Denuncian que a los coches Santana del Ejército "les salen disparadas las ruedas"
Tienen que conducirlos a 20 km/h ·· Ganó el concurso del Ministerio en detrimento de Urovesa
Los mecánicos del Ejército español denuncian que los vehículos Aníbal "tienen graves fallos, que ponen en entredicho la seguridad y la integridad de quienes los tripulan", publicó ayer El confidencial digital.
Estos coches son fabricados por la empresa Santana en Jaén. Y "sus defectos de fábrica son evidentes", señala esta publicación. Por ello, "los trabajadores de Santana visitan diariamente acuartelamientos militares donde disponen de ejemplares de Aníbal para repararlos".
Este vehículo ligero (de unos 1.000 kilos de carga útil) fue elegido en 2004 como todoterreno oficial del Ejército de Tierra. En aquella ocasión se presentaba también al concurso el modelo Uro Vam TL, fabricado por la empresa de Santiago Urovesa, cuya calidad está fuera de toda duda. De hecho, Urovesa es suministrador de Defensa desde el año 1981 y, actualmente, cuatro de sus vehículos tienen la homologación del Ministerio: 3 camiones y un todoterreno de grandes dimensiones llamado Vamtac, adquirido en el año 2005.
La polémica en la elección surgió, además, porque el modelo de Santana "fue calificado por los expertos como el que tenía peores condiciones de entre todos los modelos que se barajaban", dice El Confidencial digital. Pese a todo, el Ministerio de Defensa, entonces dirigido por José Bono, autorizó su compra.
Los problemas más comunes de este coche, según los expertos de las Fuerzas Armadas, "son el aflojamiento de tuercas, fallos de conexión en el sistema eléctrico, roturas del chasis, ruedas que salen despedidas cuando el vehículo está en marcha y falta de medidas de seguridad, como no poseer cinturones para los pasajeros".
Entre los miembros del Ejército que trabajan a diario con un Aníbal se dice también que "puede llegar a causar accidentes graves". Y, en este sentido, El Confidencial Digital señala que "se dio orden a los acuartelamientos de que deberían reservar el uso de estas unidades únicamente al interior de las bases militares y a una velocidad máxima de 20 kilómetros por hora".