García Morales fue detenido poco antes de viajar a Australia

Carlos García Morales, el narco gallego de 35 años de edad, salía tranquilamente de su residencia en un lujoso barrio de Medellín, ajeno a lo que le esperaba, cuando varios agentes del cuerpo de elite antinarcóticos de Colombia, con apoyo de miembros de la DEA norteamericana, se abalanzaron sobre él y procedieron a su detención. A García Morales, conocido en el país sudamericano como el matador, se le acabó la buena suerte por unas horas.

El narco gallego, en busca y captura por parte de la Audiencia Nacional, iba acompañado por una mujer y se dirigían a una agencia de viajes a retirar unos billetes con destino a Cartagena de Indias. Pero no era ese el punto final del recorrido. El operativo policial se aceleró cuando los efectivos antidroga tuvieron conciencia de que pensaba viajar a Australia, o de estupefacientes, según confirmó el jefe de la Dirección de Policía Judicial (Dijin), el general Carlos Ramiro Mena, que se encontraba al frente del operativo.

No trascendió los motivos del viaje pero la DEA no quiso esperar más, ya que, de acuerdo con algunas fuentes, estaban a la espera de un contacto de el matador con los jefes de los cárteles que le daban cobijo en la capital antioqueña.

El general Mena Bravo, desveló que Carlos García Morales trató de despistar a las autoridades al intentar hablar con acento paisa, castellano que se habla en la región de Antioquía y que se caracteriza por el voseo (uso del vos como segunda persona del plural) y el seseo (pronunciación intensa de la s). Pero el matador no logró su objetivo y fue apresado. Ahora, según el general Mera, ahora será extraditado a España, para ser juzgado por tráfico de estupefacientes. Sobre él pesa también una reclamación de las autoridades antidroga estadounidenses que, en caso de prosperar, sería atendida después de la solicitud de la Audiencia Nacional de Madrid.

García Morales en estos momentos era el encargado de introducir cocaína a la península ibérica desde Colombia en coordinación con Ángel de Jesús Pacheco Chancí, alias Sebastián cabecilla de la banda criminal de Los Rastrojos, una de las más violentas del país. Antes había trabajado con otros cárteles y para cofinanciar su tráfico ilegal, se asoció con organizaciones narcotraficantes rusas y de la Camorra italiana con el fin de consolidar su presencia en el mercado europeo, con los que ya había mantenido contactos cuando formaba parte del grupo de transportistas liderado por Vila Sieiro, el presidente.

El padre de Carlos García Morales, Felisindo García Garrido, que estuvo imputado en esta misma causa y que quedó liberado de toda implicación, aseguró ayer a EL CORREO que "mi hijo no se escapó de la policía sino que ya vivía en Colombia. Lo imputaron y lo declararon en busca y captura pero él no huyó se había ido a vivir allí antes de la operación del Doña Fortuna". Felisindo García dijo que los coches localizados en la casa de Xinzo eran de su propiedad "como quedó demostrado documentalmente ante el juez".

El padre de Carlos García se muestra seguro al decir que "en relación al caso que se le imputo es inocente y de semostrará como se demostró que lo soy yo".