Gustazo

Hacía falta una victoria para recuperar la autoestima del Rio Natura Monbús, hacerlo en Murcia después de estar toda la semana bombardeados por el efecto del mediático fichaje de Pete Mickeal no parecía fácil, ya que el propio Pete tras anunciar que estaba hecho un animal, comenzó el partido asumiendo su teórico liderazgo, suyas fueron las primeras canastas y protagonismo en el juego de ataque de su equipo. Lo que ocurre es que por muchas sesiones de gimnasio y de entrenamiento a las que un jugador se someta, el ritmo de competición y la integración en un equipo, solo se logra a base de minutos en la cancha y horas de práctica con sus compañeros. Al principio pareció el revulsivo que necesitaba el Murcia pero la defensa del Obra por un lado y la táctica de cargar el juego de ataque con los interiores, Oriol o Muscala, a los que tenía que defender en clara inferioridad física de 10 o 12 cms. de diferencia, hicieron el resto. También hubo otro factor muy importante que para mí fue determinante, el castigar a Wood con continuos balones interiores a Pumprla cuyos posteos sacaron como renta tres faltas que lo mandaron tempranamente al banquillo y privaron al ataque murciano de su mejor artillero.
El UCAM Murcia solo aguantó el envite en el primer cuarto y después desapareció en combate literalmente arrasado por el Obradoiro que a pesar de la ventaja no bajó la guardia y dejó al rival noqueado con dos efectos colaterales, uno en forma de basket average irrecuperable y el otro en el traslado al UCAM a ser un candidato más en la lucha de la particular liga de la parte baja de la tabla.
Desde la desventura del tramposo caso de Esteban Pérez, que me tocó vivir muy de cerca, ganar al Murcia siempre me produce un gustirrinín que no desaparece ni con el paso de los años, reconozco que haber ganado con la contundencia de 36 puntos de renta ha sido un auténtico gustazo. Esta balsámica victoria permite encarrilar la próxima visita del Bilbao con optimismo y tener más de tiempo para poder elegir al sustituto de Minnerath sin urgencias. Acertar con poco dinero que ofrecer no es tarea fácil e incluso el debate en la elección del fichar un 4 o un 5 nos lo ha resuelto este partido. Para mí lo importante es fichar al mejor jugador posible, si es un 5 perderemos algo en la defensa de los alas-pivots que jueguen abiertos, y si es un 4 perderemos peso y rebote en la zona, pero tal y como está el equipo ahora, Muscala, Delas e incluso Oriol pueden jugar más abiertos y ganaríamos en centímetros en el juego interior. Así que tema resuelto, que se fiche al mejor jugador posible y sin sacar los pies del tiesto de la economía, que en el presente es clave para la salud deportiva de un equipo y en el futuro va a marcar el devenir de una liga que sufrirá una revolución en la readaptación presupuestaria de muchos de los hasta ahora poderosos. Un ejemplo, el Bilbao.