Santiago
+15° C
Actualizado
sábado, 10 febrero 2024
18:07
h
{ EL DÍA DESPUÉS }

Los detalles

    EL CONTROL del rebote defensivo y la minimización de los balones perdidos son dos de los factores que tienen una gran incidencia en el cómputo de ganar o perder partidos. Su solución no es fácil de corregir con los entrenamientos ya que también depende de las características individuales de los jugadores, del estilo de juego del equipo, etc. Todo esto viene al caso de que en estos momentos el mejorar en ambas facetas seguro que son de las cosas que el cuadro técnico del Obradoiro intenta corregir, ya que si te cogen 14 rebotes ofensivos o pierdes 12 balones en la primera parte, casi todos entre el final del primer cuarto y en el segundo, es muy difícil encarrilar un partido, que a pesar de todo se consiguió igualar jugando una gran segunda parte pero con un esfuerzo muy grande que pudo pasar factura.

    El del sábado fue otro encuentro a los que ya nos empezamos a acostumbrar en Sar, con final de infarto, con la particularidad de que para darle más emoción de la que el marcador ya tenía, las estrategias de los dos entrenadores convirtieron este tramo en una partida de ajedrez. Vidorreta no quería permitir la opción del triple por parte de los tiradores del Obra y le salió bien gracias a que Caloiaro y Triguero fallaron sendos tiros libres en el momento decisivo, mientras que a Salva Arco no le tembló el pulso e incluso metió los cuatro finales que fueron tan importantes que lo normal es que en alguno le temblase el pulso o las piernas. Fue una pena perder un partido así, en el que el Obra ganó tres de los cuatro cuartos, pero que como apuntamos anteriormente tuvo esa pájara descomunal tanto en ataque, perdiendo balones sin sentido, como en defensa: los 34 puntos recibidos son muchos, independientemente del acierto en el tiro de 3 del equipo canario. La renta de 10 puntos con la que llegaron al descanso la fueron administrando y fueron capaces con cierta fortuna de ganar el partido, ya que dos de los triples que en el cómputo final fueron seis puntos decisivos, el de Richotti fue un auténtico grelo y el de Sekulic nunca debió subir al marcador, al ser claramente fuera de tiempo como demuestran las imágenes de la TVG. Son de esos detalles que deciden encuentros tan igualados, como la última falta pitada a McGrath que si no se pita no pasa nada. Lo más importante es que a pesar del calendario, de la mala racha, etc., seis victorias son un bagaje muy importante tal y como está la liga.

    18 ene 2016 / 21:26
    • Ver comentarios
    Noticia marcada para leer más tarde en Tu Correo Gallego
    Tema marcado como favorito