María Victoria Veguín: “Los peregrinos de hoy ya no observan el cielo nocturno”

Desde hace tiempo, la catedrática de Matemáticas María Victoria Veguín lleva insistiendo en la observación astronómica como la gran asignatura pendiente de la Ruta Xacobea. Veguín, que es autora del libro La Vía Láctea. Camino de dioses, almas y peregrinos, ha conseguido hacer realidad este deseo a través de la muestra fotográfica La Vía Láctea, guía de Peregrinos a Compostela, de la que es comisaria, una exposición pionera que reúne imágenes tomadas en diferentes puntos de peregrinaje desde los que puede observarse la Galaxia y que estará en el Pazo de Fonseca del 9 al 26 de septiembre.

El Camino siempre ha estado muy vinculado a las estrellas.

Históricamente el primer documento que se conserva en el que se vincula el Camino de Santiago con un Camino de estrellas se encuentra en el capítulo I del libro IV del Códice Calixtino, donde se narra el sueño que tuvo Carlomagno en el que se le apareció Santiago pidiéndole que fuese hasta su tumba. Sin embargo, hasta Galileo no se supo con certeza que la Vía Láctea estaba formada por estrellas. Para el autor del Códice Calixtino, ¿ese camino de estrellas coincidía con la Vía Láctea? El intentar responder a esta pregunta fue lo que me llevó a escribir el libro La Vía Láctea. Camino de dioses, almas y peregrinos.

¿Los peregrinos de hoy en día siguen observando las estrellas?

Muchos de los peregrinos actuales escriben diarios o cuentan sus impresiones y sus vivencias a través de las redes sociales. Sin embargo, apenas hacen referencia al cielo nocturno. Tras la lectura de bastantes diarios solamente encontré una referencia en el de la actriz norteamericana Shirley Maclaine. En este texto ella nos dice que una noche que durmió al aire libre vio la constelación de Orión y las Pléyades. En la antigüedad los peregrinos estaban más acostumbrados a observar el cielo nocturno.

¿Ésta es una muestra pionera?

Desde el año 1993, Año Xacobeo en el que hubo una gran promoción, son muchas las exposiciones que se han realizado sobre distintas facetas del Camino de Santiago. Sin embargo, creo que ésta es la primera dedicada a la relación entre la Vía Láctea y el Camino de Santiago.

¿Qué destacaría de ella?

En primer lugar, que aborda un tema pionero en el mundo de las exposiciones jacobeas, mediante fotografías del cielo nocturno de una gran calidad y belleza. También puede proporcionar a los peregrinos sugerencias para tener nuevos conocimientos y vivencias en el Camino.

¿Se pueden llevar a cabo acciones concretas contra la contaminación lumínica en los pueblos por los que pasa la Ruta?

Los ayuntamientos por los que pasan los diferentes caminos jacobeos pueden ir adecuando el alumbrado público y dictando normativas para que los vecinos contaminen menos con las luces de sus viviendas. Al final, todo pasa por la concienciación.

¿Cree que se deberían realizar seminarios o cualquier tipo de formación que ayude a fomentar la observación del cielo nocturno?

En los estudios que publica la página web de la Oficina de Atención del Peregrino de la Catedral de Santiago hay un apartado referente a las profesiones de los peregrinos. Esta estadística va variando de año en año, pero se puede observar que el porcentaje de estudiantes suele estar en torno a un 18 % en los últimos años y el de profesores sobre un 6,5 %. Esto quiere decir que alrededor de un 25 % de los peregrinos están relacionados con el mundo de la enseñanza. Por lo tanto, cualquier acción que se realice en el ámbito de la educación tendrá repercusión en el presente y en el futuro del Camino.

Ponga un ejemplo de un juego relacionado con el cielo nocturno a la hora de realizar la Ruta.

Un juego sería calcular cuántos caminos tendríamos que hacer para llegar (si fuese posible ir andando) a la luna, al sol o a nuestra estrella favorita. Otro pasatiempo divertido, si hacemos el Camino con un grupo de amigos, podría ser el de identificarnos todo el grupo con una constelación.

Usted es una experta en Matemáticas. ¿Qué relación puede haber entre esta disciplina y el Camino?

Hace ya más de veinte años publiqué un libro titulado Matemáticas y Camino de Santiago en el que traté de responder a esa pregunta que yo me había formulado. En los últimos años algunos profesores de esta disciplina numérica han diseñado paseos matemáticos por algunas ciudades españolas. Pero el Camino de Santiago, las Rutas a Compostela, tienen muchos siglos de antigüedad y son un marco adecuado para una historia de las matemáticas cotidianas. ¿Cómo se orientaban los peregrinos medievales? ¿Qué conocimientos cartográficos tenían? ¿En qué unidades compraban los alimentos en los mercados de la ruta? ¿Influyó la peregrinación jacobea en la difusión de las matemáticas medievales? Estas son algunas de las preguntas formuladas en el libro que estoy terminando de actualizar con nuevos datos.