Ni las Kardashian escapan al bum de los cómics, un género en alza

Tras la reciente celebración del Día del Cómic el pasado 10 de mayo (idea importada de EEUU por España en 2002), la primavera recuerda la vitalidad del llamado noveno arte con un mar de lanzamientos. Esta es una mera selección que resume el talento de este género editorial al que ya nadie llama subgénero porque se gana al público. La era digital ayuda al eco de una narrativa de ilustraciones y bocadillos cada vez más nutritivos. Pasen, vean, vuelen, lean.

El vigués Fernando Llor, premiado como Mejor Guionista Nacional en la feria Cómic Con de Valencia por su labor en El espíritu del escorpión (Norma Cómics), firma ahoraLa Pieza, un libro difundido por Evolution (Panini).

Su trabajo avanza con dibujos de Rafael Vargas para viajar hasta la convulsa España del curso 1937/38. "Es un relato diferente sobre la figura de Picasso en la que lo realmente interesante es lo que sucede a su alrededor entre unos maquis encargados de proteger al artista y al Guernica", describe en Facebook el autor pontevedrés Kiko da Silva.

Por cierto, Kiko, uno de los grandes dibujantes de Galicia, ha sacado una edición especial de Lórix Magazine como parte de la campaña electoral del BNG, ya que él va en la lista de este partido por Pontevedra.

También lleva sabor gallego Ether 2. Los gólems de cobre editado por Astiberri, escrito por el norteamericano Matt Kindt y dibujado por el ourensano David Rubín. Son 144 páginas a color con un ritmo tremendo que alterna variedad de formatos, ya que la estructura clásica convive con páginas donde una sola imagen puede llenar todo el cuadro.

Es una delicia visual sobre las andanzas del científico Boone Dias, que encara peligros mil.

Y hablando del gallego Rubín, vuelvo a recomendar Sherlock Frankenstein y la legión del mal, obra de esa misma editorial donde dibuja ideas del multipremiado guionista Jeff Lemire.

La joven Frances, del canadiense Hartley Lin, salió antes de primavera lanzado por Astiberri pero también conviene rescate.

Su historia en grises retrata a dos amigas que encaran cambios laborales en la gran ciudad al tiempo que afrontan terremotos emocionales, una en el mundo de la abogacía y otra en el circo televisivo de Hollywood.

De ágil lectura, deja poso amable, entretiene y además hace pensar sin ser pretencioso, virtud que vale más que el oro.

Y probando que el mundo de las celebrities tampoco está fuera de las viñetas, la editorial Glenat va a lanzar aquí Las joyas de la Kardashian.

Se alimenta de una larga tradición periodística, investigar.

Parte de la labor de dos reporteros franceses, Julien Dumond y François Vignolle, que arropados por las ilustraciones de Gregory Mardon, bucean en el robo que sufrió la famosa saga familiar estadounidense cuyo negocio telegénico compite con los imperios de Silicon Valley.

PREMIO EISNER, OSCAR DEL SECTOR Volviendo a la prensa, en ocasiones olvidamos que grandes obras literarias como las de Alejandro Dumas nacieron como entregas impresas, dinámica todavía común en EEUU en cuestión de viñetas, lo digo en relación a la llegada de la premiada serie noir Balas perdidas.

El sello catalán La Cúpula editó hace meses el segundo libro del mismo título que compila las desventuras de una peculiar pareja de fugitivos creada por David Lapham, quien les pinta en blanco y negro en los EEUU de los años 80-90, en pueblos olvidados por los mapas de esa trastienda del american dream que, en el caso de la recién salida tercera entrega se sitúa en Los Ángeles.

Se disfruta con la naturalidad de un trago de agua en tardes de verano pero en vaso de plástico, sacando partido a la iconografía outsider sin caer en (muchos) lugares comunes.

Este nuevo tomo de la saga galardonada en 1996 y 1997 con el premio Eisner (el Oscar del sector) es el tercer volumen y se subtitula Otra gente.

UN GALARDONADO WESTERN EN PAPEL E igual que el cine vive un renacer de los westerns, lo prueba ahora la cartelera con Los hermanos Sisters, la valiente editorial Fulgencio Pimentel, con sede en Logroño, ha publicado Duelo al sol, donde Manuel Marsol refleja su amor por el lejano Oeste norteamericano.

Emplea un llamativo uso del color, cierto minimalismo y juega con trazos a lo grande (a veces más bien cuadros), un poco con humor otro poco con ingenuidad. Ofrece un discurso que combate los clichés del género, saltándose el viejo rol de vaqueros buenos e indios malos porque una cosa es hacer un libro de género y otra verse sometido a convencionalismos ya superados.

Difundido en abril en cartoné (19 x 25 cm.) con 104 páginas, este volumen fue galardonado por la Asociación de Librerías Sorcieres (ASLJ) y la Asociación de Bibliotecarios de Francia (ABF) con el premio Carrément Sorciere Fiction 2019. Suma también alguna distinción para público juvenil pero disfrutarlo no requiere mirar el carné de identidad.

No solo el mercado americano amortiza las bondades de las recopilaciones.

Igual que Jagger (recién operado) dijo una vez que seguirá adelante mientras sigan existiendo adolescentes que descubran las canciones de los Rolling Stones, también aquí habrá generaciones que den con un personaje español único como pocos, Brian, el niño con poderes telequinésicos creado por el dibujante y guionista leonés Miguel Ángel Martín.

La editorial Reino de Cordelia ha sacado Brian the Brain, volumen con 400 páginas sobre una serie nacida en el underground y el indie musical (trabajó para Subterfuge) de los años 90, hoy traducida a varios idiomas.

Los cómics gozan del encanto de habitar una isla narrativa donde la vida late a ritmo más lento, de lectura y relectura.

Sus autores y autoras han normalizado el uso de la nueva tecnología para dar con otro público. Y acostumbrados al viento en contra, van ganando eco.