La crisis dispara el furtivismo en Galicia que crece de forma alarmante
El pasado año se decomisaron más de trece toneladas y se identificaron 2.100 personas // Las actuaciones para frenar esta práctica crecen un 56% // Las licencias han disminuido, y muchos legales marisquean fuera de la ley
La necesidad, la falta de recursos, e incluso la desesperación en los tiempos de crisis que atraviesa el país, han llevado a miles de gallegos a traspasar la delgada línea que separa lo legal de lo ilegal para practicar el furtivismo marino como medio de subsistencia, o para lograr un dinero extra que les permita sobrellevar el día a día.
Pero no son los únicos. El número de furtivos, ilegales y legales (con licencia, pero no respetan zonas o especies protegidas o en veda) y que cuentan con una organización bien estructurada también se ha disparado en los últimos años en Galicia.
Una actividad que está haciendo mucho daño a las cofradías y a las agrupaciones marisqueras, al tratarse de un sector que da trabajo, oficialmente en las diversas modalidades de marisqueo, a 22.000 personas y supone el 36 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) gallego, lo que convierte a esta especialidad en vital para la comunidad, según se desprende del informe presentado en 2011 por la Guardia Civil: O furtivismo mariño e a súa incidencia na Comunidade Autónoma.
Más información en El Correo Gallego (edición papel) y en Orbyt