Santiago
+15° C
Actualizado
martes, 23 abril 2024
16:11
h

La gozosa pertenencia

Arraiano entre Arraianos, Edicións Positivas, S.L / Revista Arraianos 2017 de Xosé Luís Méndez Ferrín es ante todo un libro de vivencias, de un directo ir a ver; es un libro que rezuma vitalismo y hedonismo; contiene además excursiones nutridas de percepciones, datos y ubicaciones precisas. Este libro, además, conecta con una " antropología viva", es lo que denomino "lo encontrado puro" -un carro de bueyes conservado, un muro intacto- y que le viene al autor de su interés por la Galicia rural desde siempre. Este libro conecta además con una tradición antigua que viene de la revista Nós y del Seminario de Estudos Galegos en lo referente al contacto con Portugal.

Ya se sabe, frontera en inglés es border, límite, marca, señalización de pertenencia, y aparecen las "marcas": construcciones seculares de vigilancia. La etimología de marqués viene de aquí. Esta realidad contiene una paradoja: a ambos lados de la convivencia se reúne lo más común y lo más distinto , en unión de convivencia y de intercambios.

Para nada es la Raia una construcción como lo es la gran muralla china, física, material, de trazado pensado entre las montañas; sino que es una raia " mental"; y lejos de dividir, lo que hace es que dobla las dos nacionalidades con sus culturas, sus identidades y aportaciones; de tal modo que desde el ejercicio de la voluntad uno se puede colocar en Montealegre, Castro Laboreiro, Vilar de Perdizes, Arbo, Oleiros, Guntimil en mi recuerdo, como ejemplos, y siempre encontrará el viajero un ramillete de realidades diferentes, de "sabores" distintos. ¿Cuál es el secreto de A Raia? ¿Por qué atrae tanto a Raia?. A Raia es ante todo una especie de alimento terrestre en múltiples usos y permanencias. Porque contiene una historia, una arquitectura, unas construcciones y costumbres distintas, y unos paisajes distintos, sí, pero esto no llega: se requiere una especificidad , un "unicum", y esta especificidad consiste en la manera acertada y peculiar de la conservación de sus aldeas, y en consecuencia no es tanto lo que A Raia ofrece, sino, sobre todo, cómo nos encontramos como sujetos cuando vamos entrando en ella, en una sintonía mágica de aprobación, admiración y sorpresa. Ocurre, pues, una cuestión psicológica como una vivencia de plenitud, de dicha. La cámara fotográfica es el objeto que registra esos instante únicos.

Este libro de Méndez Ferrín nos traslada a este territorio mítico. Hace que participemos del mismo; imitemos los aciertos y cuidados de este territorio; adquiramos productos de este territorio como una rica muestra de su aportación y contemplemos y hablemos de ese territorio con nostalgia y ansia de volver. Como muestra valga el libro La Fábrica de Louça de Vilar de Mouros, reciente. La Literatura tiene el don de reunir los territorios con sus nombres, y viceversa, y establece así una valoración perenne.

Expresa también la felicidad de la captación pura: el hecho de que nuestro escritor se encuentre allí en directo, y capte y deguste todo ese mundo circundante desde una geografía sabida en tierra recorrida, y otras veces descubierta. Aparecen con júbilo los espacios amados: los preferidos, los referidos y los recordados desde repeticiones, novedades y variaciones en que el estado del sujeto varía, avanza y escribe. También es un libro de visión cósmica, cuya cúspide es Despedida a Castro Laboreiro, y que nos recuerda , hasta cierto punto, a Os Eidos de Novoneyra.

Este libro revela además un mundo por completo alejado de lo urbano (Vigo) y se sitúa, en el descubrimiento y gozo de lo rural, en las antípodas de lo industrial. También se encuentran artículos donde aparece la denuncia y el compromiso: algo viejo en nuestro escritor, y cuyo precedente más conocido es Sartre. También adivinamos una complacencia por estar-ante-la- Naturaleza, como en un cuadro o en un paraje realizado por C. Friedrich, y lo conectamos con la filosofía de la naturaleza de Schelling: "La naturaleza es la razón existente". Es romántico Méndez Ferrín"? Hasta cierto grado sí. Porque él supo ejercer su actividad creadora como individuo (Fichte) entre territorios con Naturaleza, Historia y Nación, y también con Idioma y Cultura.

Se cumple aquí, aparte de todo, la actualidad del libro de Alain Renaut La era del individuo, (1993) y emerge con fuerza La cultura del yo (1993) de Helena Béjar. El yo ferriniano se nutrió en A Raia desde la voluntad, la necesidad, la decisión, el riesgo (con su Land Rover por precipicios), la curiosidad, la sensibilidad, la inquietud y la emoción. El libro se cierra con ese prestigioso traslado escrito que constituye la Bibliografía. Toda A Raia es una geometría de amor en gozo del Tiempo secular y milenario entre geologías, geografías y corazón.

01 abr 2018 / 13:12
  • Ver comentarios
Noticia marcada para leer más tarde en Tu Correo Gallego
Tema marcado como favorito