Manuel Sirera, veintiocho años de zarzuela, ópera y canto

Nació al pie del monte del Castro, donde está su casa paterna de toda la vida, y procura volver a su Vigo natal siempre que puede. Pero cada vez puede menos porque su carrera sigue en ascenso. El artista suele decir que su corazón sigue allí, que nunca se ha ido ni se irá de Vigo, aunque su profesión lo ha convertido en un ciudadano del mundo, que ha aprendido a vivir y disfrutar allí donde le quieren y aplauden su arte.
 Claro que también ha cantado en algunas de las más hermosas ciudades del mundo: Río de Janeiro, Londres, Paris, Moscú, Buenos Aires, Atenas, Miami... Y en España, en casi todas.
Con la llegada del 2011, el tenor gallego Manuel Sirera cumple veintiocho años de carrera profesional, en los que ha grabado varios discos de ópera, zarzuela y canción lírica y, sobre todo, ha ofrecido innumerables recitales y conciertos en medio mundo, algunos de ellos tan memorables como el que protagonizó con motivo de la clausura de la presidencia española de la Unión Europea en la ciudad de Bruselas, o el que, el año pasado, dio en el Palacio Real de Varsovia. Hace tiempo que rebasó la cifra de los mil conciertos y, a este paso, es muy posible que llegue a batir récords.
La belleza de la voz del tenor vigués, su facilidad para llegar a los agudos mas brillantes, un repertorio amplio y selecto y una personalidad que deja huella allá donde se presenta han hecho de nuestro más popular cantante lírico una primera figura en su campo.
Aunque el artista, todo un caballero, suele decir que es a su esposa y mánager, la ourensana María Lage, su compañera infatigable –precisa- a quien debe en gran parte su carrera.
Se conocieron en Vigo hace veintisiete años, cuando ya Manuel había participado en el programa de televisión ‘Gente Joven’, acompañado por su amigo, el maestro Rafael Ibarbia, y no había querido aceptar ninguna de las propuestas que le surgieran a raíz de su éxito, incluida la del propio José Tamayo, que también lo tentó.
 Siete años después de su primera presentación en TVE, Fernando G. Tola y José L. Sanesteban le llevaron de nuevo a Prado del Rey y entonces sí que se decidió a seguir el camino de su tía paterna, la soprano Ana Maria Olaria, o el de Tito Mora, nombre artístico de su tío, que logró exitazos en los años sesenta como ‘La novia’ y ‘La hora’ y recibió de manos del que entonces era ministro Manuel Fraga el primer disco de oro que se entregó en España.
Padre de dos hijos, fruto de su primer matrimonio, el artista está muy orgulloso de las trayectorias de ambos. Diego hizo Telecomunicaciones en la Universidad de Vigo y Rebeca, que sigue los pasos de su padre en el mundo artístico, aunque en un campo distinto, cursó Magisterio Musical en la Universidad Complutense de Madrid y goza de un gran prestigio como cantante de góspel y directora de un coro de esta especialidad. Ella se presenta como Rebeca Rods y su coro, con el que está teniendo tanto éxito, es el Black Light Gospel Choir.
Muy pocos saben que Manuel es también un gran fotógrafo. Le gusta retratar la naturaleza. También goza con la buena mesa y un buen vino. Y con las motos. Ha tenido muchas, pero asegura que como su actual Yamaha ninguna, ya que con ella se siente libre.
También le gustan los automóviles y tiene su pequeña flota. Para cuidarse, actualmente practica en la bici estática, pero durante años jugó al front-tenis y ganó unos cuantos trofeos en el pabellón de As Travesas.