Invictos
ES LA CONSECUENCIA más importante de la trabajadísima cuarta victoria obtenida ante el Estudiantes, ¡Seguir invictos en Sar!. Siete partidos, tres derrotas fuera de casa ante tres rivales de mucho lustro y abismal diferencia presupuestaria, Caja Laboral, Valencia y Barcelona , y cuatro victorias en casa ante rivales que salvo el Sevilla, han planteado muchas dificultades en una Liga Endesa que está siendo igualadísima en el juego de los equipos y mucho más apretada que las de los últimos años.
Cuatro victorias que son importantísimas y a las que hay que darles el reconocimiento que se merecen, ya que si nos atenemos a la tabla clasificatoria, el Obra está entre los grandes desde que comenzó la temporada, con equipos de mucha tradición y experiencia en la ACB como son el Unicaja o el CAI por debajo. Las actuaciones del equipo pueden tener variopintas lecturas en todos los aspectos del juego, pero hay una que me gustaría resaltar, unos días funciona mejor la muñeca de unos, en otros partidos la ha tocado a la de otros, pero el equipo siempre está bien atrás con un nivel de esfuerzo colectivo muy alto que es lo que ha permitido ese bagaje excepcional a estas alturas de la competición, nada más y nada menos que la imbatibilidad en Sar.
Hay tres nombres propios que me gustaría resaltar, uno por el gran esfuerzo y trabajo que está haciendo en cada partido, Caloiaro, que puede estar más o menos acertado en ataque, pero que siempre es actor principal en la difícil película de la lucha titánica. Destacar en esta aspecto donde el equipo aporta tanto, dice mucho a favor de Angelo. Otro es el de Yusta, que anteayer se ganó el bautismo de la confianza con su presencia en la cancha en el momento clave del partido, cuando lo más fácil, como suelen hacer un gran porcentaje de entrenadores, sería que no estuviese y tirar de un veterano.
En ese sentido Moncho y el Obradoiro también son valientes y diferentes. Pero Yusta que ya antes había cumplido con creces en su particular duelo con Hernangomez volvió a dar el do de pecho y responder a la confianza que su entrenador depositó en él en un momento del partido que estaba más que difícil. El tercer nombre es el del Obradoiro como equipo. Me explico: Alec Brow hasta ahora, tras dos meses de baja, apenas ha podido tener protagonismo.
Esta circunstancia para muchos equipos sería una baja decisiva, vital, y en el caso del Obra apenas se ha notado por la aportación del colectivo que es cada vez más importante y crece partido a partido. No sé qué pasará el sábado ante la Penya, equipo que está tocado por la varita mágica del triunfo in extremis, pero tras lo visto en Sar, me siento optimista y creo que el obradoirismo también es partícipe de este sentir. Seguro que veremos un partidazo.