La mejor embajadora de Portosín

Me he puesto el bañador de gala para sentarme a escribir esta crónica. En lo que va de agosto, les he presentado a más de un centenar de personas que desde hace años se deciden por la localidad sonense de Portosín para pasar sus vacaciones.

Una larga lista de fieles veraneantes que, en la gran mayoría de los casos, arrastran a sus familiares y amigos y se construyen sus segundas residencias en esta zona costera.

Pues esta lista la preside desde ya otra ilustre asidua del sol de Portosín: Marta Betanzos Roig, la embajadora de España en Mali. Hija de una sonense, Marta Betanzos pasó los veranos de su infancia en Portosín hasta el año 1964. Su familia fijó su residencia en Madrid y, desde entonces, no había regresado hasta el año 2004, fecha en la que volvió a recuperar el rumbo estival de un destino al que dice ser "una fiel entregada". Junto a ella pasan este mes de agosto sus padres, Consuelo y Luis, y sus hermanos, María Jesús, Domingo, Almudena y Pablo, que viven en Madrid, así como sus hijos, Marta y Manuel.

Diplomática desde el año 1986, después de haber trabajado en el Ministerio de Asuntos Exteriores en Madrid, estuvo destinada en Alemania, en Libia y en Nueva York, hasta que en mayo del pasado año se hizo cargo de la Embajada de Bamako, la capital de la República de Mali. A España viaja por razones de trabajo tres o cuatro veces al año.

Su residencia de verano está ubicada precisamente al lado de la del catedrático de la Universidad Complutense de Madrid y estudioso de la cultura del vino Carlos Roura, a quien, por cierto, le unen vínculos familiares: son primos. Y es que el abuelo de Marta Betanzos, Pablo Roig, era hermano de la madre de Carlos Roura, Luz Roig. Se estima que en Portosín hay una rama de más de medio centenar de veraneantes de ambas familias.