¿Qué es un escritor?
NO SÉ si ya les escribí a ustedes acerca del último libro de Manuel Pombo, Cuentos propios y extraños. Lo pensé hoy, al leer la reseña que Luis María Anson hizo de él, en El Cultural de El Mundo, hace ya algunos meses, no demasiados, pero sí algunos. Si no lo hice antes, que creo que sí, que sí lo hice, tampoco les voy a hablar ahora. Sería feo insistir teniendo en cuenta que prologué ese libro y que ya dije allí todo lo que no diré ahora aquí. Pero lo que sí haré será remitirme a lo que dice Anson y a lo que también acerca del libro dijo Darío Villanueva. En resumen, que si pueden léanlo. Pídanlo prestado o cómprenlo, la lectura ha de ser la misma y gozosa. El caso es que Pombo es catedrático de pediatría, médico insigne, y que su figura humana me plantea siempre la pregunta que les traslado: ¿Qué es realmente un escritor?
Hace muchos años, cuando andábamos en funciones de parto de eso que ahora se llama el AELG y tiene más padres de los que entonces tuvo, hubo propuestas realmente curiosas; por ejemplo, la de considerar escritor y por lo tanto sujeto admisible en la asociación, a toda persona que tuviese la intención de escribir un libro. Algo así como si en el Colegio Médico admitiesen como colegiado de número a todo aquel que tuviese intención de curar una gripe.
La aparición de los blogs ha abierto el abanico de forma notable y ya podemos considerar escritor a todo aquel que mantenga uno abierto con asiduidad o que lo haya mantenido de ese modo durante un tiempo que permita el juicio del lector, con independencia de que este sea bueno o malo. Pero todavía hoy sería imposible, entiendo yo, considerar escritor a todo aquel que tuviese intención de contar sus cosas, elaborar sus ensoñaciones o poner a caldo a todo Quisque en un blog que nunca pasase de la potencia al acto.
Pombo no es un escritor potencial. Es un escritor potente. Pertenece a esa especie en extinción de los llamados médicos humanistas, quizá porque el humanismo sea ya un movimiento, un concepto del vivir que cada vez se nos antoja más lejano. ¿Lo está? Ahí les queda un buen par de temas de discusión a los amables escritores que lo son, que también lo son, en la página web de este periódico. ¿Esta kaput el Humanismo? ¿Es médico todo el que recete una aspirina?
Manolo Pombo receta aspirinas, infantiles, pero aspirinas y debe llevar ya publicada media docena de libros. Sábato escribió tres y ya ven, no la que armó, pero sí la que le armaron. Rulfo, que yo recuerde, sólo dos y ya ven la que organizó. Don Juan de la Cova, ilustre orensano inventor de un idioma, bautizado por él mismo como trampitán, sobre el que Filgueira Valverde realizó vigoroso estudio creo que en el primer número de Grial, escribió no sé cuantos y ya ven lo que le deparó la fortuna.
¿Qué es un escritor? No sólo alguien que escribe, eso es un escribano y puede ser también un amanuense. Un escritor es alguien que sueña y luego escribe, incluso alguien que escribe y luego sueña, aunque sea médico, a pesar de ser ingeniero o incluso y precisamente por eso. En fin, que esto ya no da más de sí, al menos por hoy.
Escritor, Premio Nadal
y Nacional de Literatura