Lavacolla ya estaba habitada cinco mil años antes de la nueva terminal
En la zona de Costoia, por donde ahora se va a ampliar el aeropuerto, hay constancia de la existencia de un enterramiento prehistórico perteneciente al Neolítico ·· Los vestigios desaparecieron hace medio siglo cuando se construyó una de las pistas de rodadura
La nueva terminal de Lavacolla se asentará sobre un antiguo yacimiento prehistórico del que hoy en día sólo quedan testimonios en la documentación y en la memoria de los más veteranos de la parroquia, que todavía recuerdan los restos desaparecidos hace ya medio siglo.
En el estudio histórico sobre esta zona realizado por el redactor de EL CORREO GALLEGO Enrique Neira, se recogía el resultado de las investigaciones realizadas en el Archivo del Cabildo de la Catedral de Santiago,.
En un documento correspondiente a la tenencia de San Paio de Sabugueira aparecía citada la medorra de Costoia. Es decir, que estaríamos hablando de un enterramiento prehistórico.
Sin embargo, esta información documental luego no pudo ser confirmada en la realidad, ya que del antiguo recinto no queda ningún tipo de vestigio después de las sucesivas urbanizaciones que se llevaron a cabo en la zona cada vez que se acometía alguna reforma en el aeropuerto.
De hecho, según testimoniaron varios vecinos de la zona de edad ya avanzada, sí que existían restos hasta hace algo más de cincuenta años. Algunos de ellos, señalaba el presidente vecinal, Manuel Salvado, recordaban ir de paseo por esta zona y encontrarse con un montículo de tierra que era claramente artificial, y que tenía una altura superior a la de una persona.
Ahora, antes de acometer la construcción de la nueva terminal, se llevaron a cabo estudios previos, pero hace cincuenta años lo del impacto ambiental y lo de los sondeos no estaba en vigor, de forma que según estos mismos testimonios, cuando en aquellos tiempos se acometió una pista de rodadura para el aeropuerto, las máquinas alisaron el terreno y borraron todo vestigio del pasado.
Afortunadamente, sí se ha conservado la referencia documental que permite atestiguar la existencia de este enterramiento en San Paio de Sabugueira, y certificar así la antigüedad del asentamiento humano en la parroquia de San Paio de Sabugueira. Porque estamos hablando de, aproximadamente, unos 3.500 años antes de Cristo.
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UN SEPULCRO
Mámoas, medorras y antasSegún recoge Henrique Neira en su libro San Paio de Sabugueira. A parroquia compostelá de Lavacolla, "las mámoas, medorras, antas o dólmenes son sepulcros de época megalítica, formados por montículo de tierra de planta circular de hasta cinco metros de altura". En este sentido, señala que "las primeras construcciones de este tipo aparecen alrededor del año 3.500 antes de Cristo, y se siguieron edificando durante al menos dos mil quinientos años más". El túmulo existente en Costoia, tal y como refleja la documentación analizada por el investigador, podía tener una antigüedad de hasta cinco mil años. Por los testimonios orales recogidos en el trabajo sobre San Paio, sabemos también que la construcción, o al menos el túmulo, pervivió hasta mediados del siglo XX .
Las claves
Varias ampliaciones en los últimos años·· La actual terminal de Lavacolla se construyó en el año 1969, y se amplió posteriormente en 1976, 1982, y 1993. Además, a lo largo de estos años también se ha ampliado el aparcamiento y las instalaciones complementarias, de forma que la orografía ha variado de forma considerable desde los tiempos en los que existía la mámoa.
Testimonios escritos y también orales
·· La investigación de Henrique Neira se basó en el análisis pormenorizado de la fuentes escritas existentes en el Arzobispado de Santiago, desde los documentos hasta libros como el Códice Calixtino o el Liber Santi Iacobi, así como sobre testimonios orales de los vecinos.
Veintiséis meses de plazo previsto
·· Las obras de la nueva terminal comenzaron el pasado mes de mayo con un plazo de ejecución previsto de veintiséis meses. Habrá un edificio mucho mayor que el actual, con un vestíbulo de 2.515 metros cuadrados, y un espacio para facturación con treinta y dos mostradores y una superficie de 1.800 metros .