Jamón y manzanilla, las armas secretas de España en Japón

La selección española se tomó un día de asueto después de eliminar a Lituania y meterse en las semifinales del Mundial, descansó, hizo un poco de turismo y, por la mañana, compartió un aperitivo típico en la embajada de España con los representantes y empleados de la delegación diplomática en Tokio.

La embajada preparó una recepción informal para los jugadores, el cuerpo técnico, los responsables de la federación española (FEB) y los enviados especiales de los medios de comunicación. No faltó jamón serrano, queso manchego, vino de Rioja, manzanilla servida con venencia ni otros productos de la gastronomía española.

La delegación del equipo nacional acudió a la sede diplomática encabezada por el presidente de la FEB, José Luis Sáez, y el presidente honorífico, Ernesto Segura de Luna, a quienes también acompañaron el secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, y el director general de Deportes, Jaime Blanco.

El equipo estuvo representado por Juan Carlos Navarro, José Manuel Calderón y Carlos Jiménez, así como por el seleccionador, José Vicente Hernández, sus ayudantes, Rafael Vecina y Joan Creus, el médico, Delfín Galiano, y el resto del cuerpo técnico.

Jaime Lissavetzky, secretario de Estado para el Deporte, también felicitó "al equipo, no sólo a los jugadores, sino a todo el equipo de la federación española, de la selección, empezando por Pepu Hernández, seleccionador y a todos los que la hacen posible, sobre todo a los jugadores". "Gracias por la imagen que estáis dando, no sólo por meter más puntos que los rivales, y gracias a la embajada por el esfuerzo que ha hecho", añadió el responsable del deporte nacional.