Fallece el patrón de un pesquero gallego que se hundió frente a la costa de Portosín
Dos de los tripulantes pudieron ser rescatados por los efectivos desplazados, una lancha de salvamento y un helicóptero
La localidad coruñesa de Portosín (Porto do Son) se despertó hoy llorando la pérdida de uno de sus vecinos. El patrón del pesquero 'Furacán', Carlos Queiro, fue encontrado sin vida frente a la costa de Porto do Son, tras naufragar el buque. Los otros dos tripulantes --uno natural de Santa Cristina de Barro, en Noia y otro de origen peruano-- fueron rescatados con vida.
El siniestro ocurrió de madrugada, sobre las 03.00 horas, cuando el barco regresaba a puerto tras recoger las nasas. El pesquero se fue a pique entre la Illa da Creba y el dique de abrigo del puerto, puntos que distan entre sí de aproximadamente media milla. "Estaba prácticamente entrando no canal do porto", relata un vecino, que como otros muchos se acercaron hasta el espigón para ver el sitio exacto. Algún curioso se aproximaba a la punta de la barrera "para ver si se veía el barco", pero varios marineros del lugar indicaron que se trata de un sitio bastante profundo. "O barco quedará aí, agora xa non serve para nada", aseguraba un pescador preguntado sobre su posible reflotamiento. En en lugar, una boya amarilla señala el sitio donde está la nave.
Apuntan al fuerte viento y un corrimiento de la carga como causas naufragio
Según los comentarios de la gente de la villa, la causa pudo ser un golpe de mar que hizo que las nasas se corrieran y provocaran que el barco escorara de forma que no pudo volver a levantarse. Un conocido del fallecido asegura que era "experto buceador" al dedicarse también a la pesca submarina. "Hasta el último momento intentó salvar el barco porque ya estaba aquí, al lado del puerto. Pero se fue con él", relató aludiendo a las palabras de un "íntimo amigo de Carlos".
Esta misma persona también apuntó a las condiciones meteorológicas como factores desencadenantes del accidente. "Ayer se quedó una noche horrible, hacía mucho viento y el mar estaba muy picado". A lo largo del día de hoy continuó el viento racheado en Portosín, pero "mucho menos de lo que hacía ayer por la noche", según comentaba este vecino del lugar. "Saír ó mar nestes días é ir á aventura. Podes ir e volver cargado de peixe ou ir e non volver. Pero así é a vida dos mariñeiros", razonaba otro pescador.
Al ser el naufragio de noche y el rescate del cuerpo por la mañana temprano, provocó que un par de vecinos, que se acercaron a una taberna próxima al puerto, desconociera lo ocurrido. Justo al lado, las banderas gallega y española a media asta y con crespón negro en la cofradía alertaban de lo ocurrido. En la terraza de este bar, varios sonenses recordaban uno tras otro los naufragios que afectaran a marineros de la zona. Entre ellos se encontraba un familiar del fallecido que, cabizbajo, recibía numerosas muestras de afecto. "E así a vida", repetía. Y la vida sigue en este pueblo marinero, que en temporada estival se convierte en lugar de veraneo. Los jubilados echaron la partida como cualquier otro día y los turistas caminaban por el paseo marítimo.