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COMPOSTELA EN FORMA

Miami Conexión (I)

    Aprovechando la experiencia vivida tras un viaje reciente al estado de Florida (USA), tengo el gusto de presentaros una tríada de artículos muy interesantes sobre lo último en salud y estética "que ahorita se lleva acá, en Miami". Hoy comenzaremos con el último grito en dietas, sobre todo entre la población femenina.

    Si bien la ciudad de Miami Beach ya era de sobra "chic" por ser cuna de la famosa "dieta South Beach", del cardiólogo Arthur Agatson, actualmente toda esta matraca ha quedado relegada a un segundo plano debido a la irrupción, a bombo y platillo, de la "dieta HCG".

    Dicha sigla "HCG" significa "hormona coriónica humana", una hormona de tipo sexual que es secretada -única y exclusivamente- solo durante el primer trimestre del embarazo.

    La acción de esta hormona en la gestante es dar instrucciones, en una zona específica del cerebro llamada hipotálamo, de que se movilicen los sustratos energéticos acumulados (especialmente los que se aposentan en la zona glúteo-femoral) para apoyar las demandas propias del embarazo, es decir, que se quemen los michelines de reserva para favorecer el crecimiento de un nuevo ser; toda esta movilización de lípidos da como resultado que muchas mujeres adelgacen, en vez de engordar, a lo largo de todas las primeras semanas tras la concepción.

    Así, pues, aquella fémina que "complemente" su plan de adelgazamiento con esta hormona, extraída y purificada de la orina de sus congéneres embarazadas, conseguirá durante cierto tiempo engañar a su organismo, elevando el metabolismo y quemando mucha más grasa que siguiendo únicamente una dieta hipocalórica. Existen dos vías para administrar este "complemento", de forma oral o parenteral, pero la mejor forma de hacerlo es la segunda, ya sea con inyecciones subcutáneas o intramusculares.

    La mujer que se administre HCG, "al estar encinta pero sin estarlo", no sólo acelerará eficazmente el metabolismo y la combustión de grasas, sino que también preservará más masa muscular.

    Las chicas interesadas que guardan cola en Miami pueden probar suerte acudiendo a una de las múltiples clínicas que ofrecen este servicio, o bien recurrir al mercado negro y hacerse con el preciado fármaco por su cuenta y riesgo... y así librarse de tener que... "empeñar todas las joyas de la abuela".

    Existe también una tercera opción, comprarla diluida en forma de gotas homeopáticas en tiendas dietéticas pero, desde mi humilde punto de vista, como la homeopatía en general no funciona en absoluto sería cosa de tontos esperar que "ahorita" lo hiciese.

    La farmacopea se hace acompañar de una dieta que, en alguno casos, tan solo llega a aportar 500 kcal/día, pero como el nivel de ácidos grasos permanece alto en la sangre debido a la movilización "artificial" propiciado por la gonadotropina, no se siente apenas hambre, ventaja que hace más llevadera y eficaz la pretenciosa pérdida de peso.

    Lo más sorprendente de todo es que esta dieta HCG no es nada nuevo, dado que en la década de los 60 el doctor Simeons ya especulaba con las posibles aplicaciones de la gonadotropina coriónica en la pérdida de peso. Y que sepas, como nota curiosa, que la hormona HCG también funciona en chicos, aunque de una forma distinta; de hecho la HCG es una vieja conocida de los culturistas, que la utilizan al acabar "sus ciclos" para volver a estimular la producción endógena -propia- de testosterona.

    santi.carro@hotmail.es

    *Entrenador personal y nutricionista deportivo

    19 jul 2014 / 20:00
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