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María J. Rodríguez Malmierca / Filóloga inglesa y coordinadora de ‘e-learning’ en el Cesga

“Es erróneo pensar que la tecnología para la mujer ha de ser rosa”

Cuatro mujeres gallegas excepcionales -Amparo Alonso, María Fernández, Isabel Expósito y Patricia Mañana- que trabajan e investigan en ámbitos relacionados con la tecnología, y desde perspectivas muy distintas, se darán cita mañana de manera virtual en el Día Internacional de las Chicas en las TIC, jornada organizada por el Cesga, en colaboracion con el Cpeig, Igualdade, GAL y AMIT

Mañana es el Día Internacional de las Niñas de las TIC, y como no podía ser menos, el covid-19 no hace que suspendáis el evento, porque la tecnología os permite celebrarlo de otra manera. ¿Cómo lo estáis viviendo, María?
Sí, este año la celebración es un poco diferente, y ha limitado sobre todo la parte más lúdica, porque no podemos abrir el Cesga para que participen las y los peques en los diferentes talleres de tecnología que teníamos pensado, pero por otro lado en la parte de la charla con cuatro investigadoras y tecnólogas gallegas con escolares no ha cambiado mucho. Ya estaba pensada para que fuera una charla virtual donde pudiese participar el alumnado de Primaria y Secundaria de cualquier centro educativo gallego con nuestras invitadas en el Cesga. Así que lo único que cambia es que este año la celebraremos de forma totalmente virtual, y nuestras invitadas participarán cada una desde su domicilio, así como los chicos y chicas de Primaria y Secundaria desde cualquier punto de Galicia.
El reto este año ha sido poder llegar hasta nuestro público final, estudiantes de último ciclo de Primaria y Secundaria, pero, como siempre nos pasa, y este año era bastante más complicado, las y los docentes se han volcado con la convocatoria y hoy ya tenemos más de 90 inscripciones para la charla virtual gracias a su ayuda y difusión.

¿Tú eres de las personas que sigue hablando del concepto ‘nuevas tecnologías’ o suprimes el adjetivo?
La verdad es que sigo utilizando eso de nuevas, porque no encuentro un equivalente que me convenza y que sea breve. A veces usamos TIC, (Tecnologías de Información y Comunicación), pero no es un acrónimo que mucha gente fuera de nuestro ámbito conozca, y es necesario que se comprenda a qué nos referimos.

Se ha dicho muchísimas veces que la tecnología puede aportar enormes posibilidades en diversos campos para mejorar la vida de todos. ¿Es una buena oportunidad para fomentar vocaciones femeninas?
Sí, creo que es una oportunidad excelente, porque aunque las circunstancias actuales son muy dolorosas, estamos viendo la necesidad y el beneficio de utilizar estas tecnologías para múltiples circunstancias: desde acercarnos a aquellos a quienes queremos y no podemos compartir espacio, a través de videoconferencias, o mediante la utilización de grandes superordenadores para acelerar la identificación de patrones o claves del virus que permitan a las y los investigadores de todo el mundo encontrar una vacuna o una cura en el menor tiempo posible, o la utilización de sistemas de inteligencia artificial para ayudar a tomar decisiones clave sobre la base del análisis de enormes cantidades de datos diarios sobre el virus... Hasta la posibilidad de seguir creando y disfrutando de actividades artísticas y de ocio: visitas virtuales inmersivas a museos o conciertos, videojuegos…

Seguimos viendo que la brecha de género afecta a todo el planeta. ¿Cómo es posible si vemos que a las niñas les encanta usar tabletas, móviles, ordenadores, consolas y demás? ¿Dónde empieza el bajón?
La brecha de género, desgraciadamente, no se está superando. Es preocupante el bajo índice de niñas y chicas que, desde los ocho años en adelante, consideran las tecnologías como un campo de estudio o trabajo futuro. Las niñas son, efectivamente, grandes usuarias de las tecnologías, pero es necesario que se vean también en el papel de creadoras de esas tecnologías. Conseguirlo es un gran reto, porque en contra tenemos los estereotipos negativos asociados al trabajo en tecnologías: que es aburrido, solitario, de frikis... y es un estigma muy difícil de superar para una niña o adolescente, que lo que quiere son objetivos muy diferentes. También la ausencia de referentes cotidianos es clave. Todas conocemos o hemos oído hablar de Steve Jobs, de Bill Gates o Elon Musk..., ¿pero cuántas niñas han oído hablar de Heidi Lamarr, Susan Wojcicki o, poniéndolo más cerca en el tiempo y en el espacio, de Amparo Alonso Betanzos o María José Alonso Fernández?
El desconocimiento de la sociedad sobre lo que son los diferentes estudios y empleos del sector TIC tampoco ayuda. ¿Cómo podemos orientar a nuestras hijas e hijos (o alumnado) sobre algo que no tenemos muy claro ni conocemos su potencial? Ahí es necesario un esfuerzo grande de difusión de las posibilidades y carreras técnicas y superiores que pueden formar de forma adecuada para alimentar esas vocaciones.

Una curiosidad: eres filóloga inglesa. ¿Cómo llegaste al campo de la tecnología y al Cesga? ¿Dónde nació tu inquietud?
Efectivamente, estudié Filología Inglesa, pero afortunadamente, nunca vi una barrera en la tecnología, puesto que mi padre fue profesor de Informática en FP y siempre tuvimos un ordenador en casa, y fui de las primeras en conectarme a internet de mi entorno. El hecho de que además la web, sobre todo en sus primeros años, estuviera mayoritariamente en inglés, me atraía mucho. Ya estudiando Filología empecé a trastear con cómo se hacían las páginas webs, y aprendizaje de un lenguaje de programación, además sencillo, como el HTML, y me resultó muy atractivo. Así que comencé con la creación de páginas para uso escolar, y a conocer poco a poco el potencial enorme que tenía internet para la educación. En el año 98 el Cesga convocó una plaza de analista para un proyecto europeo de evaluación del impacto de internet en la escuela, y ahí comenzó mi etapa en esta institución. Ya más adelante me centré en el aspecto educativo del e-learning, y comencé mi doctorado en la Facultad de Ciencias de la Educación de la USC.

¿Cuál es tu función en el Cesga?
Coordino el área de e-learning y colaboración. Por una parte trabajamos, bien promoviéndolos, bien como socios tecnológicos, en proyectos educativos de aplicación de las nuevas tecnologías en procesos de enseñanza/aprendizaje. También proporcionamos servicios de e-learning a investigadores y docentes: campus virtual Aula Cesga, sala de multiconferencias, herramientas de creación de contenidos interactivos, formación y asesoramiento.

Ahora que llevamos más de un mes viviendo en estado de alarma y los alumnos están sin clase, ¿crees que se están coordinando bien los centros educativos para impartir clase? ¿Piensas que saben hacerlo?
Creo que la gran mayoría de docentes están haciendo un trabajo extraordinario para tratar de suplir la falta de presencialidad y son muy sensibles a las necesidades y circunstancias de su alumnado. Están buscando soluciones que permitan paliar el grave problema de la falta de equipamiento y de conexión a internet de una parte significativa de su alumnado, y proporcionando alternativas, en conjunto con concellos y otras instituciones, para que puedan tener materiales de trabajo. Hay que valorar este esfuerzo, cuando un porcentaje elevado de los mismos nunca habían tenido que impartir formación no presencial, y están realizando un autoaprendizaje muy exigente y acelerado. Sin embargo, es muy difícil la coordinación y planificación en circunstancias tan inéditas y excepcionales. La totalidad de docentes que conozco están trabajando sin horario para tratar de que su alumnado y sus familias sufran lo menos posible con la situación, y saque el mayor rendimiento a lo aprendido hasta la fecha, afianzando conocimientos clave para este curso.
Desde marzo, en el Cesga experimentamos una enorme demanda de los servicios asociados a esta docencia on-line, como Aula Cesga, nuestro campus virtual, que casi triplicó el acceso de sus usuarios, se crearon más de 100 cursos nuevos en dos semanas, y hubo que mejorar la infraestructura del servidor para poder dar capacidad a este y al servicio de multiconferencia.
Tengo la curiosidad de conectarme a horas un poco extrañas y el nivel de actividad, tanto en fines de semana, festivos o a deshoras, es elevadísimo. La preocupación y el compromiso por dar la mejor respuesta al alumnado es lo habitual entre el profesorado.

Apagar vocaciones

¿Debería tomarse más en serio la asignatura de Informática?

Desde luego. El papel que juega la tecnología en la escuela es importante. Si conseguimos trasladar algo de esa variedad y posibilidades a las actividades escolares, ya estaremos alimentando futuras vocaciones. Si lo único que ven es que se puede hacer un documento en un procesador de texto... estaremos apagando esa creatividad y posibilidades. Se producen grandes disfunciones en el diseño e interpretación de esas tecnologías para ese 50 % de la población que formamos las mujeres. La tecnología tiene que estar diseñada y elaborada por un equipo diverso. No se trata de que la tecnología ‘para mujer’ sea de color rosa. Esa es una interpretación equivocada. Esto se traduce en que la proporción de mujeres especialistas en TIC es solo del 16-17 % , tres puntos menos que hace siete años.

22 abr 2020 / 00:31
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