Golpe al fútbol gallego con la muerte súbita de un jugador cadete del Muxía

Muxía. Consternación e impotencia en Muxía y en el fútbol gallego por la muerte de Abdoulaye Fall Seck, jugador cadete del Muxía, de 16 años, que se desplomó ayer en el vestuario del campo de Arliña, en tiempo de descanso, en el partido de la Primera Autonómica de la categoría entre su equipo y el Fisterra.

El joven se sintió indispuesto al llegar al vestuario, y al poco tiempo se desplomó. A pesar de los esfuerzos del personal sanitario, de los técnicos deportivos y de los miembros de Protección Civil que acudieron en su auxilio (se dio también aviso al helicóptero médico), nada se pudo hacer por salvarle la vida.

Lucas Toba, padre de un compañero de Abdoulaye, aseguró que los primeros en auxiliarle "foron o entrenador do Fisterra e unha rapaza de Muxía, pero non houbo forma". Señaló que había disputado la primera parte del partido sin problemas.

Abdoulaye era el mayor de cuatro hermanos, y había nacido en Senegal, de donde procede su familia. Llevaba más de cinco años residiendo en Muxía, donde estaba perfectamente integrado (su padre es marinero) y estudiaba en el IES Ramón Caamaño de la localidad.

Compañeros, vecinos y amigos coincidieron ayer en destacaron que Abdoulaye era "un rapaz estupendo, ao igual que o é toda a súa familia, que xa leva anos vivindo aquí".

Las muestras de condolencia por el suceso han sido múltiples, comenzando por todos los clubes de la Liga da Costa y las de las redes sociales. El Concello de Muxía decretó dos días de luto oficial, y la Federación Gallega de Fútbol, un minuto de silencio en los partidos que se disputen esta jornada. El presidente de la FGF, Raafel Louzán, se desplazó de urgencia ayer hasta Muxía.