Iván Vázquez: "Los trofeos se llenan de polvo y se oxidan, pero los recuerdos son para siempre"

{ Santiago, 1988 } Es joven, está sobradamente preparado, pero lejos de rendirse al ‘pecado’ de la autocomplacencia, ha decidido hacer caso a su rebeldía interior, a su incansable necesidad de dar, pero también de recibir. Iván Vázquez ha dejado de lado la comodidad de clubes ya asentados como el Deportivo o Racing de Ferrol para aceptar la propuesta, incierta siempre cuando se ve a tantos kilómetros de distancia, del Independiente del Valle de Ecuador, para ejercer de mentor de sus jóvenes perlas. Apenas un mes después de su llegada, el compostelano afirma orgulloso que su valentía le ha dado la mejor de las recompensas: recuperar la esencia del fútbol.

¿Qué lleva a un entrenador de apenas 30 años, con una trayectoria en clubes como el Racing, Deportivo o Compostela a hacer la maleta e irse al otro lado del mundo?

Soy entrenador porque es mi pasión. Me considero un privilegiado de poder vivir haciendo lo que me gusta. Desde hace 15 años me levanto para ir a disfrutar y no para ir a trabajar. En mi última etapa el fútbol se estaba convirtiendo en mi trabajo y por eso decidí finalizar mi contrato y esperar una nueva oportunidad para volver a disfrutar. Cuando llegó la oferta de Independiente era cuando más pensaba en estar en Santiago, pero de repente las sensaciones tras hablar con el club me decían que tenía que hacer la maleta, y hasta el momento puedo decir que no me he equivocado. Estoy disfrutando y aprovechando cada día al máximo. Creo que todavía no soy consciente de la distancia, pero sí de lo que estoy disfrutando aquí.

Costaría decir adiós, ¿qué metió en la maleta para no sentir morriña?

Es difícil distanciarse de la familia, no dejarla porque sé que están conmigo, pero reconozco que soy mucho de papá y mamá y especialmente echo de menos cada día a Adri, mi gran amigo y hermano. No podían faltar en mi maleta las fotos de mis ahijados Manu y Xan, además de una bandera gallega que espero sacar y presumir con ella algún día de esta etapa. También llevo tatuada la palabra Morriña con la M en forma de Catedral. La tierra es la tierra y solo sabemos lo que significa esa palabra cuando estamos lejos.

La propuesta desde el Independiente del Valle tuvo que llamarle mucho la atención ¿no?

Incluía poder incorporarme a la estructura y trabajar en la formación de los chicos, ayudándoles en todo lo que pueda tanto a nivel deportivo como personal. Es decir, lo que yo entiendo por fútbol formativo, y en parte también por el de rendimiento. Cuando llegué me encontré con una predisposición de la gente total, en la que todos caminan hacia un mismo objetivo. Creo que estoy descubriendo otra metodología y manera de entender el fútbol, que me aportará más crecimiento.

¿Y qué le dijeron que buscaban en un entrenador compostelano y joven como usted?

Mucha dedicación y poder aportar mi granito de arena en el trabajo diario, tanto con los chicos, como en todo lo que pueda con mi idea sobre este deporte.

Firma hasta el 31 de diciembre de 2019. ¿Cuáles serán sus prioridades de trabajo?

Ser capaz de transmitir a los chicos las máximas herramientas técnicas, tácticas y psicológicas para este deporte, además de los valores personales que pueda aportar. Ser jugador profesional es muy difícil y es algo que me enorgullece cuando un chico llega a vivir su sueño y has podido ayudarle en el camino. Esa es mi prioridad, además de que el día de mañana puedan recordar con algo de cariño que un entrenador de muy lejos ha trabajado con ellos, ese es el mejor regalo que te llevas en esta profesión. Los trofeos se llenan de polvo y se oxidan, pero los recuerdos son para siempre.

¿En las condiciones de trabajo, tanto de material como de grupo humano, existen muchas diferencias con respecto a Galicia?

Creo que es el club más desarrollado en cuanto a instalaciones y medios materiales de los que he trabajado. Todo es muy profesional. Tengo un cuerpo técnico muy amplio y una dirección muy bien estructurada en cuanto a roles, pero todos con un mismo objetivo, formar jugadores, y eso es muy difícil de encontrar en un mundo donde los resultados, las prisas y el cortoplacismo es lo que prima. En eso encuentro una gran diferencia.

¿Un futuro futbolística de Ecuador tiene los mismos sueños que uno europeo?

En su manera de entender el deporte, saben que cada día es una oportunidad y un día menos hacia su objetivo y por eso son muy agradecidos. Entienden que estás para ayudarles y lo valoran y agradecen. Puedes recriminar y enfadarte por algo por su mejoría, pero, al acabar la sesión te dan la mano uno por uno, acompañado de un "gracias profe" y todos los días antes de empezar el trabajo otra vez. Siempre antes del partido, en grupo rezan dos oraciones. Otra diferencia que encuentro es que son más fuertes físicamente y tienen mucha calle, cosa que en España hoy en día no tenemos.

No será sólo entrenar, ¿qué no quieres dejar de ver o de probar antes de volver?

Quiero conocer su cultura, su manera de entender la vida. La gente es muy respetuosa y muy religiosa y le dan mucho valor a las cosas. Dejar un poco de comida en el plato es, por ejemplo, difícil de entender aquí, aunque he de reconocer que con lo ricos que están los ceviches yo no dejo nada. He visitado ya la Mitad del Mundo y varios lugares de Quito, pero no me marcharé sin hacer una escapada a las Islas Galápagos, un paraíso.

Lleva apenas un mes, ¿cuál ha sido la primera lección que le ha dado ya esta experiencia?

Es algo que me eriza la piel y que nunca olvidaré. En mis primeros días, una noche en el Complejo Deportivo me senté a cenar. Al rato un jugador de la Sub12 vino y pidió permiso para sentarse a mi lado al ver que estaba solo, en lugar de ir con sus compañeros. Después de rezar por los alimentos me dijo: "Profe de dónde es usted, ¿no echa de menos a su familia?". A lo que añadió: "Yo soy de un lugar a 11 horas de aquí y no veré mucho a la mía, pero me da igual, les he prometido que cuando llegue a Primera volveré a estar con ellos". En ese momento se me llenaron los ojos de lágrimas. Al final compartimos un mismo sueño y estas cosas te generan la responsabilidad de dar lo mejor de tí cada día, para ayudarles a lo que quieren conseguir. Encima, acabó de cenar y me agradeció él a mí el haberle hecho compañía.

iván vázquez Dtor. Técnico Sub16 y colaborador formativo del Independiente

{ Santiago, 1988 } Es joven, está sobradamente preparado, pero lejos de rendirse al 'pecado' de la autocomplacencia, ha decidido hacer caso a su rebeldía interior, a su incansable necesidad de dar, pero también de recibir. Iván Vázquez ha dejado de lado la comodidad de clubes ya asentados como el Deportivo o Racing de Ferrol para aceptar la propuesta, incierta siempre cuando se ve a tantos kilómetros de distancia, del Independiente del Valle de Ecuador, para ejercer de mentor de sus jóvenes perlas. Apenas un mes después de su llegada, el compostelano afirma orgulloso que su valentía le ha dado la mejor de las recompensas: recuperar la esencia del fútbol.