Flavio Morganti, restaurador

Premio de Gastronomía de Galicia, creador del restaurante Galileo, de O Pereiro de Aguiar-Ourense, nació cerca del lago de Como, en Italia, y el amor lo trajo a Galicia, donde triunfa como restaurador… ¡y como escritor!

Su prestigio y el éxito de su labor al frente del restaurante Galileo, de Santa Baia, O Pereiro de Aguiar, a un paso de Ourense, ya habían traspasado fronteras, mucho antes de que, el año pasado, por su valiosa aportación a la cocina gallega, le fuera concedido, con todo merecimiento, el Premio de Gastronomía de Galicia. Por si fuese poco, sus libros sobre gastronomía también han dado mucho que hablar y han acaparado importantes premios internacionales. Y, recientemente, la ponencia que presentó en el Fórum Gastronómico sirvió para dar a conocer su faceta de hombre de ingenio, como padre de un invento, el del aromati-ahumador, en cuyo desarrollo trabaja en la actualidad. Se trata de una máquina pensada y diseñada por él, que permitirá aportar a los platos aromas de productos naturales a través del vapor y el humo.

Natural de Lecco, al norte de Milán, a unos cincuenta quilómetros, junto al Lago de Como, también llamado Lago de Lecco, y los Alpes lombardos, Flavio Morganti empezó a trabajar en el mundo de la restauración con catorce años. El treinta de junio cumplirá cuarenta y ocho. En su formación han influido su paso por la escuela de Bellagio y sus experiencias en Saint Moritz, Venecia, La Liguria, San Remo, la costa azul francesa y, por descontado, Suiza, donde conoció a su esposa, Joaquina Prado, que le descubrió Galicia, su tierra natal y ahora la tierra adoptiva de este gran creador de sabores, totalmente identificado con el fogar de Breogán, cuyos secretos culinarios y posibilidades gastronómicas conoce a la perfección.

Fue, precisamente, en Galicia, donde Flavio pudo hacer realidad el sueño de dirigir su propio restaurante, el Galileo, instalado en una hermosa casa de 1800, rehabilitada con un gusto exquisito, donde da rienda suelta a su creatividad. Más adelante se embarcaría en otros proyectos relacionados con la restauración, aunque la gran sorpresa serían sus libros, que nos descubrieron a un profesional, no solo preocupado por la excelencia en todo lo que hace, sino también en investigar las raíces culinarias de la tierra que ha adoptado como propia. Se puede comprobar en su obra Vacas. Su dignificación gastronómica y sexual, Premio Gourmand 2007 al mejor libro de cocina en España. O, más recientemente, con El árbol del Pan, otra gratísima sorpresa, en la que nos descubre las posibilidades de frutos mágicos del país, como la castaña, que fue el gran antídoto frente al hambre. La nueva entrega literaria del maestro Morganti no tardó en recibir el título de Mejor Libro Gastronómico del Año.

Como chef, Flavio Morganti suele decir que ejerce su labor con tres premisas: contar con la mejor materia prima y ofrecer una elaboración muy cuidada. Luego, profundizar en la interpretación de la cocina gallega tradicional, evolucionada. Y, por último, aportar a cada plato una gran dosis de imaginación y un toque de buen gusto.

Tenía toda la razón el publicista Pedro Pérez, presidente de Dúplex Creativos, de Barcelona, cuando propagaba –y sigue propagando por allᖠlas delicias gastronómicas del restaurador ourensano. Porque Flavio se considera un ourensano más y hoy, con sus platos y sus libros, es uno de nuestros más firmes embajadores gastronómicos.