Gran galopada de integración sobre las azules olas de Ferrol
Niños con autismo reciben clases de surf junto a sus padres, otros chavales y alumnos de Erasmus // La escuela Monos de Mar quiere trasladar esta experiencia a personas que desean salir de la drogadicción
Ferrol ama el surf porque es una ciudad salvaje. Más allá de las luchas políticas o los problemas del naval, la libertad se alcanza sobre las olas. Y esta práctica deportiva derriba tópicos y pretende acercarse a todo el mundo, sin que importe la edad o las barreras de cualquier tipo. En las playas ártabras, niños con autismo como Lucas, Ziro, Carla y Cris reciben clases de surf integrados entre otros chavales, sus padres y alumnos de Erasmus. La iniciativa partió el pasado verano de la escuela Monos de Mar, creada por Fernando Carballido, Farruco Bustabad e Ignacio Pedreira. Los dos primeros trabajan en Aspanaes (Asociación de Pais de Persoas con Transtorno do Espectro do Autismo). Y decidieron trasladar su experiencia al mundo del surf, en una escuela que no se orienta a la competición sino a pasarlo como monos.
Aunque estas clases tienen base en Esmelle, recorren todos los arenales en función del viento y de la seguridad necesaria. Al trabajar en Aspanaes con niños autistas sabemos que su relación con el agua es muy buena, escuelas de surf de EEUU ya tienen estas terapias, indica Fernando. En ningún momento se crean grupos cerrados, sino que la integración impera desde el principio junto a otros niños y adultos (como Erasmus de Alemania, Italia o México).
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