Galiciencia reúne en Ourense a los prometedores inventores del futuro

Una cúpula para bicicletas que permite guarecerse de la lluvia, una aplicación móvil para aparcar el coche, la creación de un freno de seguridad automático para sillas de bebé, un dron para detectar incendios forestales o un robot submarino. Son algunos ejemplos de las ideas que se pueden ver, oír y tocar estos días en la Galiciencia, la mayor feria científica de Galicia que reúne a cincuenta equipos de jóvenes talentos.

Desde ayer y hasta mañana el Parque Tecnológico de Galicia, en su condición de entidad organizadora, acogerá sus proyectos científicos y de innovación, que incluyen, como novedad, una sección especial en la que expondrán veinte equipos de Primaria.

En declaraciones a Efe, las creadoras de la original cúpula, consistente en una cubierta de plástico con una estructura que se fija al vehículo, explicaron que la idea fue crear un invento para poder circular en bici en condiciones de lluvia.

"En Galicia llueve demasiado, lo que hace complicado usar la bicicleta", detalló Paloma Barreiro, quien señaló que para hacer este proyecto se basaron en "los carritos de bebés".

Esta bici incorpora "intermitentes para mejorar la seguridad", así como un altavoz al que se puede conectar el dispositivo de música "para que a la gente se le haga ameno el viaje", abundó su compañera Belén Calvo, procedentes ambas del IES Rosalía de Castro de la capital gallega.

Los autores de otro invento, en este caso un freno de seguridad para silla de bebé, que llamó la atención de numerosos visitantes, Diego García e Ignacio González, apuntaron que su intención fue crear un sistema de freno eléctrico para sillas de bebé a fin de evitar sucesos como el que tuvo lugar en Londres donde, por un descuido, "se precipitó un carrito de bebé a las vías del metro", o para evitar que la silla se vaya "en una pendiente".

A través de un mecanismo, la persona, al retirar ambas manos del guiador de la silla, permite que el vehículo frene de "manera automática, evitando accidentes fortuitos, a veces, con lamentables resultados", añadieron. Para ello, instalaron un sistema de frenos que consta de tres partes fundamentales: "El manillar, en el que va enrollado un papel albal con un sensor capacitivo, una placa –instalada junto a las ruedas–, y un motor", precisaron en este sentido.

Es un proyecto sostenible que se puede realizar por unos veinte euros.

Otras creaciones curiosas son una aplicación móvil, Easy Park, del estudiante Diego Barreiro, que permite saber qué plazas de aparcamiento están libres en la ciudad y así "ahorrar en tiempo y gasolina"; un robot submarino; el proyecto de uso de Leds, de Íñigo Maruri y José María Sousa, del colegio Montecastelo de Vigo, para el cultivo de lechugas, o un nuevo método de preservación de productos perecederos.

También se puede ver el proyecto de un colegio de Vigo para la recuperación de la memoria social e histórica de las figuras del afilador y los paragüeros, estudiando "su repercusión social, económica y cultural" mediante un análisis del dialecto, el chiflo de reclamo y la evolución de la máquina para afilar.

¿Son los videojuegos beneficiosos para la capacidad de concentración? o ¿huele igual una colonia en diferentes personas?, son algunas de las preguntas de los estudiantes en sus proyectos innovadores.