente, a San Antonio, en una escultura de 1800, de la misma mano que la Santa Cara del retablo mayor.

Ya en la nave, enfrente de la puerta que da acceso al templo, se dispone un retablo más, encajado en este caso, en un nicho. También es obra decimonónica, aún cuando responde a un momento posterior en el que impera el gusto por el eclecticismo. Se presenta aquí un Calvario, constituido por un Crucificado, del siglo XVIII en tanto que las imágenes de la Dolorosa y de San Juan, de vestir, son de un momento posterior.

Completan el repertorio devocional de esta iglesia las representaciones que, en forma de medallones, se muestran en los laterales del presbiterio, incluidas en los paneles con los que se revisten, en parte, sus paredes. En uno de ellos, el del lado de la epístola, se representan los Desposorios de María y José y en el otro, a la Virgen del Carmen entrega el escapulario a San Simón Stock. De este modo dos cultos importantes en el franciscanismo como son los de la Virgen del Carmen, con su valor de intercesora, y de San José, están aquí presentes.
En su conjunto el convento se centra con un enorme claustro, de 3.364 metros cuadrados en cuya parte media se dispone una fuente. Es entre 1730 y 1732 cuando se levanta su lado este. En la parte sur, en tanto, se trabaja por 1738. Tras una paralización de las obras se continúan, por la parte septentrional en 1765 y se culminan en 1771 para, posteriormente, ocuparse del lado oeste que es el propio de la fachada principal. Será por 1793 cuando se acomete la obra de la cocina, que se culmina con una buena chimenea, y, también, el refectorio, la escalera, la vicaría…
Con el siglo XIX llegaron distintas penurias para este centro. Le afectó, por 1808, la invasión francesa, siendo desalojado temporalmente el monasterio; también, la desamortización y la exclaustración.. Será el Concordato de 1851 el que suponga un cierto cambio de ciclo porque, a partir de entonces, empezará a crecer, de nuevo. Por 1852 la comunidad contaba, tan solo, con siete Clarisas En este sentido el apoyo del obispo de Ourense, Luis de la Lastra y Cuesta (1852-1857), va a ser fundamental. Ahora, por un tiempo, este convento ha de compartir su vida contemplativa con la dedicación a la enseñanza, lo que conllevará diferentes obras para atender a esta nueva función que se mantendrá hasta finales del XIX, en un continuo tiempo de penurias.

Tras la marcha de un grupo de clarisas de Allaríz - con el objeto de fundar un nuevo convento, en Ramirás, allá por 1949- esta casa recibiría, en 1957, a cinco religiosas procedentes del convento del Sagrado Corazón de Jesús de Cantalapiedra (Salamanca), lo que supondrá una cierta revitalización de la misma.

SU COLECCIÓN DE ARTE SACRA
Tres salas abovedadas, ubicadas en el ala de poniente, son el espacio en que se guarda una parte significativa de los bienes artísticos de este centro. Destacan aquí una preciosa obra en marfil, la “Virgen Abrideira”, y la Cruz de cristal de roca, enriquecida con pinturas en su peana y con el complemento de las imágenes de la Virgen y San Juan, a los lados. Son dos obras datadas a finales del XIII y relacionadas con el momento de la fundación y, muy probablemente, con la propia reina doña Violante.

EL ALBERGUE DE PEREGRINOS
En esta misma parte occidental del conjunto en que se disponen, en esa fachada principal, en un extremo, la iglesia; hacia la parte media, la colección visitable; y en la otra parte, la zona destinada, actualmente, a albergue y casa de espiritualidad. Ha sido la Asociación Alaricana de Amigos del Camino de Santiago quien impulsó, con la comunidad de clarisas, su puesta en marcha a partir del Año Santo Jacobeo del 2010.

EN RAMIRÁS
La madre Josefa de la Resurrección Vázquez Álvarez (1885-1964) -que fue abadesa de Allariz por dos veces ( 1931-1934 y 1946-1949)- va a ser quien deja, en 1949, este convento, en compañía de algunas monjas, y funda, en el antiguo monasterio de San Pedro de Ramirás - con un ayer vivido por monjas benedictina-, un nueva comunidad, que reconocen como de Clarisas Reparadoras y del que hacen titular a San José. Aquí estarán hasta 1993, en que trasladan su casa a Ourense. Durante un tiempo, a partir de 1953, tendrán abierto un colegio femenino. Posteriormente, tras la marcha de las Clarisas, un Centro de la Tercera Edad utilizará los antiguos espacios conventuales.

BIBLIOGRAFÍA

Folgar de la Calle, M. C., 'La iglesia de Santa Clara de Allariz y sus relaciones con el Barroco Compostelano' , Boletín Auriense, 10 ( 1984) , pp. 73-89.

González García, M.A., 'El arte en el monasterio de Santa Clara de Allariz', en Paz, J. P. (coord.) , Santa Clara de Allariz. Historia y vida de un monasterio. Santiago de Compostela, Diputación Provincial de Ourense, 1990, pp. 229-256.

Durany Castrillo, M., 'El Convento de Santa Clara de Allariz : (1282-1312)',en Raquel Casal, R. Andrade, J. M, López, R. J. (ed.) , Galicia monástica : estudos en lembranza da profesora María José Portela Silva . Santiago deCompostela : Universidade de Santiago de Compostela, Servizo de Publicacións e Intercambio Científico, 2009, pp. 131- 149.

Hernández Figueiredo, J. R., Madre Josefa de la Resurrección, clarisa reparadora, Madrid, Editorial Edibesa, 2014.

http://www.turgalicia.es/fotos/IMAGENES/FLASH/ARQUITECTURARELIGIOSANP/vr_19_clarisas/index.html

http://caminoallariz.com/web/gl/node/90

http://www.caminoallariz.com/web/noticias/inauguracion-del-albergue-peregrinos-allariz

http://www.turgalicia.es/fotos/IMAGENES/FLASH/ARQUITECTURARELIGIOSANP/vr_90_sanpedroramiras/index.html

Santa Clara de Allariz

Misas: Laborables, 8.00 horas. Festivos, 11.00 horas

Museo de Arte Sacro: Del 1 de julio al 30 de septiembre, lunes y de miércoles a sábado: De 10.30 a 13.00 horas y de 17.30 a 19.30 horas. Domingos: De 12.00 a 14.00 horas y de 17.00 a 19.30 horas.

Del 1 de octubre al 30 de junio, lunes y de miércoles a sábado. De 10.30 a 11.45 horas y de 17.30 a 19.15 horas. Domingos de 12.00 a 14.00 horas y de 17.00 a 19.15 horas.

22 nov 2014 / 20:43
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