Las elecciones de la lengua
La Xunta pretende que los padres voten la lengua en la que quieren que sus hijos aprendan a leer y a escribir en el sistema público de enseñanza. Con el nuevo decreto que se anuncia se trataría, por tanto, de poner en marcha un proceso de votaciones en las aulas, en el que las madres y los padres decidirán, a tenor del resultado, si la enseñanza en un centro de Educación Infantil se imparte en castellano o en gallego. Sin duda se trata de una importante innovación sobre la normativa en vigor, pues las clases en Infantil en Galicia se deben impartir en la lengua materna predominante, según el criterio autoritario del claustro de cada centro. Ahora, será el principio democrático el que se aplique; es decir, que el resultado de la mayoría será el que determinará en todos los casos la lengua a enseñar, de tal manera que aquellos padres que ganen la votación verán como sus hijos son escolarizados en la lengua por ellos elegida, junto a los hijos de los padres que pierdan por no haberla votado. Quizá alguien no haya reflexionado lo suficiente, a la hora de idear este nuevo texto reglamentario del gallego, sobre el hecho de que los gobiernos representativos lo son precisamente por la voluntad democrática expresada en las elecciones propiamente dichas: las elecciones en las que se convoca a todos los electores; y que son estos representantes políticos los que tienen que ejercer así el monopolio legítimo de la fuerza manifestada en leyes, decretos y actos de gobierno; y que esa es, en definitiva, una responsabilidad intransferible.