Educación limita las preguntas a las materias que se dan en gallego

Era la promesa electoral de Alberto Núñez Feijóo: consultar a los padres sobre en qué lengua quieren que sus hijos estudien las llamadas materias troncales. El presidente de la Xunta definía en una radio estas asignaturas como "las importantes", un desliz verbal que no agradó a los educadores. Pero estas son también las materias que desde los tiempos de Fraga se han elegido para llevar el gallego a la escuela, por lo que al limitar la consulta a ellas, en la práctica, las familias podrán expresar su preferencia por una enseñanza solo en castellano, pero nunca por un modelo íntegramente en gallego.

"Aínda que a maioría sinalase a opción en galego estariamos falando soamente do cumprimento do decreto en vigor, co que se trata dunha consulta tendenciosa cara a unha determinada conclusión, que non permite nin sequera declararse partidario da opción de superar o actual decreto", critica la CIG-Ensino, central mayoritaria de representación de docentes.

Giro en el PPdeG

La norma del bipartito, que derogarán los populares, elevó la lista de troncales en gallego para garantizarle al menos un 50% de horario lectivo, siguiendo lo consensuado por las tres fuerzas parlamentarias en el Plan Xeral de Normalización Lingüística (PXNL), aprobado en 2004.

Pasada la etapa de Fraga y con el bipartito de por medio, la dirección del PPdeG ha dado un giro radical y hoy considera que es imponer la lengua de Galicia.

El conselleiro de Educación, Jesús Vázquez, justifica la consulta como un primer paso para "superar a conflitividade xerada arredor do uso do idioma" y promete que el resultado será el punto de partida para un nuevo decreto que se aplicará en 2010.

Pero a falta de conocer las respuestas de las familias, las maniobras de la Xunta en política lingüística solo parecen haber acrecentado el clima de confrontación. A su favor tiene, además de a los suyos, a los padres y la patronal de la escuela privada. Galicia Bilingüe le pide más. Y en contra están todos los sindicatos de la mesa sectorial, las AMPA de la pública y socialistas y nacionalistas, que creen que la consulta es tendenciosa y que busca legitimar el acoso al gallego.

Entras la voces en contra, se advierte de que la libertad real a la que apela la Xunta no es tal y que habrá muchas respuestas desde prejuicios, una variable en la que el conselleiro de Educación, Jesús Vázquez, descarta. "Nós non presupoñemos que haxa prexuízos cara a lingua galega nin nada", respondía el viernes en la presentación de la consulta, junto al secretario xeral de Política Lingüística, Anxo Lorenzo, otrora asesor del bipartito.

Lorenzo fue, paradójicamente, el secretario de la comisión de educación del Plan Xeral de Normalización, en cuya introducción se decía lo siguiente: "Os prexuízos obrantes aínda sobre o galego son froito do descoñecemento e da marxinación histórica na que se moveu esta lingua. Cómpre desmontalos usando todo o dispositivo legal e institucional, pero tamén a información e a argumentación científica (...). Cómpre ter preparada, pois, unha boa armazón argumental para desfacer posibles reticencias sociais, falacias e demagoxias que, aínda séndoo, poden callar entre a poboación".

Henrique Monteagudo, sociolingüística y miembro del Consello da Cultura Galega, considera que este diagnóstico sigue plenamente vigente y discrepa de la visión "aparentemente neutral" de Vázquez. "O conselleiro ou quere vivir nun país que el inventa ou ten que saber que arrastramos serios conflitos lingüísticos. Se el non o ve así, é porque está cegado polos seus propios prexuízos lingüísticos", dice.

Sobre la encuesta, añade que no le ofrece garantías, la cree innecesaria y aprecia en ella falta total de rigor científico. Añade que, de hacerla, debería encargase a un organismo independiente.

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