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dispone de un equipo que busca copiones

Levi Strauss y una costura con polémica judicial

Una sencilla costura en forma de gaviota bordada sobre un trozo de tela, se ha convertido en la pieza de ropa sobre la que más demandas legales se han interpuesto en Estados Unidos

El bolsillo de los vaqueros Levi Strauss, una sencilla costura en forma de gaviota bordada sobre un trozo de tela, se ha convertido en la pieza de ropa sobre la que más demandas legales se han interpuesto en Estados Unidos.

Se trata, quizá, de la patente más simple de la historia.Pero es precisamente esta sencillez la que ha llevado a la compañía que inventó los pantalones vaqueros hace más de 150 años a convertirse en una asidua en los tribunales de defensa del derecho intelectual de la propiedad.

Se trata de la empresa que más litigios ha interpuesto en el campo de la moda -más de 100 desde 2001 hasta 2006- y la sexta entre todas las corporaciones de EEUU.

Esto es, Levi Strauss ha interpuesto más demandas que General Motors, Walt Disney o Nike, según un análisis de la firma Thomson West publicado recientemente en "The New York Times".
Toda esta fiebre legal deja a la empresa creada en 1853 en San Francisco en un lugar muy alejado del que ocupó en su día como símbolo del espíritu pionero americano desde los días de la Fiebre del Oro, cuando vistió a los mineros en busca del preciado metal.

La reina de los vaqueros convertida en reina de los tribunales alega que sus numerosos competidores se están beneficiando de su famosa costura en forma de gaviota para colocarla en sus propios bolsillos, y se toma tan en serio su papel de vigilante que dispone de un equipo de detectives que va por el mundo en busca de los copiones.
Pero sus competidores, la mayoría de los fabricantes de "jeans", señalan que esta estrategia es el último recurso de una compañía que ha perdido el norte.

Sea como fuere, el caso de Levi Strauss muestra hasta qué punto las demandas legales se han convertido en el pan de cada día en el campo de la moda.
Expertos consultados confirman que los tribunales son un lugar común para defender diseños de sencillez pasmosa, como las de algunas archiconocidas marcas de prendas y calzados deportivos.

Para Dana J. Finberg, abogado experto en asuntos de propiedad intelectual de la firma LeClair Ryan, "la cuestión es saber si un consumidor razonable es capaz de distinguir el diseño o no".
Esto es, asociar el cosido con la marca Levi Strauss.

En el caso del bolsillo de marras, señala Finberg, "se trata de una de las piezas de ropa más fáciles de identificar que ha habido nunca", por lo que no es de extrañar que Levi se defienda como gato panza arriba para que no se le escape de las manos.

Arlen Olsen, socio de la firma Schmeiser, Olsen & Watts, cree que el caso de Levi Strauss es interesante porque la mayoría de los individuos asocian un nombre o un eslogan a un caso de patentes.

Pero Olsen indica que, al igual que Levi Strauss, muchas empresas registran sólo el aspecto de un producto, como por ejemplo productos de limpieza que incorporan atomizador.
Muy pocas compañías tienen en su haber emblemas capaces de extenderse por el mundo revolucionando la moda, como los en su día omnipresentes 501 o los "Dockers", de Levi Strauss.
Pero todo parece indicar que cualquier tiempo pasado fue mejor.

Las ventas de la compañía se han reducido en más de un 40 por ciento desde 1996, lo que ha obligado a la empresa a cerrar docenas de fábricas y despedir la mitad de su plantilla en los últimos cinco años.

Sus enemigos indican que Levi está "rabiosa" porque ha perdido numerosas oportunidades últimamente: no ha sabido subirse a tiempo al tren que puso de moda los vaqueros gastados y rotos a precios exorbitantes; o la de los "jeans" de diseño más ceñido y favorecedor para las mujeres.

Pero Mitchell C. Stein, socio de la firma de defensa de la propiedad intelectual Sullivan & Worcester, asegura que estas críticas no se sostienen.
"La costura es un símbolo, y Levi Strauss ha de seguir batallando para mantener su patente so pena de que se convierta en un genérico, como los termos o la aspirina".

Se trata de una batalla, en cualquier caso, en la que un grupo claramente sale ganando: los abogados.

11 feb 2007 / 12:41
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