Mankell recogió el premio San Clemente recordando a Lorca
El escritor sueco ganó el galardón por su novela 'El chino' y sorprendió con su gallego portugués//Descubrió una placa en honor del gran poeta andaluz
Compostela volvió a convertirse ayer en capital de las letras gracias a los alumnos y profesores del instituto Rosalía de Castro, que compartieron con el escritor sueco Henning Mankell su pasión por la literatura y su admiración por García Lorca, cuya visita en 1932 a la capital gallega se recuerda ya con una placa en la fachada del centro.
El novelista y dramaturgo sueco viajó a Santiago para recoger su XV Premio Literario Juan de San Clemente, que como ya viene siendo tradicional, tuvo lugar en el transcurso de un encuentro con los estudiantes gallegos de segundo de Bachillerato, los mismos que el pasado año eligieron su libro, El chino, por encima de Chesil Beach, de Ian McEwan, y Tren nocturno a Lisboa, de Pascal Mercier.
Acompañado por otra de las galardonadas en esa edición, la escritora Inma López Silva, Mankell sorprendió a sus interlocutores hablando en un perfecto gallego portugués en el que confesó su satisfacción por estar en Compostela y recoger un galardón otorgado por jóvenes lectores.
En este sentido, el director del instituto Rosalía de Castro, Ubaldo Rueda, recordó que "Mankell no pudo estar presente en su día para recoger el premio junto a López Silva y Martínez de Pisón y prometió hacerlo tan pronto como le fuese posible". Lo hizo ahora, en mayo, el mes en el que el centro educativo se ha volcado recordando la estancia de García Lorca en Santiago en un homenaje al que también quiso sumarse el novelista sueco.
"Son un admirador seu", señaló, "e coma él, son un gran defensor do teatro".
En este sentido, Rueda recordó que "Mankell representó en Mozambique La casa de Bernarda Alba y como el granadino, se expresa en gallego y ha quedado fascinado por la ciudad".
Durante su intervención ante los medios de comunicación, Henning Mankell habló de literatura, de sus libros, del personaje del inspector Wallander que lo hizo famoso y de sus proyectos más inmediatos, entre ellos un documental sobre el cineasta Ingmar Bergman, padre de su esposa. Pero también habló de política, de su defensa de la causa palestina y su compromiso con La Flotilla de la Libertad, de la situación que se vive en África, en Europa y en Egipto, y de la posición mundial que ocupa actualmente China.
LETRAS. Habló de todo lo que le preocupa, como el paro y la inmigración, y de su responsabilidad como intelectual, pero también de su forma de escribir y de su pasión por el teatro, del silencioso trabajo que hacen los traductores con sus libros y sobre todo, de la importancia de "desfrutar co que se está facendo".
Además, Mankell habló de El hombre inquieto, la última novela de la saga Wallander, el personaje que creó hace 22 años y que piensa jubilar porque como él mismo afirmó ayer "a vida é mui curta e hai moitas historias que quero contar".
aiglesias@elcorreogallego.es
Mankell aprovechó para hablar del Camino de Santiago, un elemento que pensó incluir en su última novela y que terminó descartando, "anque o actor que fixo o papel en Suecia sí o chegou a percorrer".
El escritor vive desde hace 25 años en Mozambique por su deseo de "entender o mundo fora das perspectivas europeas" y habló de las muchas cualidades de la vida africana "que xa perdimos en Europa".
Para Mankell el teatro en África es "un instrumento cultural moi importante para a población analfabeta" y reclamó para las mujeres "máis influenza política".
Admirador de García Lorca, descubrió una placa conmemorativa junto a Mercedes Rosón y Alfonso Cabaleiro, ante la atenta mirada de políticos, alumnos y profesores.
Entre los asistentes al acto se encontraban Francisco López, Marta González, Gerardo Conde Roa, Ángel Currás, Rubén Cela, Encarna Otero y Néstor Rego. Sánchez Bugallo se sumó un poco más tarde a la entrega del premio a Mankell, aunque se tuvo que ir antes de acabar el acto.