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Manuela Carmena, la abuela que no se quiere jubilar

    Manuela Carmena es jurista, tiene 71 años y asegura que no quiere jubilarse nunca de trabajar por una sociedad más justa: ahora tiene oportunidad de demostrar cómo hacerlo desde la Alcaldía de la capital española, que hereda con una deuda de casi 6.000 millones de euros y más de 215.000 parados.

    Abogada de formación, magistrada, y fundadora de Jueces para la Democracia, a Manuela Carmena (Madrid, 1944) le costó dar el paso de encabezar la candidatura de Ahora Madrid (coalición en la que se integra Podemos) porque creía que la iniciativa del 'cambio' debía recaer en los jóvenes.

    Ellos insistían, y, cuando la desde hoy alcaldesa vio que Esperanza Aguirre era la candidata del PP, se sintió llamada por la "responsabilidad" y aceptó el reto de presentarse a unas elecciones de las que era muy difícil salir airosa.

    Pero tuvo fe, se reunió con vecinos de los 21 distritos de la capital y les pidió que aparcasen el pesimismo y se convenciesen de que la posibilidad de cambio dependía de cada uno de ellos.

    En el ecuador de campaña ella misma se dio cuenta de que el sueño era posible y los resultados de las elecciones se lo confirmaron: su candidatura se quedó en los 20 concejales -uno menos que el PP- pero los 9 ediles del PSOE le garantizaban la Alcaldía, a la que no sin nervios por si alguien se 'equivocaba', ha llegado hoy.

    Tras las elecciones, Carmena habló con sinceridad y armó un revuelo increíble cuando sin haberse sentado siquiera en una mesa de negociación afirmó que ya se veía alcaldesa y que el camino para serlo era "cuesta abajo".

    Enfadó a sus socios del PSOE, que querían prudencia, pero aún así siguió incidiendo en esa idea -no escenificada hasta ayer- e incluso se vistió de alcaldesa para reunirse con el presidente de Bankia y exponerle algunas de sus ideas para paralizar los desahucios.

    Porque "Manuela", como quiere llamarse, tiene iniciativa y es cálida, espontánea y optimista. Dice que no le interesan los partidos -tampoco Podemos-, detesta los "argumentarios" y se siente libre y "absolutamente cercana" al 15-M, un movimiento renovador que tomó como modelo para su campaña con el que quiere impregnar el Ayuntamiento.

    Hoy, en su toma de posesión, ha abogado por abrir el Ayuntamiento a los ciudadanos pero también a cambiar las formas del pleno, donde quiere más datos y expertos y menos "maquinitas y teléfonos", en referencia a la ya extendida costumbre entre los parlamentarios de atender más a sus aparatos que a los discursos plenarios.

    La nueva alcaldesa, que asegura que irá a trabajar en transporte público, militó de joven en el PCE y se define como una mujer "de izquierdas", aunque ahora dice que le preocupa la vida de los vecinos y le importan "un pimiento" las ideologías.

    Detesta el "folclore" de los coches oficiales y de las inauguraciones, y es fácil encontrarla en un vagón de metro charlando con viajeros, como hizo ayer con Julia, una mujer de vestido rosa y más de 60 años que ya no recuerda lo que es trabajar.

    Sus grandes pasiones antes de toparse con las leyes eran la literatura y la filosofía, disciplinas a las que quería dedicarse pero que dejó a un lado después de que su padre le sugiriese el derecho como una alternativa que la ayudaría a vivir mejor.

    Educada en un colegio de monjas, encontró en la universidad una escuela de la "vida": allí se convirtió en activista.

    Carmena estuvo a punto de perder la vida en el atentado contra los abogados laboralistas de la calle Atocha en el año 1977, cuando cuatro de sus compañeros y un sindicalista fueron asesinados en el número 55 de la emblemática calle.

    En el mismo año del atentado contra los abogados laboralistas de Atocha, Carmena figuró como candidata a las elecciones legislativas dentro las filas del Partido Comunista, en el que había ingresado en 1966, cuando este aún actuaba desde la clandestinidad.

    Relacionada siempre con la izquierda política, la candidata a la Alcaldía fue elegida decana de los jueces de Madrid en 1993 y vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) tres años después a propuesta del Partido Socialista Obrero Español y dentro del turno de jueces y magistrados.

    Dio por terminada su etapa como vocal del máximo órgano de gobierno de los jueces en 2001 después de haber desarrollado sus funciones en la Comisión Disciplinaria y como delegada territorial del CGPJ para la comunidad autónoma de Galicia.

    Carmena ha sido también relatora de las Naciones y Unidas e impulsora la Fundación Antonio Carretero con la finalidad de promover actividades culturales como cursos, seminarios y conferencias, que impartía con asiduidad.

    Cuando se jubiló en 2010 se dedicó al "emprendimiento social" y fundó en Malasaña la tienda "Zapatelas", en la que vende los zapatos que ella misma diseña y los juguetes para niños elaborados en las cárceles de Alcalá-Meco y Aranjuez.

    Manuela Carmena aspira a gobernar Madrid, pero, sobre todo, a cambiar de una manera definitiva la manera de hacer política en el Ayuntamiento de la capital, donde quiere reinventar la democracia dando inaugurando una etapa de protagonismo de los ciudadanos, a quienes pide implicación.

    Cuatro años después de nacer el 15-M, su espíritu ha llegado al Ayuntamiento.

    13 jun 2015 / 17:12
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